Las ayudas para el alquiler juvenil Gaztelagun pinchan en Donostia por el elevado precio de la vivienda

El programa de apoyo al alquiler Gaztelagun, 300 euros mensuales para jóvenes de hasta 36 años sufragados por el área de Vivienda del Gobierno vasco, está pinchando precisamente en la ciudad con los precios más elevados, Donostia. Según datos oficiales, en la capital de Gipuzkoa hay apenas 886 beneficiarios por 2.016 de Vitoria y 3.067 de Bilbao. El motivo es que las rentas están tan altas que se superan los umbrales máximos para poder acceder a la prestación, 800 euros en el término municipal y 750 en el área metropolitana.

Este jueves, el portal inmobiliario Idealista recogía 285 ofertas de alquiler en Donostia. De ellas, solamente una sería susceptible de ser bonificada con las ayudas de Gaztelagun, un piso de 36 metros cuadrados en la Parte Vieja y que cuesta exactamente 800 euros. En la comarca de Donostialdea también hay únicamente un piso por menos de 750 euros, un bajo de 37 metros cuadrados en Errenteria, precisamente el primer municipio vasco declarado ya “zona tensionada” para controlar los precios al calor de la ley estatal de 2023. El precio del metro cuadrado está a 18,1 euros al mes en Donostia. Estaba a 14,6 en 2019 y ha subido un 7% en un año. En el centro o en Gros sube a 20 euros, es decir, a 2.000 euros por el arrendamiento de un piso de 100 metros cuadrados. Esta ciudad supera claramente la media de Gipuzkoa, en 16,4 euros, la vasca, en 14,1 euros, y la española, en 13 euros.

“Estamos estudiando adaptar el programa Gaztelagun”, admiten desde el equipo del nuevo consejero de Vivienda, Denis Itxaso, de la parte del PSE-EE del Ejecutivo de coalición de Imanol Pradales. En el Gobierno admiten el “problema agudo” y plantean “ajustar los umbrales límite que dan acceso a las ayudas” para adaptarlos “a los precios del mercado”. En todo caso, asocian esta situación a una medida más dentro de la declaración de determinadas áreas como “zonas tensionadas”. “Con esto evitaríamos un aumento mayor de precios del mercado de alquiler y que la ayuda vaya directa al bolsillo del joven”, explican las fuentes consultadas.

Itxaso enmienda de alguna manera la postura anterior de otro consejero socialista, Iñaki Arriola, al que ya se le planteó el problema de Donostia hace dos años. Preguntado por el tope de 800 euros en el Parlamento, fue tajante: “Entiendo que esta renta máxima puede resultar ajustada en determinados ámbitos que cuentan con precios de alquiler muy elevados, por ejemplo Donostia. Pero si la renta subvencionable la situamos en 1.000 ó 1.200 euros, ¿no estaríamos contribuyendo con ello desde la Administración a alimentar la carestía de la vivienda de alquiler en Euskadi en zonas tensionadas?”. Dio estas explicaciones después de una controvertida entrevista con la ciudadanía en la que insistió de lo que salió otro titular no menos tajante: “Si se buscan, se encuentran alquileres a 800 euros”.

El Ejecutivo ha acordado esta misma semana un incremento de 20 a 26 millones de euros del presupuesto para Gaztelagun en 2024. Aunque el programa aún tiene agujeros, la estadística muestra que “en diciembre de 2023 había 6.353 beneficiarios y a 1 de octubre de 2024 han subido a 7.566”. Hay otras entre “300 y 400” peticiones que podrían resolverse en noviembre. Hace un par de años se registraron demoras de meses y hubo un cierto colapso en la tramitación.

La próxima decisión tendrá que ser, además de lo relativo a los umbrales, concretar si la prestación sube de 300 euros, la cuantía fijada en 2023 y congelada en 2024. Se trata de ayuda vinculada a otras como Emantzipa (la ayuda a la emancipación abonada desde la parte del PNV del Ejecutivo) o la prestación sustitutoria que perciben quienes tienen reconocido el derecho de acceso a un piso pero no hay para ellos una vivienda adecuada en el parque público (cuya dotación se ha subido también en 9 millones para 2024 esta semana). El proyecto de presupuestos, donde deberían concretarse ya muchas de estas cuestiones, será presentado el 29 de octubre y tiene su aprobación garantizada en el Parlamento Vasco por la mayoría de PNV y PSE-EE.