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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Beatriz Artolazabal, candidata en Vitoria: “El PNV defiende la independencia de Euskadi, nunca lo hemos ocultado”

Beatriz Artolazabal Albéniz (Vitoria, 1970) es, como decenas de miles de vitorianos, hija de trabajadores que llegaron en el tardofranquismo a los barrios obreros desde otros lugares. En su caso, su familia es originaria de Gipuzkoa y se instaló en Zaramaga. Ella misma recordaba para este periódico en 2021 cómo vivió la matanza del 3 de marzo de 1976. Cuentan de ella que su primera incursión en el mercado laboral fue la barra del 'batzoki' de ese barrio. También ha trabajado en Gizaker o en Guascor, según el 'curriculum vitae' oficial. Su candidatura a alcaldesa de Vitoria –en Euskadi nunca una mujer en democracia lo ha sido en una capital, como tampoco diputada general o lehendakari– es la gran apuesta política del PNV en estas elecciones. El partido la sacó del Gobierno de Iñigo Urkullu, donde dirigía la macrocartera con competencias de Igualdad, Justicia, Prisiones, Derechos Humanos, Memoria Histórica, Juventud, Migración, Reto Demográfico y Servicios Sociales y casi hasta las de animales de no mediar una rectificación de última hora.

Y lo hizo para relevar a un alcalde más joven, que dio dos décadas después el liderazgo a los nacionalistas en la capital vasca y del que en el partido hablan como un gran activo, Gorka Urtaran. Artolazabal esgrime como aval varios lustros de experiencia de gestión y promete una mezcla de continuidad y renovación. Fue concejala en Vitoria desde 2000 hasta 2007, durante dos etapas ha sido alto cargo en Osakidetza, luego saltó a diputada foral alavesa y, desde 2016, es consejera, donde ha ido ganando en peso político. Sus más próximos destacan de ella su capacidad de trabajo –ahora está haciendo una inmersión intensiva en vitorianismo– y hasta los más alejados admiten su don de gentes. Explica en la entrevista, que tiene lugar en Landaburu Etxea, la sede gasteiztarra del PNV en la Virgen Blanca, y en la que no se separa de un iPad, que está estudiando euskera porque no domina el idioma y que no se termina de fiar de las encuestas, que casi sin excepciones la dan como favorita para ser alcaldesa en los próximos cuatro años. Asume también que la corrupción del 'caso De Miguel', que llevará a la cárcel a tres de sus excompañeros en el PNV de Álava, es “no positiva” para la campaña después de que en una rueda de prensa dijera que era algo “amortizado”.

¿Conoce quién fue Pilar Careaga?

No, no lo sé. No sabría decirle.

Es la única alcaldesa que ha habido en Euskadi. Lo fue en el franquismo. Fue una alcaldesa franquista en Bilbao. Usted quiere ser la primera alcaldesa de Vitoria y de una capital de Euskadi en democracia. Y es la favorita, según las encuestas.

Las encuestas marcan una tendencia. Dan una fotografía y en este momento sí que indican que el PNV va a ser la fuerza más votada. Durante este mes que queda para las elecciones tendremos que explicar a los ciudadanos y ciudadanas de Vitoria-Gasteiz cuál es nuestro proyecto. Tendremos que ser capaces de generar esa ilusión para que confíen en nosotros y para que nos voten. Estoy con ganas, con fuerzas, con ilusión, con determinación. Pero no me fío de las encuestas.

¿Cuál es el plus de valor adicional que supondrá que una mujer sea por vez primera alcaldesa de Vitoria?

Creo que las mujeres tenemos una capacidad de diálogo y de trabajo diferente. Ni mejor ni peor que un hombre, pero diferente. Creo que ya es hora de que, transcurridos más de cuarenta años de democracia, sea una mujer la que lidere una institución como el Ayuntamiento de Vitoria. En este momento las instituciones vascas están gobernadas por hombres y es necesario ya que esa forma de trabajar, de organizar, de debatir o de escuchar tenga la oportunidad de liderar una institución tan importante como Vitoria. Aquellas organizaciones en las que la igualdad es una seña de identidad son más productivas, más prósperas y obtienen mayores beneficios. Entiendo que es un paso más en el ámbito de la igualdad. Es necesario que tengamos ese relevo y que una mujer pueda liderar el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz.

¿Y en Bilbao y en Donostia? ¿Sería bueno también que sus colegas del PNV Juan María Aburto y Eneko Goia no ganasen y lo hiciese una mujer?

No… No solamente tiene que ver el género a la hora de determinar un candidato. A mí no me han elegido por ser mujer. Me han elegido por ser la mejor candidata, con una serie de cualidades que el PNV buscaba de cara a liderar esta organización. Y también se ha dado la circunstancia de que soy mujer. No solamente hay que tomar decisiones en base al género, sino en base a la capacidad. Creo que Juan Mari y Eneko son dos personas con experiencia, capacidad y mérito. Creo que han realizado una buena gestión durante estos años. Y espero que así lo consideren también los ciudadanos de Bilbao y de Donostia.

El presidente de su partido en Álava, José Antonio Suso, suele decir que hay un decalaje entre el voto foral en Vitoria y el voto municipal. Lo ha situado incluso en cinco puntos de menos en algunas convocatorias.

Es verdad. ¿Cómo lo podemos compensar? Trabajando. Tenemos que seguir insistiendo en que el PNV ofrece garantías y seguridad en momentos de incertidumbre, tanto en el territorio como en la ciudad. Ha habido un cambio en cuanto al liderazgo del PNV en Vitoria-Gasteiz que pretende consolidar la victoria que ya se fraguó en el año 2019. Hay una oportunidad y tenemos que ser capaces de generar esa ilusión y confianza en nosotros. Al PNV la gente le ve como un partido serio, un partido que le da certidumbre y que le va a ofrecer soluciones. Tendremos que ser capaces de reducir esa brecha que existe a nivel foral y a nivel municipal con el objetivo de igualar esos resultados. Beneficiará al partido en Vitoria y se conseguirá que tengamos una fortaleza mayor para conseguir un Gobierno fuerte.

No solamente hay que tomar decisiones en base al género, sino en base a la capacidad. Creo que Juan Mari y Eneko son dos personas con experiencia, capacidad y mérito

¿Ocho concejales es un buen resultado?

Ocho concejales será un buen resultado. Espero que esa cifra se consolide. Es lo que las encuestas marcan. Todo lo que sea superar los siete concejales que en este momento tenemos sería un buen resultado.

¿Le preocupa la abstención?

Sí, mucho. Porque la abstención beneficia a los extremos, tanto de izquierdas como de derechas. La gente tiene que ser consciente de que votar es necesario para poder garantizar gobiernos fuertes. Si no, los que se van a ver beneficiados van a ser aquellos partidos que están en los extremos.

Es del barrio de Zaramaga y hace vida en Vitoria, pero no está empadronada en la ciudad. ¿Esto le puede pesar?

No creo que sea algo que determine mi valía o mi idoneidad para ser la candidata. Yo soy vitoriana por los cuatro costados. He trabajado y trabajo en Vitoria. Hago la vida en Vitoria. Mi familia también vive, disfruta y trabaja en Vitoria. Por circunstancias personales, en este momento resido en un municipio pequeñito al lado de Vitoria. No creo que eso invalide para nada mi capacidad. No se tiene que basar en donde yo viva sino en qué es lo que ofrezco, que es seriedad, rigor, experiencia y capacidad.

Si es elegida alcaldesa, ¿cuánto habría de renovación y cuánto de continuidad con respecto de la etapa de Gorka Urtaran?

Gorka y yo compartimos principios y valores asociados al PNV, principios humanistas y convicciones que nos hacen militar en el PNV. Por supuesto que tiene que haber una continuidad, pero también por supuesto que va a haber un cambio en la gestión municipal. Somos estilos diferentes, ni mejores ni peores, aunque sí diré que se ha hecho un gran trabajo en la legislatura pasada. Y en la anterior también. Vitoria hoy es mucho mejor que la que se encontró Gorka en 2015. Espero que, con esa buena herencia, sea capaz de mejorar todavía más.

A falta de mayorías absolutas, ¿la fórmula de pacto con el PSE-EE es su apuesta?

Hay que tener respeto a los resultados. Vamos a ver qué opción es la ganadora. Esperemos ser nosotros. Será entonces cuando lideraremos la capacidad de llegar a acuerdos y pactos. Pero sí quiero trasladar que el pacto con el PSE-EE es satisfactorio y que ha dado estabilidad a este Ayuntamiento. Nos ha permitido avanzar y crecer. Es una alternativa que está ahí y me parece que puede ser positiva.

¿También sería positiva si Maider Etxebarria –la candidata socialista– fuese más votada por delante del PNV?

Esa alternativa no la tengo en cuenta. No la valoro.

¿A la candidata Artolazabal le inquieta que sus excompañeros de partido Alfredo de Miguel, Aitor Tellería o Koldo Ochandiano puedan entrar en la cárcel en los próximos días, en plena campaña electoral, por los delitos de corrupción que cometieron?

Ante esta situación, siempre me he pronunciado de una forma tajante. No he defendido nunca acciones que supongan la comisión de un delito. En este caso, ha habido un juez que ha determinado que estas personas cometieron un delito. Están condenadas y, por lo tanto, tendrán que pagar por esos delitos. ¿Nos afecta? Son cosas que, desde luego, a mí me parecen no positivas -o negativas- de cara a la generación de confianza que tenemos que trasladar a los ciudadanos. Fue un hecho puntual de una serie de personas que individualmente cometieron una serie de delitos y, por lo tanto, quien la hace, la paga.

El pacto con el PSE-EE es satisfactorio y ha dado estabilidad a este Ayuntamiento. Nos ha permitido avanzar y crecer. Es una alternativa que está ahí y me parece que puede ser positiva

Como consejera fichó al presidente del tribunal del ‘caso De Miguel', Jaime Tapia, como asesor para poner en marcha la transferencia de Prisiones.

Fiché una persona que iba a ayudarme a asumir con garantías una transferencia muy sensible, muy política, como era la de Instituciones Penitenciarias. Para nada me fijé ni me acordé de que era el magistrado que juzgó estos hechos. Para nada.

¿Qué le parece que De Miguel, Tellería y Ochandiano hayan pedido un indulto?

Están en su derecho legal de pedirlo. Podrán ejercerlo como cualquier otro ciudadano. Serán luego los jueces los que determinen la viabilidad o no del indulto.

Más que de los jueces, es una decisión política del Gobierno de España.

Pues, entonces, que el Gobierno decida. El que la hace, la paga. Pero, si una persona tiene derecho a solicitarlo, que lo solicite.

En el PNV nunca nadie le ha dado las gracias a la denunciante del caso, Ainhoa Alberdi, por haber dado el paso de destapar estos hechos. ¿Lo haría usted?

Tenemos que tener la suficiente contundencia ante situaciones que supongan la comisión de un delito. Ser rápidos en la toma de decisiones para zanjar de raíz esas cuestiones. Y creo que el PNV lo hizo desde el minuto uno. Fuimos ejemplo al ser contundentes en el no estar a favor de estas actuaciones, en el ser rigurosos, rápidos y contundentes para condenar estas actuaciones.

¿Entonces no le quiere trasladar ningún mensaje a la denunciante?

Hizo lo que tenía que hacer. Al final ella también estaba o podía estar inmersa en una situación que consideraba que era ilegal. Si me hubiese pasado a mí, seguro que también en aquel momento igual hubiese tomado la misma decisión.

Ainhoa Alberdi hizo lo que tenía que hacer. Al final ella también estaba o podía estar inmersa en una situación que consideraba que era ilegal

Como consejera, lo ha sido también del área de Memoria Histórica. Si es alcaldesa, ¿mantendría una calle dedicada a un alcalde franquista como fue José Lejarreta?

En este momento se está tramitando una ley de memoria en el Parlamento Vasco. Se va a aprobar en breve. Estando yo de consejera la presenté y se está trabajando ya. Ésa es la herramienta que nosotros tenemos que utilizar. Además, hay una ley aprobada en el Estado español. Todos aquellos elementos que ensalcen a personas que tuvieron algo que ver con el franquismo o con el golpe de Estado tienen que ser retirados de la vía pública. Cuando sea la alcaldesa, espero que haya un amplio consenso para poder cumplir la ley de memoria histórica del Gobierno vasco.

Las leyes anteriores ya prevén que se retiren este tipo de símbolos.

Entonces, que se aplique la ley.

Estos días ha sido el aniversario del bombardeo de Gernika. El PNV ha insistido en que son necesarios gestos, incluso la petición de perdón por parte del Estado. Como alcaldesa de Vitoria, ¿pedirá también perdón por el papel que tuvo el Ayuntamiento en estos hechos?

Lo que tenemos que hacer es seguir avanzando en el ámbito de la memoria. Que haya acudido un representante tan importante del Gobierno español al homenaje a las víctimas del bombardeo de Gernika [por Félix Bolaños] es algo significativo e importante. Creo también que llega tarde. Es necesario pedir perdón y es necesario que ese perdón se haga desde la honestidad. Existen ejemplos en Europa de Gobiernos que han pedido perdón. Es el caso de Alemania por la barbaridad que hicieron en Europa los nazis. El Gobierno alemán -los diferentes gobiernos alemanes- han pedido perdón por aquellas circunstancias. Si el Ayuntamiento de Vitoria hubiera cometido también en aquel momento algo que hubiese ido en contra de los ciudadanos, de la democracia y del Estado legítimamente constituido, se pedirá perdón. No hay que cerrar las heridas en falso. Es necesario seguir trabajando y hacerlo con las víctimas y con las instituciones.

¿Le ha gustado la visita de Juan Carlos I a Vitoria estos días?

Para mí es una persona que hizo una escala en Vitoria por unos problemas de salud. No voy a valorar el que haya estado en Vitoria.

¿Es republicana?

Soy nacionalista vasca y quiero lo mejor para mi país, que es Euskadi. Y Euskadi tiene el derecho a ser un país reconocido en Europa. Me defino como nacionalista vasca.

¿Independentista vasca también?

El PNV defiende la independencia de Euskadi. Eso no quiere decir que a la hora de conseguir ese autogobierno o esa independencia existan diferentes ritmos. El PNV siempre lo ha hecho, además, defendiendo los derechos humanos y con vías democráticas y legales. Ese ideario lo tenemos ahí, nunca lo hemos ocultado.

Entiendo que, para usted, Vitoria es la capital de Euskadi.

Históricamente –y políticamente– es la capital de Euskadi.

¿Cuál es su relación con el euskera en este momento?

Para mí el euskera es una fuente de riqueza. Es un orgullo. Mi padre era euskaldun zaharra –persona para la que el euskera fue su primer idioma–. Cuando vinimos a Vitoria, las circunstancias hicieron que en aquel momento las ikastolas no estuvieran tan desarrolladas. Nací en la dictadura, con lo cual todavía el euskera estaba perseguido. No pude practicarlo como a mí me hubiera gustado. Mis padres me hacían clases clandestinas del euskera. Siempre he sentido en mi casa y en mi familia un amor, un respeto y un orgullo por el euskera. En este momento sigo avanzando. Sigo estudiando todos los días euskera. Mis hijos son euskaldunes. Intento con mis compañeros y amigos en momentos hablar en euskera. Eso sí, de cara a un debate o a una intervención pública en la que haya un diálogo, todavía no tengo toda esa fluidez de vocabulario para poder debatir, pero en un ambiente coloquial yo te hablo euskera, pues sin mayor problema, creo yo.

A lo largo de la entrevista ha usado Vitoria y Vitoria-Gasteiz para referirse a la ciudad.

Eso no tiene mayor pega. Vitoria-Gasteiz, Vitoria o Gasteiz. No significa nada.

Por entrar en proyectos locales, un estudio reciente del Departamento de Transportes del Gobierno vasco indicaba que la capital en la que más se utilizaba el vehículo privado era precisamente Vitoria, después de haber sido ‘green capital’.

Primero, se realizó durante la pandemia, con lo cual tiene ese sesgo. En segundo lugar, la extensión de Vitoria es amplia. Es la capital más extensa de Euskadi. Eso hay que tenerlo en cuenta. Y, tercero, sí que se está produciendo un avance importante en el uso de transporte público. Mire, daré un ejemplo de Tuvisa –la empresa pública de autobuses de Vitoria– en marzo. Es el mes que más usos ha tenido, más de millón y medio. Y esto es en gran medida debido a la buena aceptación que el bus eléctrico inteligente (BEI) ha tenido, con un incremento del 60% en relación a la línea a la que sustituye. Vitoria está dando pasos importantes en la movilidad. Se ha producido ahora la puesta en marcha del tranvía de Salburua. Existe acuerdo para llegar a Zabalgana. Vamos a mejorar Tuvisa.

Ha mencionado el BEI. Es evidente que hay un sector de la población que se opone de manera feroz, incluso a partidos políticos que hacen bandera de ello.

Hay un partido político que se opone, el PP. El BEI es el proyecto municipal que más consenso ha logrado en esta legislatura. Todos los partidos políticos están a favor de ese medio de locomoción excepto uno. Como cualquier proyecto, genera tensiones. Durante ese año ya desde su puesta en marcha, se establecieron una serie de criterios para evaluar cómo era aceptado, qué puntos de mejora había. En esa evaluación que se está haciendo ya se han puesto en marcha desdoblamientos o algunos semáforos en los centros educativos. El Ayuntamiento no se cierra en banda. Es un Ayuntamiento que escucha. Va a ser una excelente solución. Tiene que tener mejoras. Tiene que tener adecuaciones. Pero que es un medio de transporte que va a ser ejemplo para muchas ciudades. Ya lo está siendo. Y está muy bien valorado por las personas que lo usan.

¿Cómo se desplaza la candidata por la ciudad?

Andando o en transporte público.

El BEI es una excelente solución. Tiene que tener mejoras, tiene que tener adecuaciones, pero es un medio de transporte que va a ser ejemplo para muchas ciudades. Ya lo está siendo. Y está muy bien valorado por las personas que lo usan

El Gobierno vasco del que usted formaba parte ha planteado una serie de proyectos para la ciudad, como el tranvía a Zabalgana o el vertedero de Gardelegi. Urtaran los criticó.

Creo que el diálogo es la herramienta fundamental para poder buscar soluciones y, desde luego, las instituciones estamos obligadas a encontrarnos y a buscar esos acuerdos. El alcalde Urtaran ha sido capaz, por ejemplo, de llegar a acuerdos para poder mejorar en las viviendas de alquiler, que es un problema que tiene la ciudad. En mi condición de exconsejera, exdiputada y exconcejala, esa amplia visión general de lo que son las instituciones vascas la tengo. También tengo el bagaje de haber llegado a acuerdos con muchos agentes, tanto sociales como políticos. O con el Estado. O cuando hemos estado en Europa defendiendo nuestros planteamientos.

¿Y el vertedero?

Es un elemento importante dentro de lo que implica la gestión asociada también a la sostenibilidad, asociada también al rigor en la gestión. Tenemos que avanzar junto con el Departamento de Arantxa Tapia en buscar la mejor alternativa y la mejor solución para que Gardelegi siga siendo el vertedero que dé alternativas y solución a todos los residuos que en Vitoria se generan.

¿Está de acuerdo con medidas como el cierre de las urgencias de Santiago o del PAC de San Martín? También fueron adoptadas con usted en el Gobierno.

No se cerraron las Urgencias de Santiago. Lo que se ha producido es una reorganización sanitaria en Vitoria-Gasteiz. Yo no soy la responsable de las políticas sanitarias, pero creo que la apuesta que se hace por Vitoria en cuanto a la mejora de las instalaciones es palpable. Es algo real. Están los nuevos quirófanos y las nuevas Urgencias de Txago [por Txagorritxu], que son modélicas y modernas. La inversión que está haciendo Osakidetza y el Gobierno vasco en Sanidad en Euskadi ronda los 4.600 millones de euros. Ese esfuerzo ahí está. El gasto por persona que se realiza en Euskadi es el mayor del Estado.

Quizás el proyecto pendiente más importante de la ciudad es el soterramiento. ¿Hay una fecha para la llegada del AVE?

No voy a poner ninguna fecha. Es un poco lamentable que en el año 2023 no exista todavía un proyecto cerrado de cómo va a llegar el tren de alta velocidad a Vitoria. En el año 1992 se puso en marcha el primer tren de alta velocidad que unió Madrid con Sevilla para la Expo. Han pasado ya muchos años y estamos en el 2023, insisto. Tanto PSOE como PP siempre han potenciado más el arco mediterráneo que el arco atlántico para la unión con Europa. En este momento, el lehendakari, Iñigo Urkullu, está liderando la conexión por el eje atlántico con comunidades autónomas gobernadas por diferentes partidos, Galicia del PP, Asturias del PSOE y Cantabria regionalistas. Ha llegado el momento de que ya se tome una decisión en firme de por dónde y cómo tiene que transcurrir esa unión de la península con Europa.

Hablando de conexiones, el PNV en Europa ha apoyado la conexión de la ‘Y vasca’ con Pamplona a través de Ezkio/Itsaso. El PNV en Álava había apostado por la línea de Vitoria a Pamplona. ¿Cuál es su posición?

Hablo como candidata del PNV a la alcaldía de Vitoria y creo que la llegada del tren de alta velocidad de Pamplona a Vitoria es la más acertada. Es una decisión que va a estar condicionada por los estudios que se vayan a realizar y ya se ha anunciado que hasta el año 2024 el Ministerio no se va a pronunciar. Habrá que analizar desde el punto de vista económico y también desde el punto de vista medioambiental, sostenible y geológico cuál es la solución más acertada. Pero, como candidata en Vitoria, creo que la solución por Vitoria es la mejor.

Se opuso al centro de refugiados de Arana que proyecta el Gobierno central. ¿Cuál es su alternativa?

La propuesta de Beatriz Artolazabal es la misma ahora que la que fue como consejera. Es lo que vengo diciendo a lo largo de toda la entrevista: diálogo. Ese centro se planteó sin tener un diálogo con las instituciones vascas, que son las competentes. La necesidad de las plazas para personas refugiadas y que solicitan asilo es evidente, lo que es competencia exclusiva del Estado. Pero es necesario trabajar coordinadamente para ver cuáles son las derivaciones futuras de la puesta en marcha de este centro. Nosotros tenemos el modelo vasco de acogida. Creo que ese centro que se planeó en Arana tiene que dar respuesta a las necesidades de estas personas, pero desde la colaboración institucional. Es lo que le pedí yo al ministro José Luis Escrivá cuando era consejera. Vitoria es una sociedad solidaria; Euskadi siempre lo ha sido, siempre lo ha demostrado. Y vamos a seguir siéndolo. Pero hay que trabajar en equipo. Hay que trabajar colaborativamente para dar soluciones.

Pero, ¿cuál el su alternativa? ¿Y qué propone para la Clínica Arana, que lleva años abandonada?

El centro de Arana, en este momento, es del Estado. Es propiedad del Estado y, por lo tanto, no tengo prevista allí la puesta en marcha de ningún recurso. Ese centro tiene una serie de connotaciones arquitectónicas complejas a la hora de poner en marcha recursos. ¿Alternativa? Desde el punto de vista del refugio y el asilo, siempre lo hemos dicho, atención individualizada de las personas. Hay que tener en cuenta si es una familia, hay que tener en cuenta su estado de salud, hay que tener en cuenta su edad. Esto en Euskadi lo hemos hecho de la mano de las entidades del tercer sector. Ellas fueron también las que de alguna forma se pusieron en alerta y criticaron este centro tal y como estaba diseñado y previsto. La integración de las personas pasa por centros más reducidos en los que se da una atención individualizada. Eso es lo que hemos defendido y lo que vamos a hacer.