Este blog pretende ser la primera ventana a la publicación de los futuros periodistas que ahora se están formando en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UPV/EHU. Son las historias que los propios estudiantes de periodismo proponen a nuestros lectores.
Padres y madres fuera de juego
“Llegué a llamar a la policía para salir de un polideportivo”, declara Ignacio Barrena, exárbitro de baloncesto. Según los datos del Consejo Superior de Deportes, los incidentes relacionados con colegiados aumentaron en un 11% de la temporada 2013-2014 a la 2016- 2017. Además, en este último año se registraron más de 10.000 percances en eventos deportivos, siendo el fútbol donde más altercados se dieron (7.356).
“Los espectadores acuden a los acontecimientos deportivos para desahogarse. Los berrinches suelen ser gratuitos, gritan por gritar”, asegura Barrena. Varias federaciones deportivas declaran que los colegiados se sienten muy desprotegidos ante estas situaciones. También alegan que estas condiciones son un calvario para los árbitros, ya que cuando un espectador pierde el norte es capaz de cometer cualquier barbaridad.
En la temporada 2016-2017, según el Consejo Superior de Deportes, se contabilizaron 262 incidentes deportivos en España, de los que el 32 % fueron en contra de árbitros. La comunidad autónoma que más problemas causó fue las Islas Canarias: 11 incidentes en apenas 100 partidos.
El fútbol, al ser el deporte con más repercusión, es el juego que más conflictos provoca en España. El balompié ha pasado de ser un espectáculo deportivo a ser un circo mediático, ya que los jugadores amateurs intentan emular a los deportistas de élite. Por consecuencia, es habitual ver a jugadores jóvenes insultar, amenazar o agredir a un árbitro.
Solo ante el peligro
El árbitro siempre estará en el punto de mira debido a que es más fácil juzgar a uno que a un equipo entero. Además se enfrenta a un vapuleo constante ya que cada decisión que toma -sea acertada o no- perjudicará a un equipo u otro. En teoría, el colegiado es el más capacitado para ejercer su labor y no los aficionados que critican desde el desconocimiento.
José Antonio López, exárbitro de fútbol amateur, explica que los árbitros no tienen derecho a equivocarse. “Los aficionados parece que son perfectos y que ellos nunca se confunden en su trabajo [risa]. Si me equivoco en el minuto diez de partido tengo que estar 80 minutos escuchando insultos o amenazas”, explica.
Gonzalo Martínez, profesor en la Federación Guipuzcoana de Baloncesto, indica a sus alumnos que ellos son unos deportistas más. “El árbitro tiene que ser consciente de lo que representa pero no por ello caer en las tentaciones del público. Tiene que hacer su trabajo de manera imparcial», sostiene Martínez en sus clases.
Padres, sinónimo de problema
Basta con acudir a uno de estos partidos para constatar que la mayoría de padres y madres creen que sus hijos son como Messi o Maradona. Esto conlleva a que presionen mucho a los jóvenes para que corran más, para que pasen mejor la pelota o para que tiren más fuerte a portería. Lo único que consiguen es que los jugadores terminen frustrándose. Además, al llegar casa solo les reprochan los fallos y no valoran sus aciertos.
La presión entre los adultos es tanta que en ocasiones se originan batallas campales –a puñetazo limpio- entre ellos. Esta agresividad deriva en los jugadores y el partido –si no ha sido suspendido- se convierte en un “infierno”. Añadiendo las graves consecuencias que tiene esto para los hijos o hijas que solo quiere divertirse con sus amigos.
Naiara Ruiz, árbitra de la Federación Guipuzcoana de Fútbol, explica que el comportamiento de algunos aficionados es “vergonzoso”. “Hay que acabar con estas conductas, habría que expulsar a estos personajes del deporte o sancionar al club”, opina Ruiz. La colegiada no entiende cómo los padres pueden llegar a criticar a sus hijos por fallar “un simple pase”.
Amarilla, roja y negra
La Diputación vizcaína implantó en el año 2012 la “tarjeta negra”, un nuevo método de amonestación. Esta iniciativa tiene como objetivo sancionar a los jugadores, entrenadores o aficionados que no tengan una conducta correcta durante el encuentro. La primera tarjeta negra será de precaución y si se muestra la segunda se suspenderá el encuentro. Después, el Comité de Competición impondrá la sanción que considere oportuna.
La finalidad de la tarjeta negra, que se emplea en categorías inferiores, es acabar con las malas conductas que año tras año se ven en los terrenos de juego. Se pretende que los que participen en esa actividad tengan un comportamiento ejemplar tanto con el árbitro, jugadores y equipo técnico.
Tolerancia cero
Los aficionados, entrenadores y jugadores son los responsables de que el partido fluya con normalidad. Todos deben remar hacia la misma dirección y denunciar cualquier acto violento que se de en los encuentros, sea en contra del equipo arbitral o entre los aficionados. Tolerancia cero.
La labor de los sindicatos de árbitros en casos de violencia es primordial. Asociaciones como www.sindicatodearbitros.es ofrecen un servicio para denunciar todo tipo de actividades violentas a través de su plataforma online. En ella disponen de una plantilla de denuncia para reflejar todos los hechos de una manera más ordenada.
'Eee!ntzun', una campaña contra la violencia en el deporte, es una de las iniciativas más recientes por parte de los clubes guipuzcoanos. Se trata de un video protagonizado por varios deportistas locales como Nahikari García, Xabi Prieto o Daniel Clark. En el se muestra una haka (baile tradicional maorí), con la intención de que se haga antes de cada partido de deporte escolar, como se puede ver aquí:
Arbitraje extraescolar
Las iniciativas expuestas no son las únicas, el colegio Liceo La Paz (A Coruña) organizó en 2017 una actividad extraescolar basada en el arbitraje de fútbol. Esta iniciativa, promovida por la Federación Gallega de Fútbol y el Comité Técnico de Árbitros, tenía como objetivo acercar la figura del árbitro a la sociedad. La idea fue de Rubén Eriza Mata, árbitro en activo de segunda división española y exalumno del colegio.
Rubén Eriza Mata, encargado de impartir las clases, alega estar muy satisfecho con la aceptación que ha tenido entre los alumnos. Explica que es muy gratificante ver cómo un niño llega a las nueve de la mañana con un silbato y sus dos tarjetas dispuesto a aprender las labores arbitrales. «Muchas veces me voy a casa pensando si se habrán enterado de algo. Al día siguiente aplican todo lo comentado en clase y me emociona», finaliza Eriza Mata.
Al principio la idea generó dudas entre los directores del centro escolar. No sabían la acogida que iba a tener entre los estudiantes, ya que el arbitraje no está bien visto por todos. Ignacio Gay, director del centro, aseguró lo siguiente acerca del tema: “Si lo pensamos bien, mediante esta actividad los niños saldrán con unos valores, harán deporte todos los días y tendrán que ser justos y observadores. Un acierto pleno”.
Decálogo de las buenas prácticas
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Para evitar situaciones como la que se pueden ver en este vídeo, donde varios aficionados se pelean entre ellos durante un partido amateur en Canarias, y se normalicen estas conductas agresivas, hemos elaborado el siguiente decálogo de buenas prácticas:
-Debe ser un ejemplo a seguirm para su hijo o hija
-Recuerde que es un padre o una madre, no haga labores de entrenador
-No importa que su hijo o hija pierda, lo que importa es que aprenda y se divierta
-No le exija nada, solo que sea deportivo
-Debe respaldar a su hijo o hija
-Limítese a llevarle donde haga falta
-No presione al árbitro
-No maganifique los éxitos y valores los esfuerzos
-Reconozca las conductas positivas
-Dedíquese a disfrutar
Si los aficionados, entrenadores y jugadores aportan su pequeño grano de arena conseguirán que el deporte vuelva a ser lo que fue en su origen, un espectáculo hecho para disfrutar. Ya hay demasiados problemas en otros ámbitos como para que se ensucie también el deporte. No se puede llegar al límite de agredir a un árbitro, ya que antes de nada es una persona.
“Llegué a llamar a la policía para salir de un polideportivo”, declara Ignacio Barrena, exárbitro de baloncesto. Según los datos del Consejo Superior de Deportes, los incidentes relacionados con colegiados aumentaron en un 11% de la temporada 2013-2014 a la 2016- 2017. Además, en este último año se registraron más de 10.000 percances en eventos deportivos, siendo el fútbol donde más altercados se dieron (7.356).
“Los espectadores acuden a los acontecimientos deportivos para desahogarse. Los berrinches suelen ser gratuitos, gritan por gritar”, asegura Barrena. Varias federaciones deportivas declaran que los colegiados se sienten muy desprotegidos ante estas situaciones. También alegan que estas condiciones son un calvario para los árbitros, ya que cuando un espectador pierde el norte es capaz de cometer cualquier barbaridad.