Blogs Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Lo que pasa en Las Vegas, ahora se queda en Twitter (JSE-Egaz)

Voy a empezar provocando: El PSE-EE fue el primer partido vasco que llegó a las redes sociales. Y no fue por estrategia, fue por convicción, fueron valores los que nos llevaron ahí.

Lo digo con la convicción de ser el primer socialista vasco que tiene blog (aquellos Spaces del Messenger), el primero que hizo videologs, de los primeros que tuvo Facebook, el primero que tuvo Twitter. Estar ahí como oportunidad de interaccionar con la gente a la que quieres representar, a la que quieres contar algo, a la que quieres escuchar. Y dado que los/as socialistas tenemos los que más dificultades para colocar en medios de comunicación mensajes, ¿qué mejor oportunidad de llegar al ciudadano/a que las redes sociales? Pero para llegar con credibilidad, hay que ganársela, y para ganársela, basta con ser uno mismo, y que ese “uno mismo” sea digno de generar por sí mismo, valga la redundancia, credibilidad.

Y en estas, recuerdo que fue Txema Oleaga el primer cargo público que en 2007 empezó a hacer videologs como candidato a alcalde de Bilbao. Fue Patxi López el primero que gestionó toda una estrategia de comunicación, paralela a la tradicional, en las redes sociales en la campaña a la lehendakaritza de 2009. Y tras ellos dos, que tenían la convicción y también los mismos ideólogos detrás, llegaron muchos otros y otras.

Y luego la convicción, nos llevó a los y las socialistas, a generar en el Gobierno, la herramienta de Open Goverment Irekia, a abrir los datos (open data) y un largo etcétera. Fuimos acusados, especialmente Patxi López, de generar una herramienta para “venderse”, por los mismos, por cierto, que luego piden transparencia y no la practican. Si ese es el precio de acercar la Administración a los administrados/as, bienvenido sea. Y esto sólo se consigue de una forma: con convicción, te digan lo que te digan. Con la convicción de que transparencia, colaboración y participación son fundamentales para un mejor gobierno, si es que queremos un mejor gobierno, y por “mejor gobierno” nos referimos a un mejor gobierno para sus gobernados/as, claro.

Quizás tuvimos buenos consejeros, pero supimos ver enseguida que es fundamental estar en la red, entre otras cosas, porque el/la ciudadano/a ha cambiado.

Ya no es un individuo en el océano al que le llega información que no puede contrastar y que elige creer o no. Ahora tiene acceso a toda la información, puede seleccionarla, dirigirse él/ella, a acceder a diferentes fuentes, contrastarla, seleccionar más medios que los controlados por los mass media. Ha nacido, como diría Cesar Calderón (@cesarcalderon) a quien siempre cito y repaso para este tipo de artículos, “la conversación global”, e “Internet es lo que ha posibilitado que el/la ciudadano/a esté en el centro” y lo que ha originado que las organizaciones necesiten utilizar herramientas web 2.0 para comunicarse con un ciudadano/a que ahora quiere hacerlo “de manera bidireccional”.

Y quien no vea esto, es mi opinión, no sobrevivirá. Así de simple. Y para esto no vale activarse en campaña electoral, y de hacerlo, lo que no sirve es desaparecer tras la misma. Es decir, una campaña electoral puede servir para hacer llegar a las redes sociales, a quien no estaba en ellas. Pero aparecer en ellas tiene que ser por convicción y por valores y esos valores llevan irremediablemente a estar para quedarse. Lo contrario es una broma. Lo contrario es la sonrisa y el caramelo que el candidato/a te da en campaña electoral y cuya sonrisa se borra en el momento en el que echas la papeleta a la urna. Un poquito de seriedad. Esa época ha pasado. El universo político ha cambiado, y el contexto de la desafección hace más irremediable que nunca que nos demos cuenta de ello.

¿Cuál es el secreto para ser un buen activo en las redes sociales? Hay un secreto que no es difícil de entender, lo difícil es mantenerlo: ser uno mismo. Pero sin pasarse: entrar en conversación (bidireccionalidad), realizar escucha activa, gestionar estratégicamente y con inteligencia la identidad digital, recordando que lo que pasa en Las Vegas, en el mundo digital no se queda en Las Vegas, sino que se queda para siempre en Twitter.

Y en todo esto, os voy a citar cinco ejemplos de líderes socialistas vascos que usan las redes sociales:

1.- Alfonso Gil (@alfonsogil): Lleva sólo 4 años en primera línea (es portavoz en el Ayuntamiento de Bilbao) por eso quizás a alguno le sorprenda que le defina como el impulsor e incluso ideólogo y creyente practicante de todo esto. Quizás el primero que vio que había que estar, que no solo era una oportunidad sino que era parte de nuestros valores estar ahí. Recuerdo perfectamente un febrero de 2007 que se vino con las Juventudes a unas jornadas a Huesca en la que a todos 15-20 socialistas vascos que fuimos, nos picó el bicho de la red y el ciberactivismo para siempre.

2.- Eduardo Madina (@edumadina): Es un caso de los que entran en campaña (Generales de 2011) pero entran para quedarse. No costó convencerle de que estuviera (recuerdo que yo estaba en el equipo electoral de Bizkaia en aquel entonces y se lo sugerimos) y que además en dos días dominaba la herramienta. Actualmente tiene más de 85.000 seguidores en Twitter y hace poco ha abierto página oficial en Facebook.

3.- Josean Pastor (@joseanpastor): Le costó entrar también, lo hizo en las municipales y forales de 2011, pero actualmente es el que mejor representa la idea de ser “uno mismo” en la red. No se corta y transmite sus opiniones como Secretario General de los socialistas vizcaínos y portavoz en el Parlamento vasco prácticamente todos los días.

4.- Idoia Mendía (@idoiamendia): La portavoz del partido tiene claro aquello de horizontalidad, transparencia, colaboración y participación. Tan claro, que es gracias a ella y su Departamento (ex consejera de Justicia y Administración Pública) por lo que Euskadi realizó la mayor apertura de datos de una administración pública jamás realizada. Es gracias a ella por lo que Euskadi pasó del puesto 13 al número 1 en transparencia, según el organismo internacional que lo regula.

5.- Patxi López (@patxilopez): Es un convencido que no dudó ni un instante en estar en las redes sociales con toda la maquinaria que hiciese falta. Usa personalmente su twitter, en el que cuelga fotos políticas, artículos de su blog, y comentarios personales sin abusar de la herramienta. También interactúa, probablemente menos de lo que le gustaría. Sus 175.000 seguidores atestiguan que genera credibilidad en su estancia en la red.

Pero no todo se acaba en estos cinco, ni siquiera en los siguientes que citaré, pero os recomiendo a socialistas más jóvenes y menos conocidos, como @txarosar, @jagospierre, @txarligarcia, @alcaldealfonso, @odonelorza2011, @mikeldur, @rafaela_romero, @eramosvi, @ekainrico, @agusgetxo, @endikatl, @aitanalh y si os interesa, quien os escribe, @alaincoloma.

Hasta la siguiente, pero ya no nos veremos en los bares: nos leemos en el Twitter.

Voy a empezar provocando: El PSE-EE fue el primer partido vasco que llegó a las redes sociales. Y no fue por estrategia, fue por convicción, fueron valores los que nos llevaron ahí.

Lo digo con la convicción de ser el primer socialista vasco que tiene blog (aquellos Spaces del Messenger), el primero que hizo videologs, de los primeros que tuvo Facebook, el primero que tuvo Twitter. Estar ahí como oportunidad de interaccionar con la gente a la que quieres representar, a la que quieres contar algo, a la que quieres escuchar. Y dado que los/as socialistas tenemos los que más dificultades para colocar en medios de comunicación mensajes, ¿qué mejor oportunidad de llegar al ciudadano/a que las redes sociales? Pero para llegar con credibilidad, hay que ganársela, y para ganársela, basta con ser uno mismo, y que ese “uno mismo” sea digno de generar por sí mismo, valga la redundancia, credibilidad.