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BBK Live baja del monte y para el tráfico de Bilbao

¿En qué se parecen Bilbao y la californiana San Francisco? O mejor, ¿en qué se parecen Bono de U2 y Robert Smith, el líder de The Cure? En que todos ellos paran el tráfico rodado en el centro de las ciudades donde dan un concierto sorpresa. Cuando lo cool es echarse al monte para controlarlo todo desde arriba, en el BBK live hace tiempo que descubrieron, como Bono y The Cure, que lo mejor es no despegarse del centro de la ciudad. Desde hace unos años, los promotores del BBK Live han optado por bajar del monte Kobetas -donde se celebra el macrofestival que este año aspira a reeditar marca y sumar más de 100.000 personas de público- para calentar al personal con música en directo por la mañana.

Bono hizo una versión del All along the watchtower de Dylan en su famoso concierto por sorpresa para los yuppies en San Francisco y pasó a la historia de la ciudad con aquella sonada pintada con el lema: Rock and Roll stops the traffic (El rock and roll para el tráfico). En Bilbao no se necesitan pintadas para parar el tráfico. Solo música.

A veces son conciertos sorpresa, otros están programados, pero siempre es la música la que para el tráfico de la Gran Vía bilbaína. Se juntan jóvenes, señores trajeados (pocos), y público variopinto que busca abrir boca antes de que los cabezas de cartel de cada edición se suban a escenario noble del BBK Live. Y los últimos años, la organización del macrofestival ha optado por traer grupos que hacen versiones. Este jueves el grupo británico The Cureheads -unos enamorados del público español y latino en general- repaso el repertorio de los de Robert Smith y compañía. Antes que ellos han tocado grupos similares haciendo versiones de los U2, por ejemplo, o de los mismísimos Rolling Stones. Son los conocidos como grupos tributo (coverbands). Y funcionan. Incluso a 31 grados a la sombra y a las 13 horas del mediodía.

Evidentemente Gary Clark, el líder de The Cureheads, no es Rober Smith. Pero ataviado con una camisa blanca y pantalones sintéticos negros, labios pintados de rojo, pelo cardado y unos ojos hundidos en la negrura de la pintura que los rodea, llega hasta dar el pego. El público se pega al asfalto, cierra los ojos y siempre hay algo mágico que funciona. Cierto que unas veces es más creíble que otras. Escuchar a plena luz del día los éxitos de The Cure -Lullaby, Open, Love Cats, Friday I´m in Love, Boys Don´t Cry, Lets go to bed...- es un pequeño regalo. Se tiene que notar que llevan rindiendo tributo a los auténticos The Cure desde 1990.

Buenas vibraciones

Ha sido un bolo de una hora y “tres canciones más” gracias al ayuntamiento, según comentó el líder de The Cureheads, que para venir a Bilbao han tenido que coger tres aviones y extraviar alguna maleta por el camino. Todo sea por ver también a Depeche Mode, como él mismo comentó desde el escenario. El líder de The Cureheads habló con el público en inglés, les hizo cantar y les respondió cuando los más fans le pedían alguna canción. “Pornography, Pornography”, grita una incondicional, y Gary Clark le contesta: “Dios, pensaba que estaba en un país católico”.

El público desgustó el entrante gratis. Y muchos recordaron el concierto que dieron los de Robert Smith el año pasado en el BBK Live. Y así, cargados de buenas vibraciones, es más fácil soportar las colas y la solana para coger el bus desde el centro de Bilbao para subir al monte Kobetas y ver a Depeche Mode, Kings of Leon o Green Day. Se puede hacer todos los días. El viernes, a la misma hora (13 h.), pero en la plaza frente al Teatro Arriaga, la propuesta es El Inquilino Comunista y para el sábado está programado El Columpio Asesino. Como en otras ediciones, sin pagar ni un euro.

¿En qué se parecen Bilbao y la californiana San Francisco? O mejor, ¿en qué se parecen Bono de U2 y Robert Smith, el líder de The Cure? En que todos ellos paran el tráfico rodado en el centro de las ciudades donde dan un concierto sorpresa. Cuando lo cool es echarse al monte para controlarlo todo desde arriba, en el BBK live hace tiempo que descubrieron, como Bono y The Cure, que lo mejor es no despegarse del centro de la ciudad. Desde hace unos años, los promotores del BBK Live han optado por bajar del monte Kobetas -donde se celebra el macrofestival que este año aspira a reeditar marca y sumar más de 100.000 personas de público- para calentar al personal con música en directo por la mañana.

Bono hizo una versión del All along the watchtower de Dylan en su famoso concierto por sorpresa para los yuppies en San Francisco y pasó a la historia de la ciudad con aquella sonada pintada con el lema: Rock and Roll stops the traffic (El rock and roll para el tráfico). En Bilbao no se necesitan pintadas para parar el tráfico. Solo música.