Una nueva ventana desde la que mirar al mundo a través de las historias y la mirada del periodista Iñaki Makazaga (Vitoria, 1982). 'Piedra de Toque' es un blog especializado en viajes, montaña y cooperación, donde el contenido no solo se lee, sino que también se escucha.
“Jerusalén es la tumba del periodismo: hasta que no la caminas, no llegas a comprenderla”
El periodista y escritor Mikel Ayestaran ha necesitado más de una década como enviado especial a los principales conflictos de Oriente Medio y seis como corresponsal en Jerusalén para lanzarse a escribir un libro sobre la ciudad santa para las tres principales religiones del mundo y cautiva por las continuas guerras por su control. Con 'Jerusalén, santa y cautiva' (ediciones Península), el periodista vasco salda esta deuda e invita (y convence) a todos los que se asoman por sus páginas a viajar hasta ella para exponerse a su magnetismo.
En “Piedra de Toque” aprovechamos la presentación del libro durante estos días por Euskadi para compartir la pasión que desprende el autor por esta ciudad y esta región tan complejas de comprender desde la distancia y a la vez tan atractivas, desde sus calles, plazas y templos. “He querido escribir la antiguía de la ciudad con personajes anónimos que han marcado mi experiencia y quiten al lector cualquier temor por viajar hasta ella”, explica Ayestaran por teléfono.
Vertebrado en torno a la Ciudad Vieja y a través de sus cuatro barrios -musulmán, cristiano, armenio y judío-, el nuevo libro de Ayestaran da saltos por la historia de la ciudad y sus diferentes conflictos con el encuentro y la historia de personas que la habitan. Así conocemos junto al Santo Sepulcro a Santiago de Michigan, quien desde hace ocho años emula la vida de Jesucristo, hasta con su misma barba y melena; o a la familia árabe de Abu Shakari, que mantiene viva la mejor receta de hummus de la ciudad y con la que consigue en su restaurante lo que nadie más logra: reunir a árabes e israelíes. Por el camino, conocemos también a tatuadores, pintores ultranacionalistas, libreros, corresponsales de medios internacionales con los que sentir el magnetismo que tiene la ciudad sagrada y, a la vez, lo complicada que es la vida en una lugar ocupado militarmente.
“Jerusalén está completamente rota. Dentro de cada grupo, lejos de la apariencia que dan de estar divididos de una manera nítida, hay infinidad de subgrupos que hacen que sea considerada como la no ciudad por la falta de convivencia mínima entre todos ellos”, explica para concretar que es un lugar del que es muy difícil sentirse parte porque todos te recuerdan en todo momento que estás de paso. Y remarca también que es “la tumba del periodismo” porque por mucho que hayas leído o escrito sobre ella hasta que no la caminas, no llegas a comprender lo que significa vivir en ella y la intensidad del conflicto por su control.
Ahora escucha el podcast con la entrevista completa a Ayestaran y expónte a la dosis de curiosidad que inyecta el periodista por una ciudad en la que sus piedras tienen más valor que las personas que las habitan para un gobierno, como el de Israel, que la ocupa militarmente con la misma pretensión de conquistarla como lo han hecho tantos otros sin conseguirlo durante sus miles de años de historia.
El periodista y escritor Mikel Ayestaran ha necesitado más de una década como enviado especial a los principales conflictos de Oriente Medio y seis como corresponsal en Jerusalén para lanzarse a escribir un libro sobre la ciudad santa para las tres principales religiones del mundo y cautiva por las continuas guerras por su control. Con 'Jerusalén, santa y cautiva' (ediciones Península), el periodista vasco salda esta deuda e invita (y convence) a todos los que se asoman por sus páginas a viajar hasta ella para exponerse a su magnetismo.
En “Piedra de Toque” aprovechamos la presentación del libro durante estos días por Euskadi para compartir la pasión que desprende el autor por esta ciudad y esta región tan complejas de comprender desde la distancia y a la vez tan atractivas, desde sus calles, plazas y templos. “He querido escribir la antiguía de la ciudad con personajes anónimos que han marcado mi experiencia y quiten al lector cualquier temor por viajar hasta ella”, explica Ayestaran por teléfono.