Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
¡Banzai!
Me llamo Manoel y como buen vigués me gusta poner luz sobre las cosas, por eso, junto con Marta y Roberto, denuncié en junio el fraude en las OPEs de especialidades médicas de Osakidetza. Igual ya habéis escuchado esta historia pero me gustaría poner el foco en los personajes. Marta es de Portugalete, está divorciada, tiene tres hijos y es la cabeza de su familia. Desde hace unos días le han reducido la jornada. Roberto es de Basauri, también está divorciado y tiene dos hijos. Por suerte tiene un buen contrato, casi blindado, por lo que no pueden hacerle mucho daño. En cuanto a mí, soy gallego, no tengo hijos, en junio hará dos años que me mudé a Bilbao por amor y uno desde que empezó todo esto. Mi contrato acabará a mediados del mes que viene. Como siempre he dicho soy el menos valiente de los tres, no tengo arraigo (bueno un poco sí, me encanta Bilbao y mis salvajes compañeros) ni hijos y siempre tengo la opción de volver por donde he venido o cambiar de aires. Mis compañeros también pueden hacerlo, claro, pero a mayor coste personal, y esto ya nos está empezando a pasar factura como acabo de empezar a contar.
Continuando con el cuento he de decir que en menos de dos semanas trabajando en Osakidetza ya sabía cómo funcionaban las cosas, en sólo dos semanas ya había gente que me había dicho cosas como ¿no querrás estudiar para sacar tu plaza? o si no tienes padrino no te bautizas. A mí me resultó demencial desde el primer momento por la nula conciencia de delito por parte de los que decían tales cosas, por la más absoluta falta de ética, pero sobre todo porque no me había formado en un ambiente “siciliano” como mis compañeros, ellos estaban indignados pero acostumbrados. Así es como nos juntamos los tres de Arrasate, no queríamos mirar para otro lado, nos organizamos y actuamos.
Desde que la denuncia saltó a los medios desde las altas esferas han dicho de todo con respecto a nosotros: que teníamos intereses ocultos, que éramos unos delincuentes, que éramos unos mentirosos, vaya. Sin embargo, a lo largo de este corto pero intenso periodo de tiempo, se ha visto que los únicos que han tenido que rectificar son ellos. Nunca dijeron que nos iban a denunciar, ya no tenemos intereses ocultos (qué interés oculto o rencilla va a tener un recién llegado), simplemente somos unos traidores (sí, compañeros, es un país pequeño y todo se sabe, y hay más gente de nuestro lado de la que os imagináis) y ya no es tan mentira lo que denunciamos; empiezan a rodar cabezas. De hecho hasta un exgerente del Hospital de Cruces en una loa a la dimitida Múgica ha admitido que son unas prácticas heredadas del franquismo “a las que se han sometido, sin oponerse, durante todos estos años, los agentes políticos, sindicales y los Colegios Médicos”.
Aun así las altas instancias siguen en sus trece y se niegan a admitir la evidencia. ¿Es posible que alguien se entere en diez días de cómo funcionan las cosas y no lo sepa quien lo dirige y lleva todo la vida trabajando en el sistema? Pues la verdad es que dudo bastante de que no lo supiesen desde siempre, pero lo que está claro es que el señor Darpón o mintió en su primera comparecencia tras saltar el escándalo, en la que dijo que se enteró el día 1 de junio, o bien estaba rodeado de directivos que le ocultaban graves acusaciones de amaño en el proceso selectivo, como demostró este diario con ayuda de las actas de la investigación interna.
No podía faltar en el imperio de la posverdad (además de las criptomonedas falsas) una nueva estrategia por parte de los delincuentes: ahora resulta que hemos dejado listas por todos los notarios del país y cada una es distinta, por lo que siempre íbamos a acertar, incluso en el orden. Yo soy de los de no alimentar al troll pero voy a hacer una excepción. Nosotros no fuimos a ningún notario, le dimos las listas a nuestro sindicato, ESK, y a los responsables de Elkarrekin Podemos con los que nos reunimos, y fueron ellos los que acudieron al notario. Los de matemáticas entenderán, además, que es un absurdo, si hay, por ejemplo, 30 presentados del HUA tomados de 8 en 8 las variaciones son millones, miles de millones. En fin, continúen con el ridículo pero cuidado, no se vayan a hacer daño. Aprovechando el hilo tengo que agradecer a Patxi Nicolau de ESK su tremendo trabajo y a Cristina Makazaga, parlamentaria de Elkarrekin Podemos, por haber confiado siempre en nosotros y apoyarnos en este tormentoso proceso. Por eso y por adelantarnos los miles de millones de euros para las actas (en esto también colaboró Venezuela, creo).
Sé que no somos los primeros que han intentado ir contra este sistema, que ha habido gente antes que lo ha pagado con su salud y hasta con el destierro, pero en algo tenía razón el señor Darpón cuando se refería a nosotros como kamikazes, tenemos una firme determinación y estamos dispuestos al sacrificio personal y, sobre todo, a hacer ruido hasta que lo sepa todo Euskal Herria. Está claro que uno de los determinantes a la hora de que estas denuncias no hayan ido hacia delante es el escaso, por no decir nulo, apoyo del colectivo médico. Ha habido gente que nos ha apoyado anónimamente, que nos ha hecho llegar información sensible incluso y algún mail con nombre nos ha llegado dando su apoyo, sobre todo de especialistas en Medicina de Familia. Por haber hasta hubo acercamiento de un grupo de opositores de Donosti que querían cambiar las cosas, pero no tanto. Ni un día duró la unión, no les gustaba llamar a las cosas por su nombre y a los que cometen delitos delincuentes. Se ve que no se puede ser facultativo y delincuente, y que amañar una oferta pública de empleo está feo pero no como para ir ante un juez, basta con una regañina y quedarse sin postre, que para algo hemos estudiado.
Ahora la pelota está en manos de las sociedad. Es evidente que el colectivo médico no tiene ganas o valentía suficiente para dar la cara así que igual es hora de que por lo menos se la pinten. Esta es una tierra de mus así que os propongo un reto, preguntad a vuestros conocidos médicos cómo se saca la plaza en este país y a ver si les veis la cara de farol cuando contesten. Preguntadle después a algún otro trabajador de Osakidetza cómo funcionan las OPEs de médicos. Indignaos, porque es lo que debéis hacer, pero no os preocupéis por la atención sanitaria, no dudo de la capacidad de ningún profesional de Osakidetza, aunque haya cientos de ceros en los exámenes.
Como dije antes esto nos empieza a pasar factura pero somos una piña. El señor Darpón nos llamó kamikazes pero somos más bien como el Vietcong, de lucha de guerrilla y, además, estos ganaron su guerra. Nuestra jugada incluye una reducción de jornada de Roberto para ver si me dan más trabajo a mí a partir de febrero, falta haré, a ver qué hace Osakidetza. Estamos dispuestos al sacrificio, hasta la victoria siempre, ¡Banzai!
Me llamo Manoel y como buen vigués me gusta poner luz sobre las cosas, por eso, junto con Marta y Roberto, denuncié en junio el fraude en las OPEs de especialidades médicas de Osakidetza. Igual ya habéis escuchado esta historia pero me gustaría poner el foco en los personajes. Marta es de Portugalete, está divorciada, tiene tres hijos y es la cabeza de su familia. Desde hace unos días le han reducido la jornada. Roberto es de Basauri, también está divorciado y tiene dos hijos. Por suerte tiene un buen contrato, casi blindado, por lo que no pueden hacerle mucho daño. En cuanto a mí, soy gallego, no tengo hijos, en junio hará dos años que me mudé a Bilbao por amor y uno desde que empezó todo esto. Mi contrato acabará a mediados del mes que viene. Como siempre he dicho soy el menos valiente de los tres, no tengo arraigo (bueno un poco sí, me encanta Bilbao y mis salvajes compañeros) ni hijos y siempre tengo la opción de volver por donde he venido o cambiar de aires. Mis compañeros también pueden hacerlo, claro, pero a mayor coste personal, y esto ya nos está empezando a pasar factura como acabo de empezar a contar.
Continuando con el cuento he de decir que en menos de dos semanas trabajando en Osakidetza ya sabía cómo funcionaban las cosas, en sólo dos semanas ya había gente que me había dicho cosas como ¿no querrás estudiar para sacar tu plaza? o si no tienes padrino no te bautizas. A mí me resultó demencial desde el primer momento por la nula conciencia de delito por parte de los que decían tales cosas, por la más absoluta falta de ética, pero sobre todo porque no me había formado en un ambiente “siciliano” como mis compañeros, ellos estaban indignados pero acostumbrados. Así es como nos juntamos los tres de Arrasate, no queríamos mirar para otro lado, nos organizamos y actuamos.