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¿Me besará Andoni en el Alderdi?
El pasado lunes 16 de septiembre, los burukides de los cinco Consejos Territoriales del PNV fueron llamados a Sabin Etxea ya que el EBB les había convocado para lo que se denomina un “Euzkadi Buru Batzar ampliado”, es decir, los titulares más todos los burukides regionales. Mucha gente… Demasiada. ¿Pasará algo? ¿Comunicarán alguna dimisión? ¿Dirán que estamos todos como cualquier “pato cojo” con la cuenta regresiva funcionando? ¿Romperán su apoyo a Sánchez-Sumar? ¿Qué nos dirán?
La reunión fue el clásico parto de aquella montaña que parió un ratoncito. Y eso que más de la mitad llegaron a Sabin Etxea del extrarradio, muy de fuera, con lo que implica a la hora de pedir permisos, gastar gasolina, viajar durante dos o más horas y esas cosas. Pues bien, el plenario de campanillas consistió en recibir dos breves mensajes:
1) Hay que llenar las campas de Foronda para demostrar fuerza y unidad como sea. ¿Fuerza y unidad? Sí. Fuerza nueva (Indar Berria) y unidad. Bueno… Y la milonga ésa de que la cadena no se rompe (“Katea ez da eten”) para cualquiera que, por ejemplo, no se apellide Urkullu.
2) Allí daremos comienzo a la Asamblea General que culminará en marzo.
Fue todo. La pregunta más extendida entre el personal fue: ¿y para esto nos han hecho venir hasta Bilbao? Pues sí, majos. Hay que llenar Foronda aunque tengáis que traer al aitite de cien años. El día es un termómetro y la cosa está más que fría, criogenizada, tras los últimos batacazos electorales y por el mero hecho de conocer datos de amiguismo clientelar y endogámico, así como del nepotismo ejercido sin el menor miramiento ni vergüenza por la -aún- cúpula 'jeltzale'.
Y el horno no está para bollos por lo que la pretensión de “petar” el Alderdi Eguna es, hasta cierto punto, comprensible. Ese afiliado de la fe del carbonero o ha fallecido o ha perdido la fe, o tiene reuma o a sus hijos les suena a algo parecido como una peregrinación a Lourdes. Y claro, eran muchos, que llenaban la campa, saludaban a los amigos, chiquiteaban, comían en varias txosnas, escuchaban el mitin (siempre añorando a un Arzalluz que daba diez titulares) y tenían hijos o nietos que iban de víspera a la acampada de EGI, que tenía como aliciente el poder retozarse sobre el esplendor de la hierba seca.
Pero ya ese perfil de afiliado y simpatizante o sencillamente pasa o está muy desengañado. Si lo comparamos con el tradicional elector, y aplicamos terminología de Andoni Ortuzar, de la misma podría ser tildado de “jeltzale blandito”. Yo, por ejemplo, que he ido casi siempre, allí estaré porque creo en la fiesta familiar-política y porque, aunque discrepe de los actuales dirigentes y crea conveniente que se vayan a sus respectivas casas, pienso que una organización que va a cumplir 130 años no puede ni debe pinchar aunque, al día siguiente, Ortuzar nos diga que el PNV “sigue con la fuerza de un chaval de 18 años”.
Es más, nos han inundado a spots con mensajes de burukides varios. El de Ortuzar, al ser impersonal y genérico, viene a decir que me espera en las campas de Foronda con besos y abrazos. Me pareció curioso su no-mensaje político pero ya sabemos que gusta de disfrazarse por lo que no creo que si me ve por allí le dé por abrazarme ni por besarme. Me conformaría con que me invitara a una ración de percebes que es lo que, aparentemente, también le gusta.
Otros años he estado en la txosna de Venezuela, en la que sacaban unos euros para ayudar a la emigración venezolana vendiendo arepas y tequeños que, sea dicho de paso, los untaba en la exquisita salsa picante de Aitzbea. Y por allí he visto al lehendakari Iñigo Urkullu pero nunca a Andoni Ortuzar, ni a Aitor Esteban, ni a Itxaso Atutxa ni a Joseba Egibar. Y, aunque ahora estén (aparentemente) con el legítimo presidente electo, Edmundo González Urrutia, tampoco han dado el paso de invitar a nadie de esa colectividad a izar la ikurriña. Hubiera sido un gesto, pero a la vista queda que les falta empatía y pituitaria. Pues no… Se lo reservan solo para todo el EBB que cada uno tira de la cuerda como los soldados estadounidenses en Iwo Jima.
Ciertamente, el Alderdi Eguna será un termómetro y ya no sólo por la asistencia, sino por saber lo que murmura el personal. Sé y conozco lo que dice mi entorno, pero quiero conocer si el malestar está tan generalizado como se comenta “a lo bajini” viendo estos últimos días como, sin ir más lejos, una persona impuesta por Itxaso Atutxa en Getxo ha sido incapaz de afrontar una situación tan oscura como el derribo del palacete con dos concejales-pareja que compran dos pisos para especular. O cómo solventarán en Gipuzkoa el apoyo a unas cuentas, o si una de las principales decisiones de la legislatura es la de trazar la línea de conexión con Nafarroa de la 'Y vasca' por Ezkio/Itsaso o por Gasteiz. Y tantas cosas…
Pero como son oradores de telepromter, lo llevarán todo escrito, incluso los gags que dan al mitin la impresión de algo enlatado y sin vida. Y es que donde no hay mata, no hay patata, y eso que aquella campa es, técnicamente, un patatal. Ortuzar utilizará el cónclave para hablar de la Asamblea General. Sin preguntas. Y en aquel erial repetirá la fórmula acuñada sobre la Asamblea General que consiste en primero proyecto de partido, segundo organización y tercero personas. El de Sanfuentes ha descubierto la pólvora y lo repite como Skully, el loro del capitán Garfio, porque tras unas elecciones fracasadas (las del 21 de abril y las europeas) sigue sin abordar esa necesaria reflexión y regeneración. Tan solo sigue buscando tiempo y lo fía todo a marzo. A los Idus.
Veremos si llega vivo aunque, cuando los periodistas le preguntan si repetirá, se hace el remolón y dice que la palabra está en las bases. No es verdad y ojalá tuviéramos un periodismo puntero y peleón y no de tanta alfombra y que le dijera que él, tras tres períodos consecutivos, no puede presentarse de nuevo y si lo hace le tendrían que levantar la incompatibilidad. A él, a Itxaso Atutxa, a Joseba Egibar y a Unai Hualde, porque José Antonio Suso, para molestia de sus homólogos, ya dijo que él, con 68 tacos, lo dejaba aunque pasara a cobrar del grupo parlamentario como asesor. Edificante… Primum Vivere.
Lo tiene mal Ortuzar si le aplican la consigna que esgrimió ante Urkullu: “Tienes 62 años y se necesita rejuvenecer el patio y hay un cambio de ciclo”. Si eso fue “ley” para el lehendakari Iñigo Urkullu con 62 años, ¿por qué, y con idéntico criterio, no se le aplica a él?
En fin, que este Alderdi Eguna igual tiene más periodistas que afiliados pero a pesar de todo por allí estaré esperando a Ortuzar para que me abrace o me me bese, aunque me imagino que lo que le encantaría sería estrangularme. ¡Es un decir, eh! No vaya a ser que sólo él vaya a ser quien disponga del exclusivo derecho a hacer gracietas, de ésas que sólo le ríen su exclusivo club de palmeros, pelotas, trepas, familiares, 'averchalets' y amigos de una difusa flora… o fauna. Y sé que hay a quien su dedo le pueda tapar la luna y pueda decir que las formas que utilizo no son las adecuadas, pero, como siempre, yo no llamo citrus reticulata a una mandarina. Y creo que nadie lo hace, por lo que se me entiende a la perfección.
También entiendo a quienes no irán porque están hasta la higa de mala gestión, falta de participación y democracia interna, desideologización, clientelismo, amiguismo y parentelismo. De pérdida de objetivos abertzales y de que primen otros espurios. De frivolidades y de ausencia de los principios y valores de nuestros mayores. De los que se pegan a la silla como lapas y sólo renuevan y cierran el paso a los que estorban. De chistes malos y del más de lo mismo. Por supuesto que les entiendo y les comprendo.
Con todo, a quienes vayan y quienes no, feliz Alderdi Eguna.
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