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Carta abierta al alcalde de Bilbao
Podemos asegurarle que la pasada semana, a todos los bilbaínos y bilbaínas, se nos encogió el corazón al conocer la noticia del doble asesinato en Otxarkoaga. Fue especialmente emotivo acompañar al barrio en la calle mostrando su serena rabia e indignación. Cuando conocimos que pudieron ser dos menores los autores, la verdad es que la mayor parte no entendíamos cómo algo así ha podido ocurrir en nuestro 'botxo'. Y sí, es cierto, Sr. Aburto, que es algo puntual, que no es lo habitual en nuestra pequeña ciudad, pero también lo es que cada vez hay más problemas en ella.
Esta carta abierta que le dirigimos, busca emplazarle a que tome nota de lo que está sucediendo. Después de casi tres años en el cargo ya es hora de mirarse hacia dentro y no tanto hacia fuera. Es hora de dejar de pensar tanto en escaparates internacionales y preocuparse más por la vida cotidiana de la mayoría. Es hora de pensar más allá de la ciudad de postal y construir un Bilbao más igualitario, cohesionado socialmente y seguro. Un Bilbao para todas las personas que vivimos en él y para todos sus barrios.
Frente a sus gobernantes, este fin de semana, una vez más, la ciudadanía de Bilbao dio la talla. Incluso desde el tremendo dolor, la reacción de los vecinos y vecinas de Otxarkoaga fue ejemplar. Se movilizaron masivamente. Con rabia, dolor e incluso miedo, sí. Pero de forma serena y sin buscar culpables fáciles en colectivos excluidos y estigmatizados. De nuevo Otxarkoaga demostró ser un barrio vivo y solidario, un barrio con identidad propia, un barrio que es parte del corazón de nuestra ciudad. Un barrio que ha vencido viejos estigmas y que necesita ser más cuidado por las instituciones. Instituciones que no le están dando el trato justo que merece.
Estos días el barrio de Otxarkoaga ha pedido otro modelo de seguridad ciudadana. Y con razón. El actual está demostrado que no sirve porque no resuelve los problemas. Los vecinos y vecinas no piden más policía, sino que esta sea más cercana. Que prevenga el delito, que actúe rápido, que haga que la ciudadanía se sienta escuchada, cuidada y protegida. Por eso, toca oír y sobre todo apoyar a esa ciudadanía cívica. Y eso pasa por tomar decisiones políticas útiles para la vida de la gente.
Señor Aburto, se equivocará si niega el problema o si pretende dar respuesta a estas justas demandas en clave autoritaria, como se ha hecho otras veces repitiendo errores como la 'guerra al navajero'. Por otro lado, también nos equivocaríamos las fuerzas progresistas si creemos que las cuestiones de seguridad ciudadana son ajenas al cambio político y social. Nos toca a todos y a todas estar a la altura, pero a usted que gobierna el primero.
Estos días el foco del problema está puesto, con razón, en la seguridad porque ya han sido varios los casos que han impactado en la conciencia de nuestra ciudad como el crimen de 'Urren', el incendio de una casa en Zorrotza o el conflicto con 'los Pichis' en Atxuri. Pero el de la seguridad no es el único problema y, sobre todo, está estrechamente conectado con otros muchos. En muchos de estos casos se da una misma circunstancia: el abandono institucional de estos barrios.
Abandono que se traduce en muchas dimensiones: seguridad ciudadana, urbanismo, inversiones públicas, etc. Y es que en la ciudad del Guggenheim tenemos problemas de infravivienda, colegios públicos con goteras y humedades, barrios con graves problemas de accesibilidad y bolsas de exclusión social severa. En la ciudad del mejor alcalde del mundo hay proyectos que se retrasan una y otra vez como consecuencia de sus decisiones políticas que priorizan la inversión en el centro en detrimento del resto de barrios. Son décadas en las que mientras se invertían cantidades estratosféricas en el centro de Bilbao, en cambio, se racaneaba en otros barrios de la ciudad como Otxarkoaga, San Francisco, Irala, Rekalde, Arangoiti, Zurbaran, Atxuri o Pagasarribide. Cito estos porque son los que hemos llevado a Pleno en los últimos meses desde nuestro grupo municipal Udalberri – Bilbao en Común.
Y es que Otxarkoaga no es el único barrio con problemas en Bilbao. Somos más. Somos todas las personas que no cabemos en ese Bilbao del marketing y de las ferias de turismo que vende su gobierno. Somos la mayor parte de bilbaínos y bilbaínas que vemos que las desigualdades crecen año tras año entre los barrios sin adoptar soluciones. Hoy el modelo de desarrollo de nuestra ciudad da muestras evidentes de agotamiento. Y lo hace sencillamente porque no está sirviendo para resolver los problemas cotidianos de la ciudadanía.
En definitiva la situación actual nos revela, cuando menos, tres cuestiones fundamentales. La primera que es urgente afrontar profundos cambios en el modelo de seguridad pensando en la seguridad humana. El segundo que este Bilbao pensado sólo para unos pocos, no nos sirve a la mayoría que vivimos en los barrios. Y la tercera, que este gobierno municipal, el del PNV y PSE, no tiene soluciones ni respuestas a los problemas y necesidades de nuestra ciudad y sus gentes.
*Carmen Muñoz y Amaia Arenal son concejalas de UdalBerri – Bilbao en Común
Podemos asegurarle que la pasada semana, a todos los bilbaínos y bilbaínas, se nos encogió el corazón al conocer la noticia del doble asesinato en Otxarkoaga. Fue especialmente emotivo acompañar al barrio en la calle mostrando su serena rabia e indignación. Cuando conocimos que pudieron ser dos menores los autores, la verdad es que la mayor parte no entendíamos cómo algo así ha podido ocurrir en nuestro 'botxo'. Y sí, es cierto, Sr. Aburto, que es algo puntual, que no es lo habitual en nuestra pequeña ciudad, pero también lo es que cada vez hay más problemas en ella.
Esta carta abierta que le dirigimos, busca emplazarle a que tome nota de lo que está sucediendo. Después de casi tres años en el cargo ya es hora de mirarse hacia dentro y no tanto hacia fuera. Es hora de dejar de pensar tanto en escaparates internacionales y preocuparse más por la vida cotidiana de la mayoría. Es hora de pensar más allá de la ciudad de postal y construir un Bilbao más igualitario, cohesionado socialmente y seguro. Un Bilbao para todas las personas que vivimos en él y para todos sus barrios.