Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
La fatuidad de la política actual
El panorama político español vive en una inestabilidad que provoca incertidumbre y, lo que es peor, grandes dosis de ineficacia. Vean, si no. En el último fin de semana, que es el tiempo en el que los líderes políticos ocupan con mayor asiduidad las páginas de los diarios y, por tanto, cuando más se esmeran por ocupar fotos y crónicas, hay noticias en las que se han mezclado ambigüedades y provocaciones que los líderes no han dudado en dar a entender -que no es lo mismo que expresarlas con total claridad-, lo cual aderezado con una redacción cuidada e intencionada lleva al lector al aburrimiento, o a interpretar las intenciones de los líderes desde la susceptibilidad de los incrédulos. En el último fin de semana no han faltado motivos para la duda porque, además, la política actual adolece de una falta de credibilidad auspiciada por la escasa entereza con que se expresan los líderes.
Lunes, 28. El PP no estuvo presente en el acto por las víctimas del terrorismo, lo cual constituye una novedad, toda vez que siempre había estado presente en el acto que se ha venido celebrando desde hace más de diez años. Absurda e injustificada ausencia. En buena medida paliada y contrarrestada por la presencia en el acto de la portavoz de EH Bildu Mertxe Aizpurua. Es decir, que la subsanación de un 'roto' histórico (la ausencia de la izquierda abertzale de los homenajes a las víctimas) ha acontecido a la vez que se abre otro 'roto'. Y no caben las explicaciones sofisticadas, porque tras más de diez años sin víctimas de ETA solo cabe que todos, absolutamente todos, nos alegremos y aplaudamos a quienes nos abandonaron en contra de su voluntad. Y bien, es verdad que no han condenado el terrorismo de ETA, de forma explícita, EH Bildu y los suyos, pero van dando alguna señal de que el brutal terrorismo de ETA ya ha acabado para siempre.
Esta es la política actual, basada en producir efectos fuertes y contradicciones absurdas, mientras los ciudadanos soportan las condiciones sanitarias y económicas de la pandemia
En otro orden, hay un titular, recogido en los diarios que, ha sido subrayado en todos ellos: “El Rey, Sánchez y Aragonés cenan juntos por primera vez después de los indultos (del procès)”. Es cierto que su reunión para cenar no fue el resultado de una cita de unos u otros para unir amistades, sino a la inauguración del Mobile World Congress en la capital catalana, pero nos comportamos con tal mezcla de incredulidad y suspicacia que la reunión llamó la atención, tanto la llamó que los diarios se han hecho eco no solo del acto -que ha sido interpretado gratuitamente por casi todos-, sino del hecho de que el President catalán Aragonés “no dio la bienvenida al Monarca y (sí) saludó a las autoridades del Estado”. Es decir, que el monarca no es una autoridad del Estado para el President.
¿Para qué detenernos en más insustancialidades? Esta es la política actual, basada en producir efectos fuertes y contradicciones absurdas, mientras los ciudadanos soportan las condiciones sanitarias y económicas de una pandemia que, a pesar de las brutalidades y penalidades provocadas, no ha conseguido generar ni un mínimo avance en nuestros comportamientos éticos ni en nuestros compromisos sociales. Deberíamos pararnos a pensar, quizás acudir al 'rincón de pensar' de nuestras aulas de la edad 'parvularia', cuando la desobediencia o la falta de atención del alumnado se combatía con una mera reclusión en un señalado rincón de las aulas. La reflexión solía ser rápida y eficaz porque nos sabíamos 'culpables', y nos urgía el propósito de enmendarnos. Quizás éramos, como corresponde a uno de los significados de la palabra 'párvulo', fáciles de engañar. Ahora que no somos niños, ni inocentes, ni cándidos, ni humildes ni cuitados, nos hemos convertido en unos soberbios que no nos dejamos influir ni convencer porque nuestro afán por influir en los demás hasta convencerlos nos lleva a un ensimismamiento orgulloso y soberbio.
La política actual necesita humildad y cordura: que los líderes se quiten sus fatuas armaduras.
El panorama político español vive en una inestabilidad que provoca incertidumbre y, lo que es peor, grandes dosis de ineficacia. Vean, si no. En el último fin de semana, que es el tiempo en el que los líderes políticos ocupan con mayor asiduidad las páginas de los diarios y, por tanto, cuando más se esmeran por ocupar fotos y crónicas, hay noticias en las que se han mezclado ambigüedades y provocaciones que los líderes no han dudado en dar a entender -que no es lo mismo que expresarlas con total claridad-, lo cual aderezado con una redacción cuidada e intencionada lleva al lector al aburrimiento, o a interpretar las intenciones de los líderes desde la susceptibilidad de los incrédulos. En el último fin de semana no han faltado motivos para la duda porque, además, la política actual adolece de una falta de credibilidad auspiciada por la escasa entereza con que se expresan los líderes.
Lunes, 28. El PP no estuvo presente en el acto por las víctimas del terrorismo, lo cual constituye una novedad, toda vez que siempre había estado presente en el acto que se ha venido celebrando desde hace más de diez años. Absurda e injustificada ausencia. En buena medida paliada y contrarrestada por la presencia en el acto de la portavoz de EH Bildu Mertxe Aizpurua. Es decir, que la subsanación de un 'roto' histórico (la ausencia de la izquierda abertzale de los homenajes a las víctimas) ha acontecido a la vez que se abre otro 'roto'. Y no caben las explicaciones sofisticadas, porque tras más de diez años sin víctimas de ETA solo cabe que todos, absolutamente todos, nos alegremos y aplaudamos a quienes nos abandonaron en contra de su voluntad. Y bien, es verdad que no han condenado el terrorismo de ETA, de forma explícita, EH Bildu y los suyos, pero van dando alguna señal de que el brutal terrorismo de ETA ya ha acabado para siempre.