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¿Te imaginas?

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Eusko Alkartasuna cumple 34 años en esta situación incierta en la que lo único seguro es que el bienestar de la ciudadanía depende de los dos ejes en los que se sustenta nuestro proyecto político: la soberanía y la justicia social. 

La situación no nos permite celebrar el aniversario como habitualmente, con la afiliación gasteiztarra ejerciendo de anfitriona para todos los compañeros y compañeras, en recuerdo a aquel 4 de septiembre en el que un grupo de hombres y mujeres valientes y comprometidos, reunidos en una multitudinaria e ilusionante asamblea en el Hotel Gasteiz, cortaron con un partido que ya entonces les pareció obsoleto en forma y fondo, y crearon Eusko Alkartasuna. 

Hoy la prioridad es cuidarnos y cuidar a quienes tenemos alrededor, pero vendrán tiempos mejores y nos volveremos a reunir en celebraciones y asambleas, en las que nos apasionaremos, aportaremos y debatiremos, con el objetivo de siempre: la defensa de Euskal Herria y mejorar la vida de su ciudadanía.

Han pasado 34 años, muchas de las personas que hoy militamos, y ostentamos cargos internos y públicos éramos muy jóvenes cuando EA nació. Muchas escuchábamos en casa a aita y ama volver de asambleas, cabreados en una época, enormemente ilusionados en la siguiente. Es evidente y normal que Eusko Alkartasuna haya cambiado en casi tres décadas y media, ha cambiado con la sociedad, pero en esencia mantiene sus principios. 

Este proyecto, que es vital para entender los movimientos políticos de una generación en Euskal Herria, nació con un ideario político definido y también una idea muy clara de cómo debía organizarse internamente: los pioneros de EA construyeron un partido transparente y democrático, muy alejado de las purgas, expedientes y pucherazos internos que vivieron y sufrieron en el PNV. Su objetivo era una formación en la que la afiliación decida y sea soberana. Ese es, sin duda, 34 años después, nuestro objetivo y lucha diaria. 

La oferta a la sociedad era y es soberanía, socialdemocracia y derechos humanos, buscando una República vasca basada en la justicia social, por una vía igualmente determinada: la lucha política y democrática mediante la unidad de fuerzas abertzales, el polo soberanista, la unidad soberanista,… llamémoslo como queramos, pero es la vía por la que EA siempre ha apostado, desde el primer Congreso hasta hoy mismo, y, por supuesto, en el futuro. 

Fácil no ha sido, pero un partido que nace como el nuestro no se asusta por ningún obstáculo. Cuando en 2011 Bildu se convirtió en la ilusionante realidad que continúa siendo, devolviendo a Euskal Herria la normalidad institucional, más de un periodista, desde la diferencia ideológica incluso, nos dijo que la sociedad vasca reconocerá algún día la aportación que Eusko Alkartasuna ha hecho al país. 

Efectivamente, sin nuestra aportación política, Euskal Herria no sería la misma y, estamos convencidas, sería peor. Para muestra, un botón: Hoy, que el Gobierno español que se autodenomina “el más progresista de la historia” presume de haber aprobado el Salario Mínimo de Inserción, cualquier militante de EA puede reivindicar que la CAV dispone desde hace años de una RGI mil veces más progresista e integradora gracias a su acción política. Otro tanto en políticas de reconocimiento de víctimas del franquismo, complementos a las pensiones más bajas, protección a los colectivos en peligro de exclusión, reivindicación del derecho a decidir, políticas medioambientales, educación, cultura, municipalismo… 

¿Te imaginas cómo sería Euskal Herria en 2020…

…si hasta 2011 no hubiera habido una representación de progresista, de izquierdas y abertzale trabajando en todas las instituciones, desde los ayuntamientos hasta el Congreso español? 

… si no hubiera habido quien frenara los pies al PNV cuando en 1983 comenzó una deriva que ponía en venta Nafarroa para asegurar sillones en la CAV?

… si los jeltzales en lugar de echarnos del Gobierno vasco en 1991 por apoyar mociones a favor de la independencia en los ayuntamientos junto con Herri Batasuna, hubieran aprovechado para impulsar la vía política de la Izquierda Abertzale y el soberanismo, claramente mayoritario en la sociedad vasca?

… si el EBB no se hubiera cargado la potencialidad del llamado Plan Ibarretxe optando por seducir a España?

… si a finales de los 90, las corruptelas del PSN no hubieran dado al traste con el Gobierno de coalición en Nafarroa y con las posibilidades abiertas por el Órgano Común Permanente? 

… si los juegos de poder de la izquierda y la derecha vasca no hubieran preferido a representantes del PSE en instituciones vascas, como la Diputación de Araba o el Ayuntamiento de Donostia, por miedo a que Eusko Alkartasuna se convirtiera en una fuerza hegemónica? 

… si las armas hubieran callado mucho, mucho antes, permitiendo una unidad abertzale que se intentó tantas veces y evitando tanto horror humano? 

… si toda violencia, de cualquier signo y forma, hubiera sido eliminada de raíz antes de generar tanto dolor? 

… si la militancia de EA hubiera optado por la comodidad de lo conocido y no hubiera sido capaz de dar un paso adelante por el bien del país para construir la izquierda soberanista que está llamada a transformar Euskal Herria? 

Eusko Alkartasuna ha estado en todas estas luchas y en más. Parece increíble pero iniciativas que hoy constituirían un hito estratosférico, como el Órgano Común Permanente, tienen casi 25 años. Y, sí, son obra nuestra, fueron posibles por el empeño y la iniciativa de la gente de Eusko Alkartasuna. Las hemos construido muchas veces contra los elementos (cloacas, poder mediático y económico) pero también contra fuerzas con las que hemos hecho y hacemos camino. Y es que no se puede negar que no ha habido otra fuerza política con la capacidad de Eusko Alkartasuna para dejar pelos en la gatera, superar agravios y pactar, no con siglas sino con objetivos políticos. De la misma forma que ningún partido ha dejado los sillones y ha tomado riesgos con tanta dignidad y sentido del país como nosotras y nosotros. 

Aprovechamos el aniversario de nuestro nacimiento para reivindicar nuestra aportación al país por tres motivos. Por una parte, como el necesario homenaje a tantas mujeres y hombres que han dedicado una parte importante de su vida a el. En segundo lugar, porque demuestra que el trabajo institucional planteado con el bienestar de las personas y la defensa del país como prioridades es posible y da sus frutos, algo inmensamente importante en estos tiempos inciertos. Y en tercer lugar, porque nuestro acervo político es también nuestra contribución al futuro y a Euskal Herria, en primera persona y también vía EH Bildu. 

Todo eso que lleva la marca del soberanismo pacifista, institucionalista y socialdemócrata de Eusko Alkartasuna es también parte del proyecto plural e inclusivo que es EH Bildu. De hecho, es la parte que tantas veces nuestros contrarios políticos se empeñan en ocultar, porque es la parte más molesta. Y, sin duda, hoy como en 1986, es la base para construir la Euskal Herria que queremos y que la ciudadanía vasca se merece.

Eusko Alkartasuna cumple 34 años en esta situación incierta en la que lo único seguro es que el bienestar de la ciudadanía depende de los dos ejes en los que se sustenta nuestro proyecto político: la soberanía y la justicia social. 

La situación no nos permite celebrar el aniversario como habitualmente, con la afiliación gasteiztarra ejerciendo de anfitriona para todos los compañeros y compañeras, en recuerdo a aquel 4 de septiembre en el que un grupo de hombres y mujeres valientes y comprometidos, reunidos en una multitudinaria e ilusionante asamblea en el Hotel Gasteiz, cortaron con un partido que ya entonces les pareció obsoleto en forma y fondo, y crearon Eusko Alkartasuna.