Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
¿Incógnitas?
Dudaba en titular en afirmativo este artículo (incógnitas) o dejarlo en el ámbito dubitativo (¿incógnitas?). Incluso se me ha pasado por la cabeza utilizar un “veremos” que no implica apuesta alguna ni afirmar nada de nada. Yo personalmente, en las tertulias a las que periódicamente acudo en una radio vasca, suelo echar mano del “veremos”. Creo que esta ocasión es propicia para poder echar mano de cualquiera de los títulos antes mencionadas.
La mayor incógnita que estimo que tiene la política en general es la situación diabólica que se está dando en la política española, en Madrid o en el Congreso de Diputados, es decir en la Cortes españolas. ¿Aguantará Pedro Sánchez en sus poliédricos equilibrios con unos y otros y resistirá el actual Gobierno español? No lo sé. Si sé que la política española se caracteriza por su cinismo, hipocresía y cainismo. La antipolítica hecha carne. La vergüenza. El divorcio o separación (o como se le quiera llamar) entre Podemos y Sumar en Euskadi quizás los lleve al borde del precipicio, a su desaparición como fuerzas políticas mínimamente relevantes. Un auténtico suicido autoprogramado, reflejo de una irresponsabilidad mayúscula.
Me recuerda a la fábula del escorpión y la rana. Veremos los resultados del PSE-EE; veremos si mantiene sus posiciones o si aumenta su representación. Supongo que en sus manos estará la configuración del nuevo Gobierno vasco que salga de las elecciones del 21 de abril. No creo que seamos testigos de cambios en las políticas de alianzas para configurarlo. Veremos si el PP de Javier de Andrés obtiene mejores resultados que el de Carlos Iturgaiz, aunque tengo mis serias dudas. Pero no creo que decante a ningún lado la balanza de la política vasca. Mantendremos la emoción hasta el último momento y veremos cómo se decanta en el ámbito del nacionalismo vasco, entre abertzales, la correlación de fuerzas ente PNV y EH Bildu.
Han aparecido encuestas, intenciones de votos, preferencias en cuanto a las posibles coaliciones, conocimientos varios de los diferentes líderes en liza. Abstención, trasvase de votos. Habrá quien teorice sobre cambios de ciclo y quien subido al púlpito del oráculo de Delfos hable de políticas agotadas y necesidad de renovación. Se harán 'txirinbueltas' respecto a estrategias políticas e ideológicas que han durado decenas de años. Aparecerá quien diga que hay que mirar al futuro compartido y se ponga de perfil respecto a lo acontecido. Se predicará sobre futuros abiertos a fotografían incluyentes.
El 'adanismo' se instalará en la política vasca, más en algunas formaciones que en otras. Muchos soñarán en sorpasos, en liderazgos en el seno del nacionalismo vasco. Algunos imitarán a otros sin mover un músculo de la cara. Nombres nuevos, más jóvenes que los anteriores se esforzarán en su quehacer. Y, sí, siempre se suele decir que las elecciones en las cuales estamos inmersos son históricas. Y ciertamente siempre suelen ser históricas. La sociedad habla, el pueblo opina. Las urnas se llenan de papeletas. El recuento decide. Algunos ganan, otros no. Unos recabarán los suficientes apoyos para gobernar y otros no. A los hechos me remito. Diferentes gafas con distintas lentes opinando sobre mismos hechos. Nada nuevo para los que tenemos cierta edad. Casi todo nos es conocido.
Quizás algunas sean más que otras. En parecidos términos he solido escribir respecto a las citas electorales y al futuro de nuestro pueblo, de nuestra sociedad, del autogobierno futuro y nuestro futuro político, no son demasiado nuevas por lo tanto estas reflexiones que siguen a continuación. Y es cierto, yo estoy convencido de que el 21 de abril revalidaremos con nota nuestra apuesta por Euskadi, por nuestro pueblo, por nuestro autogobierno y por nuestra sociedad.
Me reafirmo en cuestiones objetivas: somos un pueblo pequeño pero realidad viva en el tablero internacional. Hemos pervivido a culturas poderosas y civilizaciones que han dejado huella y legado. Hemos sabido no perder pulso y tras siglos continuamos siendo con conciencia de querer seguir siendo. A pesar de muchas circunstancias adversas nos hemos adherido a la voluntad de perseverar en nuestras señas de identidad. Y ello por encima de artificiales y caprichosas delimitaciones históricas administrativas. Creo en la Euskadi de los siete territorios históricos, en el Zazpiak Bat, en sus mujeres y sus hombres. En su inteligencia motor de supervivencia en los folios de la historia.
Con el paso del tiempo nada sigue igual. La sociedad ha cambiado; la estructura demográfica, social, económica y cultural también. Las transformaciones en la composición y estructura del cuerpo electoral son enormes y a futuro lo serán más. Las circunstancias políticas mundiales y el propio entorno personal y social del ciudadano están cambiando significativamente: la globalización, flujos de personas, migraciones e intercambios interculturales. Lo único que no cambia es el propio cambio. Y así, el PNV hoy y aquí, cadena histórica del nacionalismo vasco del siglo XXI, seguirá a futuro conectando con la nueva sociedad civil que se está gestando. La razón por la cual surgió el PNV se revalida en la defensa y afirmación de una personalidad colectiva abierta y solidaria. Sintonizando esa voluntad política con los intereses, necesidades y problemas actuales de la ciudadanía vasca.
Un futuro, que ya está aquí, que adapte la acción política en sintonía con las necesidades que las propias transformaciones en marcha generan. Un futuro de compromiso, contrato renovado con la sociedad, vertebrador, transversal y respetuoso con personas con sentido de pertenencia e identidades diferentes. Ideas novedosas, audacia prudente a la hora de seguir marcando la singladura en pos de la construcción de la nación de los siete territorios. Construcción transversal de la nación vasca basada en la suma de voluntades. Contrato renovado generador de condiciones para que sigamos escribiendo de nuestro puño y letra presente y futuro. Apuesta entre diferentes por la mejora de la democracia, del funcionamiento de las instituciones, por ser conscientes del futuro mestizaje que ya está aquí, por la acogida a los nuevos vascos e interpretar en clave de acierto las preocupaciones de la sociedad y sus más jóvenes, apuesta que pasa por hacernos atractivos en el aliento a las reivindicaciones nacionales vascas.
Reto a futuro de hacer efectivas las soberanías compartidas en un mundo cada vez más interdependiente. Apuesta incluyente por un futuro compartido por diferentes, que reflexiona sobre el sentido moderno de las soberanías e identidades compartidas en un contexto global, con larga mirada en la sostenibilidad, medio ambiente, infraestructuras, ordenación del territorio, bienestar social, economía, energías renovables, innovación, educación, cultura y conocimiento. Bilateralidad, concertación, acuerdo, diálogo compartido que con todas sus limitaciones, dificultades y ritmos diferentes desembocará en la nación vasca de los siete territorios en una Europa diversa. Futuro que periclite imposiciones. Un futuro de reconducción, relaciones negociadas y de torcer democráticamente la historia anquilosada de las fronteras. Futuro en el que las siguientes generaciones practiquen respeto mutuo y declinen conceptos como interdependencias recíprocamente asumidas, soberanías y ámbitos de decisión libremente compartidos. Futuro de encajes amables superadores de actuales delimitaciones administrativas.
Convencido estoy que el 21 de abril revalidaremos de la mano de EAJ-PNV y de la mano del octavo lehendakari, Imanol Pradales ,más concretamente, y con nota, la apuesta por Euskadi, su autogobierno y su futuro. Aurrera, Imanol. Lortuko duzu eta lortuko dugu.
Dudaba en titular en afirmativo este artículo (incógnitas) o dejarlo en el ámbito dubitativo (¿incógnitas?). Incluso se me ha pasado por la cabeza utilizar un “veremos” que no implica apuesta alguna ni afirmar nada de nada. Yo personalmente, en las tertulias a las que periódicamente acudo en una radio vasca, suelo echar mano del “veremos”. Creo que esta ocasión es propicia para poder echar mano de cualquiera de los títulos antes mencionadas.
La mayor incógnita que estimo que tiene la política en general es la situación diabólica que se está dando en la política española, en Madrid o en el Congreso de Diputados, es decir en la Cortes españolas. ¿Aguantará Pedro Sánchez en sus poliédricos equilibrios con unos y otros y resistirá el actual Gobierno español? No lo sé. Si sé que la política española se caracteriza por su cinismo, hipocresía y cainismo. La antipolítica hecha carne. La vergüenza. El divorcio o separación (o como se le quiera llamar) entre Podemos y Sumar en Euskadi quizás los lleve al borde del precipicio, a su desaparición como fuerzas políticas mínimamente relevantes. Un auténtico suicido autoprogramado, reflejo de una irresponsabilidad mayúscula.