Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Montes de Iturrieta libres de industria eólica
Titulares como “Iberdrola y EVE activan un plan eólico en Euskadi de 700 millones” o “Iberdrola y EVE analizan ocho ubicaciones para nuevos parques eólicos en Euskadi” son los que nos hemos desayunado durante los últimos meses. Titulares acompañados por la instalación repentina de una torre de medición de viento de 85 metros de altura en los Montes de Iturrieta cuyos promotores son los mismos, Iberdrola y EVE. Es una falta de respeto a toda la ciudadanía vasca que una institución como el Gobierno Vasco esté vendiendo humo a golpe de titular cuando no existe en la actualidad ninguna base normativa para poder desarrollar o implantar legalmente ninguna central eólica en la Comunidad Autónoma Vasca. Es admirable la rápida reacción de vecinos y vecinas del entorno de los Montes de Iturrieta que no han tardado en organizarse en torno a la Plataforma ciudadana “Iturrietako Mendiak Aske” y denunciar públicamente la falta de transparencia y la actitud del Gobierno Vasco.
Es evidente que se trata de un conjunto de “globos sonda” emitidos por las élites políticas y empresariales de este país, los mismos de siempre, que no tienen otro objetivo que, a través de la utilización de los recursos públicos, aprovechar las oportunidades de negocio para satisfacer los intereses privados. No es nada nuevo, ya ocurrió con “Eólicas de Euskadi” hace una década y volverá a ocurrir si del Partido Nacionalista Vasco depende.
La amenaza del negocio eólico, envuelto en celofán verde, vuelve a volar sobre el valioso legado que nuestros antepasados nos han encomendado, que debemos cuidar y preservar para el uso y disfrute de futuras generaciones. Me refiero a una gran parte del territorio alavés de gran valor naturalístico, en su sentido más amplio, que, a través de los siglos, se ha ido transformando a consecuencia de los usos, actividades y aprovechamientos comunales de las personas que nos han precedido en estas tierras y han sabido mantenerlas en buen estado y conservar su biodiversidad.
Los Montes de Iturrieta son un buen ejemplo de lo que hablo. Su titularidad pública ha facilitado tradicionalmente una gestión de los mismos orientada al interés general y al cumplimiento de sus funciones sociales, en clave de sostenibilidad real. Se trata de un entorno natural protegido por la Red Natura 2000. En concreto, se encuentra dentro de la Zona de Especial Conservación de Entzia que alberga aves y rapaces. De manera ocasional aparece también el quebrantahuesos y se trata de una zona de elevado interés para la expansión de esta especie.
Pero además, contradice el Plan Mugarri 2010-2020 para la promoción y desarrollo de energías renovables de la Diputación alavesa, donde para la instalación de centrales eólicas se excluyen los montes protegidos o las zonas medioambientalmente sensibles. Los impactos no se reducen a lo visual, estas instalaciones modifican el entorno al ir asociadas a cimentaciones, nuevos accesos y viales rápidos, desmontes, líneas eléctricas… Este plan Mugarri también propone la potenciación de mini-eólicas en zonas antropizadas o polígonos industriales, alternativa que no se ha querido desarrollar hasta ahora y que se debería impulsar en un futuro junto con la fotovoltaica y otras renovables.
Para este nuevo plan eólico que nos propone el Gobierno Vasco, ha creado la empresa Aixeindar junto con Iberdrola, único socio elegido a dedo que controlará el 60%. Un modelo al que nos tienen acostumbrados y que ya es hora de cambiar. El Ente Vasco de la Energía (EVE) debería invertir decididamente en planes que impulsen las energías renovables, que busquen la autosuficiencia energética de los municipios y que desarrollen un modelo más social, descentralizado y distributivo de energía.
Es hora de exigir respeto, transparencia y responsabilidad a los responsables del Gobierno Vasco. Nos encontramos en una situación de emergencia climática global causada por un sistema económico mundial dominante, donde de manera absolutamente consciente, prevalece el capital frente a cualquier otro aspecto eco social.
Si de verdad nos creemos que tenemos que tomar medidas para poder dejar un planeta en condiciones decentes para las futuras generaciones es urgente actuar hacia una transición energética que minimice la dependencia de energías fósiles. Para ello, la implantación y desarrollo de la energía eólica será necesaria pero nunca será una solución si para ello industrializamos nuestros entornos naturales protegidos poniendo en riesgo nuestra biodiversidad, privatizamos grandes superficies de montes comunales o de utilidad pública y encima lo hacemos con el objetivo único de obtener la máxima rentabilidad económica para satisfacer los intereses privados de las élites políticas y empresariales de este país.
*Kike Fernández de Pinedo es el portavoz de EH Bildu en las Juntas Generales de Álava
Titulares como “Iberdrola y EVE activan un plan eólico en Euskadi de 700 millones” o “Iberdrola y EVE analizan ocho ubicaciones para nuevos parques eólicos en Euskadi” son los que nos hemos desayunado durante los últimos meses. Titulares acompañados por la instalación repentina de una torre de medición de viento de 85 metros de altura en los Montes de Iturrieta cuyos promotores son los mismos, Iberdrola y EVE. Es una falta de respeto a toda la ciudadanía vasca que una institución como el Gobierno Vasco esté vendiendo humo a golpe de titular cuando no existe en la actualidad ninguna base normativa para poder desarrollar o implantar legalmente ninguna central eólica en la Comunidad Autónoma Vasca. Es admirable la rápida reacción de vecinos y vecinas del entorno de los Montes de Iturrieta que no han tardado en organizarse en torno a la Plataforma ciudadana “Iturrietako Mendiak Aske” y denunciar públicamente la falta de transparencia y la actitud del Gobierno Vasco.
Es evidente que se trata de un conjunto de “globos sonda” emitidos por las élites políticas y empresariales de este país, los mismos de siempre, que no tienen otro objetivo que, a través de la utilización de los recursos públicos, aprovechar las oportunidades de negocio para satisfacer los intereses privados. No es nada nuevo, ya ocurrió con “Eólicas de Euskadi” hace una década y volverá a ocurrir si del Partido Nacionalista Vasco depende.