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El PNV, ¿de derechas o de izquierdas?

Gorka Maneiro

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¿Es el PNV de derechas? ¿O es de izquierdas? ¿Es de ambas corrientes ideológicas a la vez? ¿No lo es de ninguna? ¿Qué es realmente el PNV, próximo partido ganador de las inminentes elecciones vascas? Esta misma semana, Iñigo Urkullu, quien próximamente renovará su cargo de Lehendakari, negaba la mayor y afirmaba que ambos conceptos son conceptos anticuados. Que hoy ya no tiene sentido hablar de izquierda y derecha. Veamos.

¿Han oído ustedes a algún miembro relevante del PNV criticar genéricamente a la 'izquierda'? No lo recuerdo. ¿Han oído ustedes a algún miembro relevante del PNV criticar genéricamente a la 'derecha'? Tampoco. A lo más que han llegado ha sido a criticar a la 'derechona' o a la 'derecha mediática', no vayan a sentirse ofendidos sus votantes de derechas (y porque además saben que esa crítica está muy bien vista en Euskadi). Pero no exactamente a la 'derecha' por ser derecha. Esta es una buena pista. Pensemos. A Podemos, que dijo no ser ni de derechas ni de izquierdas en sus inicios, hoy se le oye habitualmente criticar con ahínco a la 'derecha', y así se ubica en la izquierda. Lo mismo le ocurre al PSOE, aunque, en el poder, tienda a impulsar políticas económicas de derechas. Para Vox, el enemigo de España es la 'izquierda' y el comunismo, y no ahorran críticas a la ideología izquierdista y a lo que representa. Y Ciudadanos comenzó a hacerlo cuando Albert Rivera se propuso sustituir al PP como representante del centro derecha español. ¿Ahora lo hacen? Mucho menos, y solo para criticar al actual Gobierno de España, pero no tanto por ser de izquierdas como por pactar con los independentistas.

Pero, ¿es el PNV de derechas o es de izquierdas? A diferencia del resto de partidos que se autoubican en algún espacio ideológico, el PNV evita hacerlo. Su lema viene a ser el siguiente (el cual, por cierto, llevaron literalmente en recientes elecciones): Lo primero, Euskadi. El Frente Nacional de Le Pen llevó uno semejante en relación a Francia: Los franceses, primero. Pero, al margen de que por propia estrategia electoral decida no ubicarse en ningún espacio salvo en la defensa de lo que ellos consideran los intereses de Euskadi (siempre desde un punto de vista nacionalista), ¿dónde se ubica el PNV?

El PNV es nacionalista vasco y tal cosa lo exhibe en sus propuestas políticas y en su propio nombre. Y, más allá de que a veces muestre su rostro más independentista y en otras ocasiones ofrezca una cara más pragmática y autonomista, su objetivo es el fortalecimiento de Euskadi como entidad política. O, dicho de otro modo: teóricamente, la consecución de la independencia (romper el Estado, lo cual es profundamente reaccionario) y, mientras tanto, seguir obteniendo ventajas políticas y económicas a través de su representación en el Congreso de los Diputados, la cual siempre hace valer decisivamente, incluso cuando sus votos no son decisivos. Si atendemos a sus propios intereses partidarios, de modo muy hábil e inteligente.

Pero si atendemos a sus políticas, ¿dónde está el PNV? Y aquí está la respuesta clave: allí donde le permita seguir ensanchando y fortaleciendo su proyecto político, para lo cual (y bastaría observar sus posicionamientos tanto en el Parlamento Vasco como en el Congreso de los Diputados desde el inicio de la democracia), no tiene problema en ir moviéndose al ritmo al que se mueve la sociedad. A veces se alía con posicionamientos más progresistas (ley del aborto, matrimonio homosexual, ley de dependencia) y otras veces con posicionamientos más conservadores (la política fiscal o, sin ir más lejos, contra la ley de vivienda vasca, contra la que rugió hasta la extenuación hasta que fue aprobada y, una vez fue aprobada, la abrazó sin mayor problema). Y ni una cosa ni la otra le ocasiona ningún retroceso electoral.

Es el único partido político capaz de pactar ahora con el PSOE y mañana con el PP o primero con el PP y al día siguiente con el PSOE, sin que le salpique ni tal decisión ni ninguno de los errores que cometan estos partidos en el gobierno. Y si salta un escándalo de corrupción, moción de censura. Si hay que dar imagen de partido de orden, se da, y la Iglesia y los empresarios lo agradecen; si hay que reivindicar mejores políticas sociales, recuerda las que tenemos por estos lares (aunque algunas se aprobaron a pesar suyo); si hay que dar imagen macarra y juvenil, organizan un Carnaval de lo más festivo. Y si está involucrado en gravísimos casos de corrupción política o de clientelismo, sale siempre de rositas. Y, si hay dudas, saldrá Urkullu o Andoni Ortuzar pidiendo perdón y haciendo propósito de enmienda, ganándose el aplauso mayoritario de la prensa.

Y ¿quién vota al PNV? Al PNV le votan personas de derechas, de izquierdas y mediopensionistas. Le votan hombres, mujeres, jóvenes y mayores. Le votan independentistas, autonomistas y, créanme, españolistas. Pero es que además le votan republicanos y monárquicos. Y todos ellos le votan por razones distintas e incluso contradictorias, pero le votan. Y si la cosa se pone complicada como en 2001… sacan votantes hasta de debajo de las piedras. Y aquí paz y después gloria.

No, el PNV no es un partido de derechas al uso. Sí, ya sé que el PNV lo fundó un racista como Sabino Arana y que su lucha contra Franco brilló por su ausencia (como su compromiso contra ETA, por cierto), pero no es un partido de derechas como tal. O no siempre lo es. Y tampoco lo es de izquierdas. De hecho, ni siquiera es un partido político convencional; es, más bien, un movimiento (una religión, y no precisamente laica) capaz de amoldarse a las circunstancias de cada momento para obtener ventajas políticas y privilegios económicos. O quizás sea de derechas o de izquierdas (del mismo modo que a veces es independentista y a veces autonomista) según el momento y el lugar. Realmente, el PNV quiere ser el Estado. Y, en parte, ya lo es.

El PNV es una maquinaria electoral a la que nada le afecta. Si tiene crisis internas, o no se notan o las muestran como muestra de su pluralidad interna. Todos a una como en Fuenteovejuna. ¿Que surge Podemos? No solo no le afecta sino que incluso incrementa su representación. ¿Que surgen Ciudadanos o Vox? Aquí ni siquiera obtendrán representación. Acabo de encontrar una encuesta electoral de hace justo 20 años: PP-UA y PNV empataban a 22 escaños. Hoy el PNV se acercará a 30 y el PP, con Cs, firmaría 9.

Por cierto, ¿han escuchado ustedes a algún dirigente político español criticar al PNV y, en concreto, a Iñigo Urkullu? Creo que nadie, salvo honrosas excepciones y Vox. ¿Y saben por qué? Porque todos quieren pactar con él. Aspira a la independencia y a romper el Estado, pero Iñigo Urkullu es un hombre de Estado.

Podemos acaba de ofrecer a Bildu y al PSE un pacto que permita desalojar al PNV de la Lehendakaritza después del 12 de julio. Ahora mismo los socialistas vascos se están… tronchando. ¿Y saben por qué? No porque aritméticamente no fuera posible o porque Bildu sea un desagradable compañero de viaje… sino porque la mejor forma de vivir en Euskadi es siendo del PNV. Y, la segunda mejor, pactando con el PNV.

*Gorka Maneiro, asociado de HAC Group, firma internacional de asuntos públicos, relaciones internacionales, formación de líderes y solidaridad internacional

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