¿Política o economía?

Hay muchos asuntos de interés sobre a los que prestar atención estos días, los paraísos fiscales, la lista Falciani, el TTIP, la deuda griega, etc pero me van a permitir que en esta primera columna ponga el foco sobre unas palabras de Ray Dalio presidente de Bridgwater, el mayor 'hedge fund' del mundo (fondo de alto riesgo):

“La ideología hace que la maquinaria de la economía sea menos saludable”

Y mi interés se centra en que sus palabras expresan una idea , que a su vez está cargada de una ideología concreta, que es fiel reflejo de la pensamiento neoliberal dominante de que la economía es algo especifíco y externo a la sociedad, pues el concepto mercado es una institución social natural, universal e inexorable, es una fuente de bienestar per se, sin precisar intervención exterior, el libre comercio y los movimientos libres de capitales son a su vez naturales y la competencia es social y economicamente beneficiosa. Y por lo tanto la politica (entendida en su concepto más amplio) es nefasta para este concepto, tanto en cuanto establece ciertas medidas contra los abusos de acumulación del capital.

Llama poderosamente la atención que el neoliberalismo que nos ha llevado a esta crisis que ha causado estragos entre las clases medias y bajas, que ha incrementado las desigualdades sociales y pone en entredicho el estado de bienestar haya salido reforzado de la misma. Hasta el punto de que su proyecto permanece sólido y hegemónico y se impone todavía más, a pesar de que su proceder es similar al de antes de la crisis, es decir enriquecerse a costa del conjunto de la sociedad.

Y esto es posible debido a la conquista del conjunto de las ciencias sociales por los modelos mentales de la economía y a que se ha economizado todo y a todos con la idea básica de que el provecho propio es el núcleo central del pensamiento racional (homo economicus). Es decir la exaltación del egoísmo, con lo que llega a suponer en la transformación de las escala de valores sociales. Ya lo apuntaba Dyson con su reflexión respecto a que el mercado se ha convertido en el motor central de nuestro propio pensamiento con todas las consecuencias que ello implica.

Todo ello nos conduce a que el neoliberalismo se ha convertido en una visión integral del mundo, transcendiendo a la doctrina económica concreta. Visíón que nos traslada la percepción de que somos tan libres que realmente nadie puede controlar nuestras vidas y las posibilidades de elección y la libertad es más amplia que nunca, y lo cierto es que chocamos con un sistema que tiene la sartén por el mango y nos niega el derecho a mostrarnos de manera distinta y hagamos lo que hagamos el sistema afirma que lo hacemos en aras a nuestro propio provecho, manteniendo la atención centrada intensamente en nosotros mismos. Nuestra atención centrada en nosotros, nunca en el apoyo común.

La idea plasmada por Byung Chul Han de que el sujeto sometido no es ni siquiera consciente de su sometimiento, que se cree libre y que esta forma de dominación neutraliza la resistencia de una forma muy efectiva, explica bien los argumentos anteriores.

Y aquí me pregunto como hace Mirowski, ¿que papel en la confrontación ideológica hemos jugado los economistas heterodoxos?. ¿Qué lecciones debe aprender la izquierda de los neoliberales?. ¿Seremos capaces de elaborar una visión alternativa a la neoliberal?

Yo a pesar de que parece que en términos generales las tendencias apuntan a consolidar la hegemonía neoliberal con nuevos compromisos en la cima de las jerarquías sociales, soy optimista pues creo en que las fuerzas de la razón, de la esperanza y de la realización de un mundo nuevo aparecerán.

A la larga, la Historia es mía, porque yo soy el Hombre y tú eres sólo un trust de mercaderes

La Historia es larga, el Hombre eterno, y tu eres sólo la sombra pasajera de la avaricia (Leon Felipe)

Hay muchos asuntos de interés sobre a los que prestar atención estos días, los paraísos fiscales, la lista Falciani, el TTIP, la deuda griega, etc pero me van a permitir que en esta primera columna ponga el foco sobre unas palabras de Ray Dalio presidente de Bridgwater, el mayor 'hedge fund' del mundo (fondo de alto riesgo):

“La ideología hace que la maquinaria de la economía sea menos saludable”