Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
¿A quién le preocupa el devenir del PSOE?
Desde que el PSOE comenzó su declive España viene tambaleándose paulatinamente. Peor aún, los ciudadanos vienen sufriendo las consecuencias de un gobierno de derechas, -en el que la ultraderecha española se siente a gusto-, que no ha resuelto ni atenuado ni uno solo de los problemas que atosigan a los españoles. Las elecciones europeas han venido a corroborar un proceso en el que el socialismo democrático del PSOE se arruina si no cambia drásticamente sus posiciones “conservadoras”. Fue eso lo que llevó al PSOE a abordar un trámite, con una urgencia inusitada, para elegir una nueva dirección y dar a entender a la ciudadanía que desea cambiar de forma drástica. Pero la urgencia excesiva y la obstinación de la Dirección por no dimitir (sólo renunciar a la reelección) pueden dejar el proceso en poco más que un escarceo.
Sin embargo los medios de comunicación vienen cubriendo las noticias sobre las elecciones para secretario general del PSOE como si se tratara de la elección del candidato a presidente del Gobierno español. ¿Por qué? No es ningún disparate afirmar que ya no queda ningún periódico, en papel, cuya vinculación ideológica sea de izquierdas. El poder económico y financiero se ha hecho con los medios de comunicación escritos, de tal modo que los escaparates de los puestos de venta de periódicos rinden culto al Gobierno y a la derecha exhibiendo titulares que obedecen a noticias poco desarrolladas. De tal modo hay que calificar la información relativa a estas elecciones primarias que va a ir celebrando el PSOE nacional y regional.
No solo se ha evitado la neutralidad no repartiendo el espacio a partes iguales entre los tres, -digo bien, tres-, contendientes, sino que se han publicado editoriales incitando a votar a quien, o quienes, mejor podrá acoplarse a las posturas más conservadoras con el fin de que quede asegurado el actual establishment, siempre amparándose en que PP y PSOE puedan seguir pactando aspectos como la eternización de la Monarquía, la supeditación al Mercado tal como se ha entendido hasta ahora, o la unidad territorial del Estado con el actual entramado institucional.
Hasta que se han producido los resultados electorales últimos del PSOE nadie ha encendido la alarma, ningún medio de comunicación se ha dado cuenta de que el socialismo español es más que una ideología y más que una mera formación política.
Es incuestionable que el PSOE ha sido la formación política que más esfuerzo hizo para aceptar el cambio de la Transición entre la dictadura y la democracia, pero también es verdad que ha sido algo desidioso a la hora de elaborar y desarrollar políticas sociales ambiciosas, a las que ha supeditado a otras políticas inspiradas por y desde instituciones europeas dirigidas por las derechas. Y ha sido esa desidia la que ha escorado al PSOE hacia el centro, que es una posición política poco estable, porque depende del límite al que lleguen en cada momento las derechas y las izquierdas.
Ahora, en pleno proceso de rehabilitación del socialismo español, el poder mediático, que sirve bien al poder económico y financiero que le sostiene, arrima el ascua a su sardina... y claro, su sardina preferida es la que queda menos a la izquierda. De ese modo quedará favorecida esa tendencia absurda que, siguiendo la estela del gran acuerdo europeo entre conservadores y socialdemócratas, propicie aquí un acuerdo entre PP y PSOE tan absurdo como miserable. Al poder económico no le interesa un PSOE ideologizado, no le interesa un PSOE socialista... Pero, ¿no sería un oprobio para los socialistas más humildes, que somos mayoría, que dicten las claves para el futuro los socialistas de la elite, que son muchos menos y mucho menos socialistas? Porque también la cualidad “socialista” está sujeta a niveles de exigencia y a valores, aunque no a intereses particulares.
Desde que el PSOE comenzó su declive España viene tambaleándose paulatinamente. Peor aún, los ciudadanos vienen sufriendo las consecuencias de un gobierno de derechas, -en el que la ultraderecha española se siente a gusto-, que no ha resuelto ni atenuado ni uno solo de los problemas que atosigan a los españoles. Las elecciones europeas han venido a corroborar un proceso en el que el socialismo democrático del PSOE se arruina si no cambia drásticamente sus posiciones “conservadoras”. Fue eso lo que llevó al PSOE a abordar un trámite, con una urgencia inusitada, para elegir una nueva dirección y dar a entender a la ciudadanía que desea cambiar de forma drástica. Pero la urgencia excesiva y la obstinación de la Dirección por no dimitir (sólo renunciar a la reelección) pueden dejar el proceso en poco más que un escarceo.
Sin embargo los medios de comunicación vienen cubriendo las noticias sobre las elecciones para secretario general del PSOE como si se tratara de la elección del candidato a presidente del Gobierno español. ¿Por qué? No es ningún disparate afirmar que ya no queda ningún periódico, en papel, cuya vinculación ideológica sea de izquierdas. El poder económico y financiero se ha hecho con los medios de comunicación escritos, de tal modo que los escaparates de los puestos de venta de periódicos rinden culto al Gobierno y a la derecha exhibiendo titulares que obedecen a noticias poco desarrolladas. De tal modo hay que calificar la información relativa a estas elecciones primarias que va a ir celebrando el PSOE nacional y regional.