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Suspenso sistémico del alumnado vasco en comprensión lectora

Primero se hicieron públicos los resultados de las Evaluaciones de Diagnóstico 2015 [nivel de desarrollo de las competencias básicas de cada uno de los alumnos y alumnas escolarizados-as en 4º de Educación Primaria y 2º de ESO.], luego los resultados de PISA 2015, hace ahora un año, y recientemente los resultados del PIRLS 2016 en los que se evalúa a alumnos de 9 años de cuarto de Primaria. Un suspenso reiterado nacional e internacionalmente. La publicación de los resultados de PIRLS ( Progresse in International Reading Literary Study) ha coincidido con cinco convocatorias de huelga en la red pública en Euskadi ( no así en la privada concertada) en un mes y se anuncian nuevas. Ni sindicatos, ni padres, ni expertos, ni gobierno hablan de la comprensión lectora: a lo sumo alguno de boicotear las evaluaciones internacionales. No hay voz crítica alguna; la educación no es motivo de preocupación ni en el euskobarómetro, ni en el deustobarómetro… ni está en la agenda de nadie a pesar de los datos.

La Consejera reconoce que los datos de “comprensión lectora” de PIRLS, son “unos malos resultados ”. Esta vez no le cogen de sorpresa, porque vienen precedidos de los dos varapalos anteriores, ahora bien, añade a continuación que tenemos “un buen sistema educativo” y reitera una vez más los datos que se han convertido en lugares comunes: “nuestro bajo índice de abandono escolar temprano, nuestro alto índice de titulación superior, becas, nuestra formación profesional…etc. ” Todos ellos datos ciertos pero matizables; pues hay que reconocer que las dificultades de acceso al trabajo de los jóvenes, con la precariedad de lo que se ofrece, les fuerza a seguir estudiando y formándose tras los 16 años; por eso ha bajado, también, este índice en todas las CCAAs; de la misma manera que ha bajado el paro, en general, en Euskadi ,más por la reducción de la población activa que por las políticas activas de empleo…, es cierto que tenemos el mayor índice de titulados superiores, un rasgo, en principio, bueno porque supone un mayor nivel cultural y de conocimiento, sin embargo, desde el punto de vista de la eficiencia, de lo que se invierte, es para que lo reconsideremos, no sea que estemos egresando arquitectos e ingenieros, o titulados en filosofía para empleos que se pueden ejercer con un graduado de secundaria o un ciclo formativo de grado medio; en cuanto a las becas somos líderes , como lo somos también en FP, pero no sólo por méritos propios, por tradición, sino también por la generosidad del resto de españoles que nos permiten cosas que no se producen en otras CCAAs en materia de gasto o inversión educativa; somos la Comunidad Autónoma líder en subvencionar vía concierto educativo la enseñanza posobligatoria. Por tanto, lo somos por tradición, pero también por concierto/cupo, por conexión con el mundo productivo, máquina herramienta, automoción…pero, sobre todo, por la generosa financiación de la que no disponen otras CCAAs.

La Consejera nos recuerda que ya están trabajando en implementar medidas para mejorar en “comprensión lectora”, como un “plan lector” en los centros ( 75 ¿) , pero nos advierte que los resultados tardarán de 6 a 10 años. Uno o dos lustros o algo más. ¿Se puede afirmar que tenemos un buen sistema educativo con este déficit de comprensión lectora acreditado tanto a los 9 como a los 15 años, tanto en las evaluaciones propias como en las internacionales? Uno empieza a tener sus dudas. Empiezo a pensar que estamos ante un problema sistémico, “propio” de nuestro “singular” sistema educativo vasco que tiene que ver con la apuesta que se ha hecho por convertir “en la práctica y de facto” el euskera en la lengua vehicular “preferente cuando no exclusiva” en los centros, marginando el respeto y la consideración del castellano; la lengua materna de la gran mayoría del alumnado, la más idónea para acceder no sólo a todos los conocimientos sino incluso al conocimiento de la lengua cooficial, el euskera Debemos recordar que la lengua materna castellana es también es la lengua familiar de la gran mayoría del profesorado, del personal de los servicios educativos complementarios y, en definitiva, del conjunto de la CAPV. Nuestra lengua común está siendo orillada y este suspenso reiterado en “comprensión lectora” es una de sus consecuencias. Hay una apuesta por la inmersión lingüística en un contexto de escaso uso y presencia del euskera; esto es un error, sin paliativos que necesita una rectificación en toda regla.

No estamos en Cataluña, en donde la lengua romance la hablan de manera generalizada los hijos y nietos de las generaciones de los inmigrantes de los 50 y de los 60, incluso, de los magrebíes francófonos; estamos en Euskadi, con una lengua “propia” que no es romance, y lo que es más importante, que salvo en contadas zonas de Gipuzkoa y Bizkaia apenas se habla fuera del ámbito escolar. Sigue siendo una impertinencia muy pertinente la pregunta ¿para qué estudiar/aprender una lengua que no se habla o apenas se habla?. Un nacionalista, que quiere construir nación con la lengua, tiene una respuesta fácil, pero quienes no comparten el proyecto preferirían invertir las horas de euskera al aprendizaje del idioma de la ciencia, del mundo global…sino fuera porque es la manera de acceder a los casi 80.000 puestos de trabajo públicos donde su conocimiento se exige como requisito o se puntúa como mérito.

En la definición de los expertos, “la comprensión lectora es la habilidad para comprender y utilizar las formas lingüísticas requeridas y/o valoradas por el individuo…. Los lectores son capaces de construir significado a partir de una variedad de textos. Leen para aprender, para participar en las comunidades de lectores del ámbito escolar y de la vida cotidiana, y para su disfrute personal.”. ¿Alguien cree que un alumno de 9 años con el castellano como lengua materna y familiar de uso va a disfrutar leyendo en euskera…? No es osado vaticinar que acabarán odiando la lengua impuesta, la lengua escolar. “Comprender leyendo” es tan básico y tan fundamental como para que se considere que “El desarrollo de la habilidad de la competencia lectora es clave en los procesos de crecimiento y madurez de la población desde el principio de su escolarización y, en general, a lo largo de toda su vida. El futuro social, cultural y económico de los países depende en gran medida del nivel educativo de su población, pues condiciona las capacidades sociales y profesionales de sus ciudadanos, que constituyen el capital humano que determina el desarrollo general de un país.”. Son las palabras de los expertos.

Por tanto, estamos hablando de algo muy serio, fundamental, que debería producir alarma social; a mí me resulta alarmante el silencio. Impresiona la espiral de silencio de todos los agentes educativos, la ausencia de crítica…; lo considerado como políticamente correcto enmudece ante este suspenso en comprensión lectora Todo el mundo que no comparte esta política, calla, porque tiene miedo a ser señalado, al ostracismo, al estigma de ser crítico con la política educativa y lingüística….El personal está cansado, harto, ha tirado la toalla. No hay alternativa; han conseguido, de momento, que esta cuestión no sea ni objeto de debate, porque todos los agentes educativos y políticos participan de esta política de priorización del euskera por encima de la lengua materna del alumnado… incluso a costa de que esto provoque discriminación, segregación y atente contra el principio de igualdad de oportunidades. Esto a la izquierda le debería mover a la contestación y a la crítica pero lejos de ello son los principales valedores del proyecto nacionalista de sustitución lingüística que se está produciendo. (“El complejo de los conversos, una vez más”.)

Los datos publicados deberían hacernos dudar de la supuesta superioridad de nuestro sistema educativo; incluso, sin necesidad de entrar en la evidencia de su ineficiencia en términos de input/output, o de inversión por alumno o por aula si lo comparamos con otras CCAAs gracias al concierto/ cupo del que gozamos por ser vascos La coartada del carácter bilingüe de nuestro sistema se emplea para todo, para justificar el gasto desorbitado y para ser comprensivos con los malos resultados del sistema porque si a los 9 no comprenden y a los 15 tampoco…insistiendo, lograremos el objetivo aunque sea más tarde. No es de recibo… Se podrá justificar parte del coste, del gasto, de la inversión en Educación…pero a estas alturas creo que ya va siendo hora de que se aborde el tema sin paños calientes, en toda su crudeza y sin “impostura”.

PIRLS es una prueba de alfabetización lectora que se hace cada 5 años y en ella han participado 50 países. España ha quedado en el puesto 31 y ha mejorado pasando de obtener 511 puntos a 528. España está en un nivel intermedio de los 50 países evaluados. Pero Euskadi ha obtenido 517 puntos; por debajo, tanto de la media española, como de la europea ( 539) o la de la OCDE. ( 540). El peor de las 7 CCAAs que han participado con muestra ampliada. Este es un dato terrible pero no le ha hecho mover una pestaña al gobierno, ni a la oposición porque saben que eso significa cuestionar la política lingüística. Y claro, aquí a quien cuestione la política lingüística lo echan a las tinieblas exteriores.

Que Euskadi obtenga la puntuación más baja de las siete comunidades autónomas que han participado con una muestra ampliada ha sorprendido a todo el mundo, [ Andalucía( 525) Asturias (548), Castilla y León ( 546), Cataluña (522), Euskadi ( 517), Rioja ( 546) y Madrid (549] Todas ellas son comunidades autónomas monolingües, salvo Cataluña y Euskadi. Pero Andalucía (525) tiene uno de los niveles de renta más bajos, y, por tanto, uno de los ISEC inferiores y sin embargo, mejor puntuación de comprensión lectora, a pesar de su alto abandono escolar temprano.

La puntuación media de la UE ha sido de 539 y la media de la OCDE de 540. Entre las cuatro primeras puntuaciones más altas se encuentran países que aparecen también en primera posición en los ranking de PISA; algunos de estos países comparten con nosotros el hecho de tener más de una lengua oficial; es el caso de Rusia ( 581), Singapur (576) Irlanda (567) y Finlandia (566); los cuatro primeros de PIRLS ( en comprensión lectora). Me atrevo a asegurar que su gasto por aula no es superior al vasco.

Nos dicen los expertos que los alumnos de cuarto curso de Educación Primaria evaluados están en un momento clave en el desarrollo de los niños como lectores, puesto que ya han aprendido a leer y «están ya leyendo para aprender». De ahí que algunos nos alarmemos., porque las conclusiones son preocupantes, y , aunque algunos medios se han hecho eco de ellas, no estaría mal recordarlas:

- El rendimiento medio de los estudiantes de País Vasco (517) es significativamente menor que el promedio de España, a pesar de tener uno de los Índice Socioeconómicos (ISEC) más altos de España

- Liderazgo vasco en cuanto al número de alumnado rezagado. El porcentaje de alumnado con nivel muy bajo (menos de 400 puntos) en Euskadi es de un 4%, frente al 3% de Andalucía y Cataluña y el 1% de Asturias, Rioja, Madrid y Castilla León. Aunque ese porcentaje es similar al del promedio de la OCDE y de la UE resulta muy significativo si tenemos en cuenta el input por alumno en cada comunidad autónoma.

- Fracaso vasco en nivel de excelencia. El porcentaje de alumnos excelentes en Euskadi es del 4%; en España es del 6%; menor que el 11% del total UE* y del 12% del promedio de la OCDE-24. Los porcentajes de alumnos excelentes varían entre comunidades, en algunos casos por encima de la media de España: La Rioja (10%), Asturias y Madrid (9%), Castilla y León (7%) y en otros, por debajo: Andalucía y Cataluña (5%) y País Vasco (4%). En todos los casos los promedios son inferiores al total de la UE* y al Promedio OCDE-24.

- El alumnado vasco de la pública peor que el de la concertada y con una diferencia mayor que en el conjunto de España Los estudiantes escolarizados en centros de titularidad pública obtienen una puntuación estimada de 521 puntos, frente a la media de 541 alcanzada por los que están escolarizados en centros privados. Esta diferencia de 20 puntos es estadísticamente significativa en el conjunto de España. Solamente en Castilla y León y La Rioja no se da una diferencia estadísticamente significativa, mientras que en el resto, sí la hay: País Vasco (25 puntos), Cataluña (19 puntos), Asturias y Madrid (16 puntos) y Andalucía (15 puntos). Euskadi es la comunidad autónoma en la que las diferencias entre el alumnado de la pública y de la privada son más grandes. La segregación es una realidad que cuestiona el principio de igualdad de oportunidades y convierte al sistema educativo en lugar de un instrumento para el ascensor social en un instrumento para negar posibilidades de promoción a quienes yendo a la pública se encuentran con “un modelo de inmersión” que no respeta su lengua materna.

Los alumnos vascos de 9 años constituyen el grupo al que menos le gusta leer. Más de la mitad de los estudiantes españoles (56%) afirma que les gusta mucho leer, porcentaje considerablemente superior al promedio OCDE-24 (36%) y al total UE* (38%) …. En las comunidades autónomas españolas, el porcentaje de alumnos a los que les gusta mucho leer varía del 44% de País Vasco al 64% de Castilla y León o al 63% de Andalucía, en todos los casos porcentajes superiores al promedio OCDE-24 … Es decir, que los alumnos vascos de 9 años son los que menos disfrutan con la lectura. Si la lectura se convierte en un martirio a estas edades no hay futuro. Creo que haría bien el Departamento en saber el índice de lectura de su profesorado, sus hábitos lectores…en qué lengua lo hace, si lo hace…. pues un maestro o maestra que no lee, que no disfruta con la lectura no puede motivar a su alumnado…Cuando hablo de lectura hablo de libros, de prensa escrita, de inquietud cultural…

No sé en qué lengua han realizado la prueba los alumnos vascos; supongo que la mayoría en euskera pues el modelo D es el mayoritario y es la lengua vehicular mayoritaria en ese curso escolar; de hecho es una práctica habitual en algunos centros dejar el estudio del castellano para los dos últimos cursos de Primaria. Tengamos en cuenta que nuestros alumnos de cuarto de primaria, en general, han comenzado su escolarización con 2 ó 3 años; como ya se sabe en Euskadi tenemos prácticamente generalizada la escolarización a los 2/ 3 años, estos alumnos, por tanto, llevan 6 ó 7 años de escolarización entre infantil y los cuatro cursos de Primaria.

Los expertos dicen que, cuando la lengua materna o lengua familiar coincide con la lengua de la prueba, el alumnado es capaz de demostrar más plenamente su competencia; esta es la razón por la que se solía orientar a los alumnos de 15 años vascos en PISA a hacer la prueba mayoritariamente en castellano. Ahora bien en el caso de PIRLS se supone que los alumnos seleccionados habrán optado por hacer la prueba en su lengua de escolarización, pues se trata de una evaluación de diagnóstico similar a la que hacemos desde Euskadi en la que se quiere saber el nivel de comprensión lectora en euskera los de modelo B y D ( 95%) del alumnado. Recordemos los datos para ser más precisos: 21.149 alumnos matriculados en 2015 en 4º Primaria ,15.090 ( 71,35%) optaron por el modelo D ( todo en euskera), 4.955 ( 23,42%) por el modelo B y sólo 971 ( 4,59%) por el modelo A.

Ahí está el problema; nuestros alumnos no comprenden porque hacen la prueba en euskera. Con ello nos volvemos a plantear, que la lengua familiar de la mayoría del alumnado (castellano) no coincide con la lengua de la prueba en la que tienen que demostrar su competencia, su comprensión lectora. Igual tenemos que hacer como en Bélgica unos en francés (497) y otros en flamenco. (525) ; hacer dos evaluaciones separadas para saber realmente el nivel de comprensión lectora y de las diversas competencias de PISA en cada una de las lenguas de la CAPV. Igual para hacer un diagnóstico de la situación debemos hacer en la evaluaciones internacionales dos pruebas diferenciadas: una en castellano y otra en euskera; una para los que tienen el euskera como lengua familiar/materna y otra para aquellos cuya lengua materna/familiar es el castellano. Igual debemos dar más relevancia a la lengua materna del alumnado a la hora de matricularse y advertir a los padres de ello.

Dicen los expertos que “el aprendizaje y desarrollo de una segunda lengua necesita un mínimo de 7 años de inmersión en la misma y aún más si se tiene en cuenta el número de usuarios habituales de la lengua en el entorno y se considera que en determinados contextos sociolingüísticos una de las dos lenguas no está normalizada…” No es lo mismo la situación bilingüe de Cataluña, o la de Canadá, Quebec, Luxemburgo, China, la de Singapur Finlandia porque las lenguas en juego se hablan, están normalizadas o como ocurre con el catalán son de la misma familia que el castellano…No hablemos de bilingüismo y plurilingüismo en general sino en concreto, aquí y ahora. Esta es la cuestión que hay que plantearse tras más de 30 años de discriminación positiva en el acceso a los puestos de la administración y servicios, universidad, de los hablantes que tenían como lengua materna el euskera, de los que lo han aprendido…y de los costes sociales que esta discriminación está teniendo en un contexto demográfico de envejecimiento, de globalización e internacionalización, y de una estrategia de sustitución de una lengua común, primera lengua de casi todos los vascos, por otra lengua no romance, cuyo conocimiento escolar se extiende pero cuyo uso no aumenta en correspondencia con su incremento de conocimiento, por múltiples razones que no vienen ahora al caso….¿Cuáles son los costes que estamos dispuestos a pagar por continuar en esta política, que nos arroja estos resultados tan alarmantes para nuestro futuro y en la que algunos quieren reafirmarse, extendiendo el modelo D a todos para , anteponiendo el objetivo de construir nación (“nation building”) profundizar en la inmersión lingüística cueste lo que cueste, y cueste lo que nos cueste.

Oí a algunos expertos en su día, (cuando los resultados de PISA eran buenos) , que no les preocupaban los malos resultados de las evaluaciones de diagnóstico con alumnos de 9 años pues todavía les quedaban 5 ó 7 años más de escolarización obligatoria hasta los 16. El problema es que en PISA 2015 a los alumnos de 15 años también les dieron un varapalo descomunal en la última evaluación publicada. Por tanto, tenemos un problema “propio”, sistémico y como tal debe abordarse. Quizá por ello algunos quieren boicotear esta prueba y todas las evaluaciones: las propias, las “nacionales” y las internacionales.

Primero se hicieron públicos los resultados de las Evaluaciones de Diagnóstico 2015 [nivel de desarrollo de las competencias básicas de cada uno de los alumnos y alumnas escolarizados-as en 4º de Educación Primaria y 2º de ESO.], luego los resultados de PISA 2015, hace ahora un año, y recientemente los resultados del PIRLS 2016 en los que se evalúa a alumnos de 9 años de cuarto de Primaria. Un suspenso reiterado nacional e internacionalmente. La publicación de los resultados de PIRLS ( Progresse in International Reading Literary Study) ha coincidido con cinco convocatorias de huelga en la red pública en Euskadi ( no así en la privada concertada) en un mes y se anuncian nuevas. Ni sindicatos, ni padres, ni expertos, ni gobierno hablan de la comprensión lectora: a lo sumo alguno de boicotear las evaluaciones internacionales. No hay voz crítica alguna; la educación no es motivo de preocupación ni en el euskobarómetro, ni en el deustobarómetro… ni está en la agenda de nadie a pesar de los datos.

La Consejera reconoce que los datos de “comprensión lectora” de PIRLS, son “unos malos resultados ”. Esta vez no le cogen de sorpresa, porque vienen precedidos de los dos varapalos anteriores, ahora bien, añade a continuación que tenemos “un buen sistema educativo” y reitera una vez más los datos que se han convertido en lugares comunes: “nuestro bajo índice de abandono escolar temprano, nuestro alto índice de titulación superior, becas, nuestra formación profesional…etc. ” Todos ellos datos ciertos pero matizables; pues hay que reconocer que las dificultades de acceso al trabajo de los jóvenes, con la precariedad de lo que se ofrece, les fuerza a seguir estudiando y formándose tras los 16 años; por eso ha bajado, también, este índice en todas las CCAAs; de la misma manera que ha bajado el paro, en general, en Euskadi ,más por la reducción de la población activa que por las políticas activas de empleo…, es cierto que tenemos el mayor índice de titulados superiores, un rasgo, en principio, bueno porque supone un mayor nivel cultural y de conocimiento, sin embargo, desde el punto de vista de la eficiencia, de lo que se invierte, es para que lo reconsideremos, no sea que estemos egresando arquitectos e ingenieros, o titulados en filosofía para empleos que se pueden ejercer con un graduado de secundaria o un ciclo formativo de grado medio; en cuanto a las becas somos líderes , como lo somos también en FP, pero no sólo por méritos propios, por tradición, sino también por la generosidad del resto de españoles que nos permiten cosas que no se producen en otras CCAAs en materia de gasto o inversión educativa; somos la Comunidad Autónoma líder en subvencionar vía concierto educativo la enseñanza posobligatoria. Por tanto, lo somos por tradición, pero también por concierto/cupo, por conexión con el mundo productivo, máquina herramienta, automoción…pero, sobre todo, por la generosa financiación de la que no disponen otras CCAAs.