Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
No vamos a ceder
Contra el fascismo no vamos a ceder. Los fascistas tampoco cederán por voluntad propia, han pasado cien años desde el nacimiento del fascismo y siguen machacando con la misma cantinela (los nacionales primero –cuando no únicos-). Ahora es el portavoz de Vox en el Congreso, Espinosa de los Monteros, quien el 2 de junio dijo: “El poco dinero que tenemos es para pagar a los españoles”.
Hasta a la gente de extrema derecha, como al burro de la fábula, le suena la flauta por casualidad y dice algo con razón. Es el caso de Cayetana Álvarez de Toledo cuando le dijo a Pablo Iglesias que los hijos no son responsables de lo que hacen sus padres. Como era de esperar en su siguiente frase desdijo su propia afirmación achacando al vicepresidente del Gobierno ser hijo de su padre. Lo que no tiene ningún sentido porque es lo que somos todos.
El sonido que Álvarez de Toledo ha conseguido sacar de la flauta se contrapone, sin que sirva de precedente, a las manifestaciones de Espinosa de los Monteros. En estos detalles de excepción debe radicar la diferencia del fascismo y la extrema derecha que uno y otra representan. Si los hijos no son responsables de lo que hicieron sus padres tampoco lo son de su lugar de nacimiento. A las personas desplazadas de sus países de manera forzosa no se les puede achacar nada por su condición de no nacionales. Ahora viven aquí y deben ser tratadas y consideradas igual que las personas nacidas aquí.
El sonriente, simpático y facineroso -por malvado o de perversa condición- señor Espinosa de los Monteros miente con pleno conocimiento de causa. No existe ninguna posibilidad de que una persona migrante recién llegada (efecto llamada) pueda percibir el Ingreso Mínimo Vital. Para percibir esta renta se requiere: cumplir un año de residencia legal en España, haber vivido independientemente tres años en el caso de personas solas y estar inscrito como demandante de empleo, para lo cual es necesario tener permiso de trabajo. Son requisitos muy difíciles de cumplir para muchas personas migrantes regularizadas y por definición imposibles para las cerca de 600.000 personas migrantes en situación administrativa irregular que existen en estos momentos, muchas de los cuales llevan residiendo en España diez y más años.
Y miente también el señor Espinosa de los Monteros porque, como ocurre en el caso de Euskadi, se da la circunstancia de que la población de origen extranjero aportó a la economía vasca en 2018 casi el doble de lo que recibió por parte de la administración. “El consumo familiar de la población extranjera en Euskadi en 2018 aportó a la economía vasca 810 millones de euros más de lo que recibió por parte de la administración pública.” (Informe sobre sobre ‘La aportación de las personas de origen extranjero en la CAE a través del PIB’ presentado el 20 de mayo por el Observatorio Vasco de Inmigración Ikuspegi).
Cuando lee estos datos el señor Espinosa de los Monteros debería ser consecuente y pedir que la riqueza producida por los no nacionales sea revertida a ellos. Pero no lo pide porque, como recoge la 'Demanda urgente por la regularización permanente y sin condiciones de todas las personas migrantes y refugiadas ante la emergencia sanitaria' el portavoz de Vox está completamente de acuerdo en que las personas migrantes trabajen en “precarias condiciones laborales, de desprotección y explotación. Como puso de manifiesto el pasado mes de febrero el relator especial sobre la pobreza extrema y los derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuando visitó a los temporeros de Huelva y a las trabajadoras del hogar y los cuidados en Madrid, -dos de los tantos sectores ocupados mayoritariamente por personas migrantes en situación de precariedad y de explotación-”.
Estos representantes del fascismo nunca alzan la voz para denunciar a las empresas para las que trabajan sin contrato las personas migrantes.
Pues que sepan que no nos vamos a callar, que no vamos a dejar de rebatir sus mentiras interesadas. No vamos a dejar que nos ganen esta batalla por agotamiento, por aburrimiento, vamos a combatir sus bulos sin tregua manteniendo el pulso el tiempo que sea necesario hasta llevarlos de nuevo a las catacumbas de las que no deberíamos haberles dado opción de salir.
*Germán García Marroquín, miembro de Ongi Etorri Errefuxiatuak
Contra el fascismo no vamos a ceder. Los fascistas tampoco cederán por voluntad propia, han pasado cien años desde el nacimiento del fascismo y siguen machacando con la misma cantinela (los nacionales primero –cuando no únicos-). Ahora es el portavoz de Vox en el Congreso, Espinosa de los Monteros, quien el 2 de junio dijo: “El poco dinero que tenemos es para pagar a los españoles”.
Hasta a la gente de extrema derecha, como al burro de la fábula, le suena la flauta por casualidad y dice algo con razón. Es el caso de Cayetana Álvarez de Toledo cuando le dijo a Pablo Iglesias que los hijos no son responsables de lo que hacen sus padres. Como era de esperar en su siguiente frase desdijo su propia afirmación achacando al vicepresidente del Gobierno ser hijo de su padre. Lo que no tiene ningún sentido porque es lo que somos todos.