El cambio climático ya está aquí, no cabe ninguna duda, y es una realidad más dramática aún cuando se ponen cifras a algunas de sus terribles consecuencias. Sólo en Gipuzkoa, durante los últimos ocho años han muerto 398 personas a causa del exceso de temperatura. Un informe de Naturklima, la Fundación Foral de Cambio Climático de Gipuzkoa, que ha analizado la situación del clima en este territorio entre 2015 y 2023, ratifica esta consecuencia directa del cambio climático en la vida de las personas, especialmente entre los más mayores o los que están afectados por algún tipo de patología. De hecho, el 96% de las personas fallecidas tiene más de 65 años. Los datos indican que el número de mujeres fallecidas es superior al de los hombres (54,6%), siendo especialmente vulnerable el grupo de edad de mayores de 85 años (186 mujeres frente a 71 hombres).
El Informe de Impacto y Vulnerabilidad al Cambio Climático en Gipuzkoa constata que el año pasado 2023 fue el segundo año más cálido jamás registrado en Gipuzkoa, “consolidando una tendencia que afecta tanto a las temperaturas como a los patrones meteorológicos, con consecuencias directas e indirectas sobre la salud de la población”. El año pasado fue también el año en el que se produjo un mayor impacto del calor en la mortalidad, un 273,7% superior al 2022, con un 30% más de días en los que se superó la temperatura umbral de impacto en la salud.
En la presentación del estudio, en la que ha participado el diputado de Sostenibilidad, José Ignacio Asensio, y el director de Naturklima, Xabier Esteban, se ha destacado que las localidades más afectadas por estos picos de temperatura han sido Donostia, Irún y Arrasate-Mondragon, debido a que se trata de áreas urbanas más vulnerables por su “densidad urbana, la escasez de espacios verdes y el alto porcentaje de suelo artificializado, lo que amplifica el impacto del calor”. “Los datos que presenta este informe confirman que el cambio climático ya está afectando a nuestro territorio y a la salud de nuestra ciudadanía”, ha señalado Asensio.
Naturklima señala que, a nivel global, 2023 se ha establecido como el año “más cálido de la historia, con una temperatura media 1,45ºC superior a la de la era preindustrial”. En Gipuzkoa, las estaciones meteorológicas han registrado una temperatura media de 14,2ºC, lo que representa un aumento de 0,67ºC respecto a la media de los últimos 30 años y de 0,75ºC en relación con el periodo 1981-2010. “Este dato sitúa a 2023 sólo por detrás del 2022, que fue el año más cálido registrado”. El informe destaca que, tanto las temperaturas máximas como mínimas, se encuentran entre las más elevadas de la historia reciente, mostrando un claro aumento que subraya la vulnerabilidad del territorio ante el calentamiento global. Las zonas rurales, por contra, presentan una menor vulnerabilidad, gracias a la presencia de amplios espacios naturales que amortiguan los efectos del calentamiento.
El informe también ha analizado la evolución de la precipitación en Gipuzkoa durante el año 2023. Aunque la precipitación anual se mantuvo dentro de los parámetros considerados normales, fue un 4,1% inferior a la media histórica (1981-2010). Esta situación, “si bien no resulta alarmante en términos de largo plazo, evidencia que los patrones meteorológicos están sujetos a una variabilidad que podría acentuarse en los próximos años”.
Agua más caliente y el nivel del mar subiendo
Otro aspecto que destaca el informe es el estado del océano en el Golfo de Vizcaya, donde las aguas superficiales se han calentado desde los años 80 a un ritmo de entre +0,20ºC y +0,26ºC por década. Este aumento de la temperatura marina ha conllevado un incremento significativo en el número, la intensidad y la duración de las olas de calor marinas, fenómenos que no solo afectan a los ecosistemas marinos, sino también a las actividades humanas y la economía local. Además, el nivel del mar sigue subiendo a un promedio de 2,5 cm por década desde los años 90, un indicador preocupante que plantea riesgos para las áreas costeras del territorio.
El impacto de estos cambios no sólo afecta al entorno natural, sino que tiene profundas implicaciones para la salud y el bienestar de las personas. El informe de Naturklima subraya que el cambio climático es ya una amenaza concreta para la salud pública. Los fenómenos extremos, como las olas de calor, están aumentando en frecuencia e intensidad, exponiendo a la población guipuzcoana a riesgos cada vez mayores. La Organización Mundial de la Salud estima que el cambio climático provocará unas 250.000 muertes adicionales al año entre 2030 y 2050 debido a la alteración de las enfermedades y las condiciones de vida.
En Gipuzkoa, en el periodo 2015-2023 se estima una mortalidad atribuible al exceso de temperatura de 398 muertes. El grupo de edad más afectado por las temperaturas extremas es el de mayores de 65 años, con 382 fallecimientos, lo que representa el 96% de los fallecimientos en el territorio. Los datos indican que el número de mujeres fallecidas es superior al de los hombres (54,6%), siendo especialmente vulnerable el grupo de edad de mayores de 85 años (186 mujeres frente a 71 hombres). El año 2023 fue el año en el que se produjo un mayor impacto del calor en la mortalidad, un 273,7% superior al 2022, con un 30% más de días en los que se superó la temperatura umbral de impacto en la salud.
El informe advierte también sobre el riesgo creciente de enfermedades transmitidas por vectores, como el mosquito tigre y la garrapata de la oveja, cuyo hábitat se ha ampliado en el territorio debido al aumento de las temperaturas. Estos vectores, que ya están presentes en Gipuzkoa, pueden ser responsables de la propagación de enfermedades que afecten a la población local, y su incidencia podría aumentar en los próximos años si no se toman medidas de mitigación adecuadas.