El candidato Otxandiano encabeza la delegación de EH Bildu en el homenaje a Buesa y Díez Elorza, asesinados por ETA en 2000
Como es tradición cada 22 de febrero a mediodía, decenas de personas se han congregado alrededor del monolito ubicado junto al campus universitario de Vitoria, justamente donde ETA asesinó en 2000 al vicelehendakari y dirigente socialista Fernando Buesa y a su escolta, el agente de la Ertzaintza Jorge Díez Elorza, para depositar flores rojas en su memoria. Con las familias de las víctimas, los representantes del PSE-EE, mandos de la Policía vasca -vestidos con uniforme de gala y en formación- y muchos los principales representantes institucionales de Vitoria, Álava y Euskadi, han participado en el homenaje todos los partidos políticos, incluida EH Bildu (y dentro de ella Sortu) e incluido el candidato a lehendakari de la izquierda abertzale, Pello Otxandiano.
Hace pocos días Otxandiano recibió críticas por haber manifestado en la Cadena Ser que ETA fue un “ciclo político”. La propia Fundación Buesa se sumó a ellas. “¿ETA fue un ciclo político? Mientras no hagáis de una vez por todas una lectura crítica del pasado no podremos mirar al futuro. La deslegitimación del terrorismo ejercido por ETA es imprescindible para construir una sociedad plenamente democrática”, pidió esta entidad a la izquierda abertzale.
Este jueves ha sido el propio Otxandiano el que ha encabezado la delegación de EH Bildu, muy amplia. Esta formación participa regularmente en los homenajes, como también su principal partido, Sortu. Con el candidato han estado la portavoz en el Parlamento, Nerea Kortajarena, el parlamentario Julen Arzuaga, la secretaria general de EA, Eva Blanco, o la que fuera ganadora de las elecciones en Vitoria, Rocío Vitero. La representación de la formación ha saludado a las familias de las víctimas, según las fuentes consultadas.
La Fundación Buesa ya había organizado este miércoles su 'In Memoriam' anual. Sara Buesa, hija del político, fue muy contundente en su intervención. “Todavía no queda claro en este país si matar es cometer un crimen o defender una idea. O si depende del contexto, del fin, o de quienes sean los que mueran”, criticó. Y siguió: “Matar, secuestrar, torturar, amenazar y extorsionar, está mal, estuvo mal y no debió haber sucedido nunca. Todas las personas que fueron víctimas de esas acciones merecen reconocimiento y reparación. La convivencia durante décadas con la violencia impregnó y contaminó la atmósfera de nuestra sociedad, condicionando nuestra visión del mundo, nuestras actitudes, nuestra forma de expresarnos y relacionarnos”. El olvido, creen los Buesa, “no es una opción”.
Los homenajes a Buesa llegan meses después de que se vandalizara tanto el monolito como la tumba de Buesa en el cementerio de Santa Isabel de Vitoria. “Fue inhumano y cruel, pero la crueldad máxima fue haberlo asesinado hace 24 años”, sostiene la familia. En el Parlamento Vasco se ha celebrado también un minuto de silencio unánime en memoria de Buesa y se ha instalado un pebetero junto a una gran fotografía en blanco y negro. Es lo habitual cuando es la fecha del aniversario del asesinato de los cuatro parlamentarios víctimas del terrorismo. Por ello, además de a Buesa se ha rendido tributo a otro socialista, Enrique Casas, asesinado en 1984 por la escisión de ETA Comandos Autónomos Anticapitalistas. “Perdonar es voluntario, olvidar no”, dijo sobre este crimen la dirigente socialista guipuzcoana y diputada Rafaela Romero.
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