El área de Prisiones del Gobierno vasco está preparando una instrucción sobre el reconocimiento, garantía, protección y promoción de la igualdad de trato y la no discriminación de las personas trans en el ámbito penitenciario. Según ha informado el Gobierno vasco, el documento ha tomado como referencia la instrucción catalana de 2019, y actualmente está en fase de contraste con la Dirección de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad, así como con las asociaciones LGTBI+ de Euskadi, informa Europa press.
“La aprobación de la denominada Ley Trans por el Gobierno central el pasado mes de febrero ha provocado que los poderes públicos actualicen sus políticas en pos de garantizar la igualdad real y efectiva de las personas trans y LGTBI en todos los entornos”, ha recordado el Ejecutivo vasco. En el ámbito penitenciario, la legislación no recoge nada específico respecto al tratamiento de las personas trans, aunque sí cuenta con una Instrucción de 2006 de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. En ella se contemplan acciones positivas como que “las personas trans sin identidad oficial de sexo acorde con la sentida puedan acceder a módulos y condiciones de internamiento con los preceptivos informes de valoración médica y psicológica, y el reconocimiento de la identidad psicosocial de género a efectos penitenciarios”.
En el caso de Euskadi, con el traspaso de las competencias de gestión de los centros penitenciarios al Gobierno autonómico, se comenzó a aplicar la ley vasca de 2012 de no discriminación por motivos de identidad de género. De este modo, la nueva instrucción recoge que “la consideración de persona trans se rige por el derecho a la libre autodeterminación de la identidad, sin necesidad de un diagnóstico o informe psiquiátrico, psicológico o tratamiento médico”. Para ello, establece mecanismos, instrumentos, medidas y pautas para asegurar la garantía de este reconocimiento.
“De hecho, basta con que la persona solicite que se reconozca su identidad de género para que se apliquen las acciones recogidas en la resolución de una manera discreta y respetuosa”, ha añadido. En primer lugar, “la persona será requerida por parte del personal de la Unidad de Ingresos para que determine el uso de los pronombres, el nombre y el género con el que quiere ser tratada, en caso de que no conste en la documentación”, se recoge en el documento. El equipo técnico dispondrá de diez días para realizar los pertinentes informes.
Por su parte, las personas trans podrán solicitar a la dirección del centro ser ubicadas en unidades o centros del género con el que se identifican, salvo que la Junta de Tratamiento considere que existen causas que aconsejen la ubicación en unidades o centros de acuerdo con el sexo asignado de nacimiento. Estas causas pueden ser la actividad delictiva e historial penal, valorando si la persona ha sido condenada por delitos de género o contra la libertad sexual de las mujeres o menores de edad; su historial penitenciario, teniendo en cuenta la existencia de problemas de inadaptación, y el riesgo de seguridad percibido de la persona trans hacia otras personas internas y viceversa.
Existe otra variable, y es que la decisión de empezar a vivir en un género diferente al asignado al nacer se produzca después de un periodo de estancia en el centro. En esta circunstancia, la instrucción establece que una persona referente realice labores de acompañamiento, pudiendo ser una entidad especializada, y pauta un periodo no superior a tres meses para confirmar si se la demanda es firme y consistente o si es una acción puntual o instrumental.
Por su parte, la instrucción también recoge que el personal penitenciario velará por evitar cualquier situación discriminatoria o situación de violencia, para lo que recibirá formación orientada hacia la sensibilización sobre la diversidad, las diferentes perspectivas y formas de sentir y ser de las personas trans. Asimismo, se potenciará la eliminación de la transfobia, especialmente en el colectivo de personas jóvenes.
La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, ha destacado que esta instrucción es un ejemplo más del modelo penitenciario vasco, centrado en la atención individual de las personas. “La decisión formal de vivir de acuerdo con el género sentido es un elemento a considerar en el programa individualizado de tratamiento”, ha explicado.
Melgosa ha recordado que el próximo 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la homofobia, la transfobia y la bifobia. “Este Gobierno ratifica su compromiso por garantizar los derechos de todas las personas. La diversidad enriquece”, ha insistido. En la actualidad, una persona trans está ingresa en uno de los tres centros penitenciarios vascos, que cuentan con el apoyo del servicio Berdindu! de información y atención a los asuntos relacionados con la diversidad sexual y de género.