Chequeo a la Sanidad que recibe Pradales: ocho días para ir al médico en Errenteria y 120.000 en espera del especialista
El nuevo consejero de Salud, el doctor Alberto Martínez Ruiz, ha entregado de golpe al Parlamento Vasco una decena de informes solicitados tanto por EH Bildu (Rebeka Ubera) como por el PP (Laura Garrido) sobre el estado de salud de la Sanidad vasca. El lehendakari, Imanol Pradales, ha situado devolver el “prestigio” a Osakidetza como una de las prioridades de la legislatura que ahora arranca e incluso lo ha mencionado como tal el consejero de Hacienda, Noël d'Anjou, al presentar las directrices de los presupuestos de 2025. Pradales, de hecho, aboga por un gran pacto de país en materia sanitaria y, entre otros compromisos, ha planteado más recursos para atención primaria de modo que la cita no se demore más de dos días, reducir a 50 días la media de espera para una operación o contratar a 2.000 profesionales. La Sanidad pública es la principal preocupación ciudadana, según reflejan encuestas recientes como el Deustobarómetro. Éstas son las cinco claves principales de la situación de Osakidetza.
1 - Atención primaria: demora media
Una de las peticiones de EH Bildu era el dato de la demora en los centros de salud, tanto en el médico de cabecera como en el pediatra, así como en las visitas de enfermería e incluso administrativas. Sostiene el consejero Martínez que “el promedio de demora general de Osakidetza para cita presencial, por estamento, es inferior a 48 horas”. Así, estaría ya cumplida la promesa del lehendakari. De hecho, ya es inferior en citas administrativas, pediátricas y de enfermería, según ese recuento general. Además, se recalca que “todos” los ambulatorios pueden garantizar atención “en el mismo día” si el paciente así lo requiere.
Pero eso son promedios. La realidad en detalle es diferente. Hasta 34 centros de salud, según los datos oficiales, superan ese dato de 48 horas en uno varios tipos de consultas. El peor dato se da en el consultorio Iztieta, en Errenteria. En la localidad guipuzcoana hay que esperar ocho días para ser atendido por el médico de cabecera (y seis para un trámite administrativo). En Ondarroa, en Bizkaia, también hay que esperar una semana para estar con el facultativo. En la capitales, el consultorio Gazteleku de Bilbao es el que más demoras presenta, cinco días. Pero cuatro ambulatorios de Vitoria se van por encima de las 48 horas en medicina de familia, por ejemplo. En la Rioja Alavesa el pediatra tarda cinco días.
En otro informe, Salud confirma el recorte horario durante la temporada de verano. A principios de junio se estimó en al menos 83 consultorios de Bizkaia, 26 de Gipuzkoa y 17 de Álava con menos tiempo de atención. El consejero Martínez ha indicado que la planificación de este verano ya está cerrada por el equipo anterior y que los nuevos gestores no pueden ya cambiarlo. Pradales ha llegado a pedir “un año” para que se aprecien los cambios que ha prometido en la Sanidad pública.
2 - Atención hospitalaria: camas cerradas en verano
Los datos oficiales muestran que las camas hospitalarias que, en general, se reducirán este verano serán menos que las de 2023. En detalle, en junio se ha cerrado una planta y 70 puestos (por cuatro y 163 del pasado verano); en julio, el mes en curso, son siete plantas y 530 camas (por 11,5 y 479); en agosto, el momento del pico, son nueve plantas y 777 camas (14,5 y 855 en 2023); y en septiembre, al menos en los primeros días, la previsión es de cerrar 3,5 plantas y 392 plazas (nueve y 640). Las plazas totales aproximadas de los hospitales vascos son 6.000, de modo que el recorte máximo ronda el 13%, por un 14% de 2023.
Los planes de contingencia de verano -que vienen motivados por la escasez de personal por la acumulación de turnos vacacionales- se prolongarán hasta el 29 de septiembre en el hospital de Usansolo, el que más estirará esta situación excepcional. Por centros, es el Donostia el que más camas tendrá que cerrar en agosto (176). Cruces es el más afectado en julio y septiembre (108 plazas menos).
3 - Listas de espera (1): la demora quirúrgica
La lista de espera quirúrgica tiene 23.328 pacientes. El 1,73% -397 enfermos- están pendientes de entrar en quirófano desde hace más de seis meses. Con este grupo, la Administración no cumple un decreto de garantías que fija en 180 días la espera máxima para una intervención programada no urgente. Por comarcas sanitarias, Donostialdea tiene 4.416 pacientes en espera, la que aglutina de los hospitales de Vitoria (OSI Araba) 3.935, la zona de Bilbao 2.809 y el mayor hospital vasco, el de Cruces en Barakaldo, 3.816.
¿Son datos mejores o peores? En diciembre, eran 23.157 los que componían esta lista. Hace un año, 25.403. Antes de la pandemia, en 2019, eran 17.512. En cuanto a los que están fuera de los plazos máximos garantizados, han llegado a ser el 5% del total y más de 1.100 en números absolutos. Estos indicadores se van conociendo porque los pide la oposición en el Parlamento. La web oficial de Osakidetza dejó de publicarlos en 2020 y tampoco se hacen ya las ruedas de prensa habituales antes de la llegada de la COVID-19.
Al margen de la lista general se ofrecen los datos de pacientes oncológicos y cardíacos. Son 540 los enfermos de cáncer esperando una intervención. Doce de ellos llevan más de 30 días esperando, el plazo máximo garantizado para este tipo de patologías. En cuanto a la cirugía cardíaca, que solamente se ofrece en Cruces y en Basurto -aunque se quiso cerrar-, tiene 33 personas pendientes y ninguno más de tres meses, el tope establecido reglamentariamente.
La de Tolosa es una comarca sin hospital público. El servicio lo ofrece la clínica concertada La Asunción. Aquí hay otra cola de 398 pacientes. No consta que ningún usuario tenga que esperar más de 180 días, según los datos oficiales facilitados por el Gobierno vasco.
4 - Listas de espera (2): la demora de consultas con el especialista
119.643 vascos están esperando una consulta con un especialista. Un paciente que reciba hoy un volante será atendido, por término medio, el 16 de septiembre. La demora media es de 68 días. Pero son casi ocho meses en Angiología en Vitoria, casi siete meses en Oftalmología en Usansolo, casi nueve meses en Cardiología en Arrasate-Mondragón. También hay unos 2.500 pacientes de Psiquiatría en cola.
Aunque la cifra es muy elevada -equivale a la mitad de la población de Vitoria, por ejemplo- supone una mejora con respecto al dato de diciembre, que llegó a 126.386, el máximo histórico. La referencia de 2019, antes de la COVID-19, era de 95.725. Estos datos no incluyen lo relativo a la comarca de Tolosaldea.
5 - Listas de espera (y 3): la demora de pruebas complementarias
La tercera lista de espera es la de las pruebas diagnósticas. 51.328 pacientes tienen pendiente ser llamados. Son 33 días de demora media, es decir, que un nuevo volante se resolvería el 12 de agosto, aproximadamente. Pero, nuevamente, la media encierra desigualdades. Son más de cinco meses los que hay que esperar para un ecocardiograma en Cruces. O seis meses largos para una ecografía en el hospital del Bidasoa. También se aprecia una mejora respecto del último dato conocido, el de Navidad. Entonces eran 52.178 los pacientes en espera. Hace un año eran 51.653. Con todo, el indicador sigue siendo casi del doble que antes de la COVID-19. En 2019 eran 27.746.
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