Ciudadanos empieza a bajar la persiana en Euskadi y no se presentará a las elecciones vascas del 21 de abril
De un modo discreto, sin anuncios públicos, Ciudadanos poco a poco va bajando la persiana en Euskadi. Este miércoles, mientras los partidos se agolpaban ante los juzgados para ser los primeros en registrar las candidaturas de cara al 21 de abril, no había allí nadie de la formación naranja. Tampoco la semana pasada se cumplimentaron otros trámites previos y preceptivos para concurrir a las autonómicas. No hay representante alguno ante la Junta Electoral, por ejemplo. Es algo que sí han hecho todos los demás e incluso plataformas extraparlamentarias como Izquierda por Almería (IPAL). Formalmente, los plazos no están cerrados. Formalmente, tampoco ha habido ninguna comunicación ni desde Madrid ni desde el pequeño comité autonómico. Pero, 'de facto', hay una decisión tomada.
En las elecciones generales de julio de 2023 Ciudadanos no se presentó. Tampoco lo hizo en las forales de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa de mayo de 2023 por la dificultad de encontrar candidatos empadronados en los respectivos territorios. En las municipales de esa misma fecha sí concurrió en las capitales, pero fue la decimoséptima fuerza política en Euskadi con apenas 767 votos. Muchísimas candidaturas independientes o extraparlamentarias superaron a Ciudadanos.
En las autonómicas también se requiere que los que figuran en las listas tengan residencia en la comunidad autónoma y son necesarias, al menos, 75 personas y algunos suplentes. La estructura política actual de Ciudadanos es famélica e incluso su líder, José Manuel Gil, había anunciado que no quería ser candidato, aunque sí estaba dispuesto a colaborar en la campaña si finalmente se optaba por participar con una papeleta propia.
Ciudadanos entró en 2020 en el Parlamento Vasco por vez primera en su historia y fruto de una controvertida coalición con el PP impuesta por Pablo Casado y Teodoro García Egea y que otorgó a una formación sin estructura ni cargos públicos en la comunidad autónoma dos de los seis escaños del grupo compartido. Fue uno de los detonantes de la abrupta salida de Alfonso Alonso y de la llegada de Carlos Iturgaiz. Los electos fueron Gil y el entonces líder de la formación, Luis Gordillo. Sin embargo, mediada la legislatura Gordillo saltó de Ciudadanos al PP. También lo hizo Álvaro Gotxi, un asesor, que ahora irá de 'número dos' en la candidatura 'popular' de Bizkaia. Las tensiones con el PP se dispararon, Gil acusó abiertamente de transfuguismo a sus socios y, finalmente, desde 2023 el grupo conjunto del Parlamento Vasco se rompió y Ciudadanos pasó al grupo mixto con Vox.
En el pasado, Ciudadanos en solitario apenas había obtenido representación. Tuvo un edil en Getxo en 2015 que ya no pudo revalidar en 2019. También sacó un escaño en el municipio riojanoalavés de Laguardia y el edil acabó investigado por simular un incendio y unas amenazas. Se presentó después como independiente. El cargo más relevante llegó con Miguel Ángel Carrera, electo como procurador en el Parlamento de Álava, las Juntas Generales. Fue también en 2015. Pero Carrera no acabó la legislatura en Ciudadanos y acabó integrado en el PP. En las autonómicas, en 2016 se quedó en un 2% del voto.
Ciudadanos, como tal, ya ha desaparecido en Euskadi. El Parlamento Vasco quedó disuelto y no tiene representación en la denominada diputación permanente, que es el minipleno de guardia entre legislaturas. De hecho, el personal de Ciudadanos ha sido el único despedido con la convocatoria electoral, mientras que todos los demás asesores de la Cámara continúan en sus puestos. A Ciudadanos solamente le queda el grupo en el Parlamento Europeo y la agrupación original de Catalunya, Ciutadans. El escaño en Castilla y León, el de Francisco Igea, ya no forma parte de la disciplina del partido.
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