Ciudadanos se vale del debate sobre el Concierto para llamar “corrupto” y “reaccionario” al PNV
El Congreso de los Diputados ha dado este jueves el visto bueno por amplia mayoría a las modificaciones del Concierto Económico vasco y del Convenio navarro para que puedan gestionarse nuevos impuestos, entre ellos el de las grandes fortunas, y también la aprobación de la nueva ley quinquenal del Cupo. Como estaba previsto, Ciudadanos y Vox se han quedado solos en la defensa de las enmiendas a la totalidad que han presentado contra estas normas que se han aprobado por el procedimiento de urgencia y de lectura única, como se hace siempre por tratarse de normas pactadas entre los Gobiernos autonómicos y el central, y sin posibilidad de enmiendas. Ambos partidos críticos con la foralidad han aprovechado el debate para cargar contra el PNV. La parlamentaria de Cs, Inés Arrimadas, ha sido especialmente beligerante, y ha tildado al PNV de partido “corrupto” y “reaccionario”. “Al lado del PNV, Vox es un consenso progre”, ha dicho.
Arrimadas ha señalado que “da igual quien gobierne, porque el PNV siempre gana”, porque saca adelante sus propuestas cuando está en La Moncloa el PP o cuando está el PSOE. Ha calificado al PNV de ser el partido “que menos cree en la igualdad”, y ha dicho que “no solo negocia dinero, negocia impunidad”. En este sentido, ha recordado la tragedia de Zaldibar “que ni le roza”, y ha nombrado casos de corrupción que afectan al PNV, como “Alosotegi, Miñano [por De Miguel], Hiriko, Balenciaga, ...”. “Son casos de corrupción del PNV, pero como a una vaca sagrada, nada les afecta”, ha enfatizado la exlíder del partido, que tiene un único cargo público en Euskadi.
También la diputada de Vox, Inés Cañizares, ha calificado al PNV como uno de los partidos “más corruptos”. Sin embargo, en su intervención, la diputada Idoia Sagastizabal no ha entrado a responder estas acusaciones y se ha limitado a criticar los “ataques interesados” al pacto que supone el Concierto vasco y el Convenio navarro, y al riesgo que se asume cuando no hay una buena recaudación sin que se pueda pedir ayuda al Estado. “¿De verdad merece la pena la confrontación entre territorios para hacer politica?”, se ha preguntado.
Aunque con votos a favor, desde otras grupos también han aprovechado sus intervenciones para lanzar críticas al PNV. Por ejemplo. Pilar Garrido, de Unidas Podemos y coordinadora de Podemos en Euskadi, ha criticado que el PNV no use la herramienta del Concierto para abordar una modificación de la fiscalidad. También desde EH Bildu, Mertxe Aizpurua ha puesto en cuestión que el PNV vaya a gestionar el impuesto de las grandes fortunas para aplicarlo, y ha recordado que ya estuvo vigente en Gipuzkoa cuando gobernaba su formación y que el PNV lo quitó cuando llegó al poder con el apoyo del PSE.
Nuevos impuestos
En el debate han estado presentes representantes del Gobierno vasco, como el consejero de Ecoonomía y Hacienda, Pedro Azpiazu, y de las diputaciones, como el diputado de Hacienda de Bizkaia, José María Iruarrizaga, entre otros. La modificación del Concierto vasco y el Convenio navarro introducirá el llamado impuestos de solidaridad o sobre las grandes fortunas, como impuesto concertado, es decir, sobre el que tendrán posibilidad de recaudación y también de modificación. No está todavía claro cómo se aplicará en Euskadi, ya que está vigente el Impuesto de Patrimonio en los tres territorios.
Además de este impuesto, se introducen otros impuestos de nueva creación como el impuesto sobre envases de plásticos no recuperables, el de gases fluorados con efecto invernadero, y el de incineración y vertederos.
No entran en estas modificaciones las tasas a la banca y a las eléctricas, ya que no se tratan de impuestos, propiamente dichos, sino que se ha tramitado como prestación patrimonial pública no tributaria, que no se puede concertar. Euskadi y Navarra recibirán una parte propocional al Cupo. 400 millones en dos años, en el caso de Euskadi y 104 millones en dos años en el caso de Navarra.
En cuanto al cupo vasco, la renovación de la ley quinquenal sale fruto de la reunión de la Comisión Mixta entre el Ejecutivo central y el del País Vasco, donde se fijó que se mantuviera el índice de imputación en el 6,24%, y se fija una aportación provisional del País Vasco al Estado del año base en 1.472 millones de euros. En cualquier caso, la nueva metodología de cupo para el quinquenio 2022-2026 se da con un importe muy similar al importe que actualmente estaba abonando el País Vasco al Estado con el anterior quinquenio. Eso sí, en este cupo base no está integrada como carga asumida la valoración de las políticas activas de empleo, que se instrumenta anualmente como compensación del cupo líquido a pagar al Estado. Los importes definitivos se dividen en el cupo líquido de 2021 (1.403 millones de euros), las compensaciones financieras (definitivo 2021 y provisional 2022) y valoración de políticas activas de empleo (definitivo 2021 y provisional 2022).
Tras la aprobación del Congreso, el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, ha expresado su satisfacción porque la Cámara Baja haya avalado estas normas, agradeciendo “enormemente” el más del 80% del apoyo. “Tenemos una buena noticia se ha aprobado la modificación del Concierto económico y la Ley de Cupo que para el autogobierno -tanto para el Gobierno como para la instituciones forales- son instrumentos básicos”, ha añadido. A su juicio, el apoyo recibido supone que existe “un reconocimiento y un respeto al Concierto y al Cupo como debe ser” pero ha criticado a algunos grupos, -en referencia a Ciudadanos y Vox- por “tratar de utilizar el Concierto y el Cupo de manera electoral”. “Es una falta de respeto, pero estando como estamos en mitad de campaña, es más o menos aceptable”, ha agregado.
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