La Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a seis años de prisión al exentrenador de fútbol de Basauri por abusar sexualmente de un menor durante cuatro años. Además, deberá indemnizar a la familia de la víctima con 40.000 euros y se le condena a una inhabilitación especial de nueve años para el ejercicio de cualquier profesión u oficio que conlleve el contacto regular y directo con menores, en especial el fútbol. Tampoco podrá acercarse al menor a menos de 600 metros ni comunicarse con él a través de ningún medio durante los próximos diez años.
Entre los hechos probados que destaca la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, se relata que el acusado, aprovechando la cercanía que tenía con la familia, a la que en alguna ocasión había llegado a apoyar económicamente, llevaba al menor a los entrenamientos de fútbol, hacía recados con él e incluso le ayudaba con los deberes en el almacén de la tienda que regentaba su madre. Aprovechando esa relación personal que la sentencia recoge como “cuasi-familiar”, el acusado, con perioricidad casi semanal, llevaba al menor a su vivienda, al garaje o dentro de su coche, donde se producían los abusos sexuales.
La víctima, que cuenta en la actualidad con 15 años de edad, denunció estos abusos en marzo de 2019 después de que otras supuestas víctimas interpusieran denuncias, pero cuyos casos fueron sobreseídos al haber prescrito los hechos. Los presuntos abusos al menor se habrían producido desde que tenía ocho años hasta que cumplió los doce, y desde entonces ha estado en tratamiento psicológico.
Durante el juicio, que tuvo lugar los días 6 y 7 de octubre, el menor no declaró en persona para no ser revictimizado, pero se escuchó la grabación de su testimonio. Los psicólogos que declararon tras la escucha, consideraron “válido” el relato del joven, que ofrecía muchos “detalles” de los episodios de presuntos abusos a los que fue sometido por su entonces entrenador.
El acusado, por su parte, negó los hechos de los que se le acusa. En su testimonio aseguró que la familia tenía problemas de dinero, por lo que les prestó 14.000 euros que no le fueron devueltos, además de realizarles regalos tanto al menor como a su hermano. Conoció a la víctima porque fue entrenador de fútbol en la escuela de fútbol del club Baskonia de Basauri hasta el año 2018, donde entrenaba a menores de la categoría de benjamín, alevín e infantil. Sobre las formas de contactar con el menor, confesó que lo hacía por teléfono, a través de WhatsApp o en persona, acercándose a él cuando estaba con sus amigos.
Más testimonios de abusos sexuales
Además del menor, en el juicio declararon otras víctimas que en la actualidad cuentan con 58, 49, 45 y 42 años, asegurando que el acusado llevaba a cabo el mismo modus operandi con ellos. Comenzaba una relación con sus familias a raíz del fútbol, les ofrecía regalos a los menores y, al quedarse a solas con ellos, realizaba los abusos sexuales. En los casos de las otras víctimas los delitos han prescrito puesto que han pasado más de 30 años desde lo ocurrido.
En opinión de la Sala de lo Penal de la Audiencia Provincial de Bizkaia, según se recoge en la sentencia, el testimonio del menor es la “prueba clave del caso”. “Se mantuvo firme desde que decidió revelar los abusos hasta que fue explorado en sede judicial donde proporcionó un relato muy concreto en cuanto a conductas, pautas sexuales y lugares, sin que se detecten en él contradicciones”, apunta la sentencia.
Así, se le condena al acusado por un delito continuado de abuso sexual sobre un menor, por lo que su pena asciende a seis años de cárcel, nueve años de inhabilitación especial para el ejercicio de cualquier profesión que incluya el contacto con menores, la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima durante los próximos diez años y a una indemnización de 40.000 euros en concepto de responsabilidad civil a la familia del menor. La sentencia es apelable por lo que el acusado puede recurrirla ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.