El actual consejero de Salud, Alberto Martínez, que era jefe de servicio en el principal hospital vasco, el de Cruces en Barakaldo, y que ha participado en tribunales de numerosas oposiciones en Euskadi pero también en Galicia, Cantabria, Navarra o Madrid, ha asegurado que “nunca” ha visito problemas con filtraciones o irregularidades en los exámenes. Así las cosas, se ha felicitado por la decisión de una magistrada de Vitoria de cerrar sin la celebración de juicio la investigación por las denuncias de las oposiciones médicas de 2018, que políticamente implicaron la salida del entonces consejero, Jon Darpón, de la directora general de Osakidetza, María Jesús Múgica, y de otros cargos.
Martínez, en aquel momento, era vocal del tribunal de Anestesia, la especialidad en la que se originó la causa por la denuncia de tres opositores. Una de ellas llegó a aportar una grabación de una charla con el entonces responsable de Cruces. La instructora asegura que aquello fue una “encerrona” y que el doctor en ningún caso fue partícipe de posibles irregularidades.
“Yo he participado desde hace 25 años en todas las convocatorias, prácticamente, de tribunales de Osakidetza, en las de Anestesia. Después incluso del de la OPE impugnada. He seguido participando en tribunales por sorteo de Osakidetza y participado en tribunales en Galicia, en Cantabria, en Navarra y en Madrid. Nunca he tenido ningún problema ni ninguna información”, ha manifestado a los medios de comunicación en el Parlamento Vasco. Igualmente, ha señalado que él personalmente no ha sido “informado de nada” sobre su papel en esta causa. “No he tenido más información que la que he podido leer en su periódico”, ha señalado sobre las informaciones adelantadas por elDiario.es/Euskadi.
Preguntado si estaba de acuerdo con que era “vox populi” en Osakidetza que en las oposiciones se han dado siempre filtraciones, ha respondido que en este caso ha habido “cuatro juezas distintas” y que ninguna ha visto indicios de delito. “Esto es como si uno va a cuatro médicos distintos y le dan un diagnóstico y se empecina en que no es así”, ha explicado. En todo caso, solamente la cuarta, Blanca Ester Díaz Pulido, es la que ha emitido el auto de conclusiones, que además no es firme ya que podrían recurrirlo la Fiscalía o los dos sindicatos personados, ESK y LAB.
Las anteriores instructoras fueron entrando y saliendo del juzgado. Además, en estos años se han acumulado largos períodos sin un solo movimiento y no se han practicado diligencias como la revisión de los exámenes o de comunicaciones entre opositores y autores de los exámenes.
Para Martínez, lo relevante es que ahora se podrán asignar ya las plazas pendientes de aquella convocatoria. Son una docena las especialidades que estaban paralizadas cautelarmente, que corresponden con vacantes de 2016 y 2017. De hecho, han pasado tantos años que ha habido nuevas OPE 'a posteriori' que se han ido solapando. El consejero también tiene “satisfacción” por que la resolución judicial “reafirma la integridad y honorabilidad se las personas investigadas”.
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