“El mejor antídoto contra los estereotipos es la convivencia”. Esta frase es de Beatriz Otero, profesora de Sociología y miembro del Observatorio Vasco de la Inmigración-Ikuspegi. Este organismo ha presentado este martes un informe que repasa los prejuicios de las vascos hacia los migrantes. El 65,6% de los vascos cree, por ejemplo, que los migrantes son más machistas que las autóctonos.
Según el informe, que ha sido presentado este martes por la viceconsejera de Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Lide Amilibia y la profesora de Sociología y miembro de Ikuspegi, Beatriz Otero, la sociedad vasca comienza a integrar la diversidad y no ve la inmigración como un problema.
Aun así, todavía más de la mitad de los encuestados (un 52,9%) son partidarios de limitar la entrada solo a personas que tengan un contrato de trabajo. El contrato es el “elemento clave” sobre el que deben pivotar, según los encuestados, las políticas de acceso a derechos y servicios, y a la situación administrativa regular.
Estos datos se han obtenido tras encuestar a 600 personas sobre cuestiones como derechos, servicios, trabajo y políticas migratorias en relación con los inmigrantes. “A medida que vamos conviviendo más con personas de otros orígenes, los estereotipos van disminuyendo”, ha afirmado Otero.
La profesora de Sociología ha querido recalcar que una de las razones por las que la sociedad vasca es más abierta en estos temas en comparación con otros territorios, es porque los políticos vascos, “a diferencia de partidos populistas que han sabido jugar bien con el miedo y la inseguridad”, no han utilizado el tema de la inmigración en sus discursos. Además, ha querido destacar el sistema de protección social de Euskadi, ya que, “cuando las personas se sienten protegidas, son más tolerantes y abiertas”.
Restaurantes sí, templos no
Otro dato llamativo: mientras el 73,5% de los encuestados está a favor de que las personas de origen extranjero abran restaurantes de comida exótica en Euskadi, cuando se trata de construir templos para sus religiones, hablen entre sí su propio idioma o vistan como en su país de origen, la tolerancia desciende. Solo un 38,6% está completamente a favor de la construcción de templos, un 53,7% se muestra de acuerdo con que hablen su idioma de origen y a un 38% le parece mal que vistan como en su país.
Entre los tipos de vestimenta que toleran peor los encuestados se encuentran el burka (con un rechazo del 84,3%), el nicab (con una oposición del 80,1%) y el chador. Por el otro lado se encuentran la túnica (con una aceptación del 80,6%), el kipá y el hiyab. El rechazo a estas prendas y cultura se reflejan también en las preguntas relacionadas con el grado de simpatía hacia las personas de diferentes nacionalidades que llegan a Euskadi, siendo Marruecos, Argelia y Magreb los países “menos amistosos” para los vascos y los orígenes pakistaní, rumano y magrebí, los más rechazados.
Respecto a cuestiones como las personas refugiadas o los menores extranjeros no acompañados, temas en los últimos tiempos de gran impacto social y mediático, la sociedad vasca continúa mostrando una actitud abierta en la línea marcada en los últimos años.