En 2017 las trabajadoras de residencias de Bizkaia protagonizaron una histórica huelga para denunciar la precariedad laboral que sufrían que duró 378 días de protesta. Resultado de aquel conflicto, las trabajadoras lograron renovar un convenio laboral que recogía la mayor parte de sus peticiones: jornadas de 35 horas, incremento salarial superior a 140 euros mensuales, y 100% en baja por accidente o enfermedad laboral.
Sin embargo, cuatro años y una pandemia de por medio han hecho que aquel convenio quede obsoleto y que las cerca de 5.000 trabajadoras que componen el sector busquen una renovación acorde con la situación laboral que viven y su sector exige, sector que durante la pandemia, según critican, fue “esencial”, mientras que “ahora es un problema”.
Las negociaciones para ello entre la Diputación de Bizkaia, patronal y sindicatos se han roto tras diez mesas de negociación celebradas el último año y medio, por lo que el sindicato ELA ha convocado una huelga el próximo 14 de diciembre con el objetivo de “negociar mejoras en los ratios y en las condiciones laborales”.
“La actitud autoritaria de la patronal deja en evidencia que las trabajadoras que fueron esenciales durante la pandemia, ahora son un problema para ellos y sus beneficios”, ha señalado el sindicato ELA en una rueda de prensa celebrada este lunes en Bilbao.
Además de la huelga, ELA ha convocado una serie de movilizaciones que tendrán lugar a las a las 11:30 del mismo día 14 frente a la Diputación de Bizkaia en Bilbao. “A pesar de la propaganda institucional de la Diputación Foral, los despidos, la privatización de los servicios, la falta de personal y los contratos a tiempo parcial, entre otros, son el detonante de la falta de calidad asistencial y las cargas de trabajo que sufre la plantilla”, han denunciado tras criticar que el sueldo de las trabajadoras es de “1.200 euros netos, incluidos los complementos salariales, festivos y nocturnidad”.
“Una negociación sin contenidos”
Según el sindicato ELA, las patronales y la Diputación de Bizkaia “siguen apostando por una negociación sin contenidos”. A modo de ejemplo, han explicado que durante la negociación del nuevo convenio, “la patronal se niega a sustituir a las trabajadoras desde el primer día, a firmar contratos a tiempo completo, a equiparar las condiciones salariales y laborales al Instituto Foral de Asistencia Social de Bizkaia”, además, según han criticado, “plantean recortes laborales”.
De no lograr una renovación del convenio que cumpla con las exigencias de la plantilla, el sindicato ELA ha asegurado que continuará con las movilizaciones hasta “alcanzar un modelo residencial que priorice los cuidados de las personas por encima del negocio”.
elDiario.es/Euskadi
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