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El coste real de la Sanidad pública: cada consulta de Osakidetza cuesta 68 euros y los procesos más caros suben a 150.000

Helipuerto del kospital de Cruces

Iker Rioja Andueza

Vitoria —
4 de enero de 2025 21:27 h

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La Sanidad pública no es barata. El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha publicado ya la actualización de su “libro de tarifas” para 2025 con los precios de los centenares de prestaciones que ofrece a la ciudadanía. Se trata de una guía para emitir facturas cuando la atención no esté cubierta por algún motivo —atención de accidentes laborales, otras mutuas como Muface o Mugeju, casos correspondientes a seguros de automóvil, deporte o caza o extranjeros sin convenio de reciprocidad con España— pero también un recordatorio de la importancia de un modelo que, en general, es de acceso universal y gratuito y cubierto con impuestos.

El coste por un día de hospitalización es de 1.339 euros y se eleva a 2.025 en el caso de unidades especiales. Esto incluye la cama, atención médica y enfermera y las comidas y pernoctación, así como la medicación requerida. Un ingreso sin “estancia” es de 362 euros. En Urgencias, la atención cuesta 269 euros pero “todo el resto de pruebas se facturan aparte”. En el PAC es algo más barato, 92 euros. La hospitalización a domicilio también se paga: 290 euros el día.

¿Y las pruebas? Una analítica de drogas sube a 441 euros y una alcoholemia cuesta 177 euros. Una PCR, tan popularizada en la pandemia, asciende a 106 euros y un test rápido vale 36 euros. Más ejemplos: una ecografía estándar vale 82 euros pero las hay especiales que casi rozan los 500. Una radiografía básica ronda los 45 euros —y cada copia 27— y una mamografía bilateral asciende a 62 euros. La pigmentación mamaria tras una operación supera los 500 euros. Extraer una uña son 186 euros, como hacerlo con una pieza dental. La colonoscopia sube a 312 euros. El tratamiento de inseminación artificial se factura a 1.871 euros. La extracción de sangre es de lo más económico en Osakidetza: 7 euros.

En el quirófano, los costes se disparan. Un transplante cardíaco o pulmonar de la máxima gravedad supera los 146.000 euros y es aún más costoso operar a un recién nacido, hasta 183.000 euros. “En las intervenciones en las que se utilice el robot Da Vinci el precio del GRD se incrementará en 4.076 euros en concepto de material fungible”, se puntualiza.

En el ambulatorio, una consulta médica ordinaria tiene un precio de 68 euros, una telefónica 34 euros y una de enfermería 29 euros. La vacunación tiene un coste de 18 euros y una sesión de preparación al parto 113 euros. Tramitar una baja está cuantificado en 6 euros. Una consulta o sesión de terapia en salud mental tiene un coste de 197. En el caso de las consultas externas, la visita al especialista cuesta 249 euros, aunque las sucesivas son más económicas, 125. Los procesos oncológicos pueden superar los 11.000 euros, aunque una sesión de radioterapia “superficial” cuesta 14 y la quimioterapia a 868 la sesión.

Movilizar una ambulancia para un acto público cuesta 1.063 euros y luego a 164 euros la hora. En cuanto a los traslados, el soporte vital básico cuesta 345 euros, una unidad con enfermería 563 euros y el soporte vital avanzado 1.025 euros si el trayecto es de menos de 100 kilómetros y 3,13 por cada uno adicional. El helicóptero tiene un precio de 8.602 euros. Estos precios han sufrido una subida muy importante con relación a 2017, por ejemplo. Como referencias, entonces el Da Vinci era de 3.218 euros, el helicóptero estaba a 6.917 euros, los trasplantes más graves rondaban los 140.000 euros y las consultas 55 euros en el ambulatorio y 151 euros en el especialista, por ejemplo.

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