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La crisis sobre la Clínica Arana y el centro para migrantes en Vitoria en cinco claves

Exterior de la antigua Clínica Arana, este domingo

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Vitoria y Euskadi han discutido en la última semana sobre la propuesta del Gobierno central de reconvertir un edificio de su propiedad, la antigua clínica Arana de la capital vasca, en un centro de acogida para migrantes con unas 350 plazas. El debate tiene muchas aristas, desde las propias de planificación urbanística de una ciudad hasta el modelo de acogida de extranjeros, un asunto que ya polarizó la campaña electoral de 2015 cuando el exalcalde y exvitoriano Javier Maroto planteó endurecer el acceso a las prestaciones sociales asociando el fraude con la llegada de magrebíes. Además, ha vuelto a situar al ministro José Luis Escrivá en la diana del PNV y ha motivado un nuevo encontronazo entre socios, entre nacionalistas y socialistas.

1 - La Clínica Arana

El lugar elegido para el centro es un antiguo complejo sociosanitario en el parque de Arana de Vitoria, junto a Salburua. Es un edificio histórico, ya que fue durante décadas la maternidad de la ciudad. También por ello fue el epicentro de las denuncias de robos de bebés. En el 3 de marzo de 1976, cuando la Policía Armada posfranquista tiroteó a trabajadores en Zaramaga, jugó un papel determinante. Cientos de personas fueron allí para donar sangre. El edificio es del Estado y de la Seguridad Social porque es previo a la transferencia a las comunidades autónomas de la competencia sanitaria aunque en su exterior pervive un logotipo de Osakidetza. Años después se reconvirtió en residencia de ancianos, la Residencia Arana. Irónicamente, la A se ha desprendido y ahora está rotulada como Residencia Rana. Es un síntoma más de su abandono. La Diputación, competente en materia de residencias, salió de allí hace ya una década al poner en marcha un nuevo modelo con los centros Zadorra y Lakua, de colaboración público-privada. Desde entonces, la antigua instalación languidece con ventanas tapiadas, grafitis, suciedad y carreteras sin salida donde los niños del barrio aprenden a andar en bicicleta. Hasta ahora, en el debate sobre la ciudad no se habían formulado propuestas para su reutilización, más allá de alguna mención en 2020 a su posible reapertura en caso de colapso sanitario por la llegada del coronavirus. Fotografías de los últimos días han mostrado que el interior del recinto no está tan deteriorado como el exterior, aunque algunas voces han alertado de que padece “aluminosis”.

2- El proyecto del Estado

En octubre, en una rueda de prensa de muy larga duración, el Ministerio de Seguridad Social -que tiene también las competencias de Inmigración- anunció que pondría en marcha 18 centros de acogida de migrantes en España. Ocho estarían en las Islas Canarias por sus características singulares y el resto en la península. En esa comparecencia se indicaron las ubicaciones de cuatro de ellos, una lista entre la que no estaba Vitoria. La iniciativa pasó luego a los presupuestos generales del Estado. Y se aprobaron con votos, entre otros, del PNV. En ningún momento se mencionó el tema. En otoño de 2022, mucho antes de que estallara esta polémica, este periódico preguntó por dos veces a la Delegación del Gobierno por el futuro de Arana y obtuvo la callada por respuesta. Tampoco se permitió una visita que ahora sí ha sido posible.

3 - Las competencias

La competencia de Inmigración es del Estado. En este contexto, ya dispone de un centro de acogida -de mucha menor dimensión- en la frontera de Irún-Hendaya. Se trata del albergue de Hilanderas, gestionado a través de Cruz Roja y que en estos años ha adquirido protagonismo por el bloqueo permanente de Francia a la entrada de extracomunitarios, a los que devuelve en caliente a pesar de ser un punto de paso dentro del espacio Schengen. Euskadi complementa esa atención con algunos recursos propios. Se ha visto también en la crisis por la llegada de refugiados procedentes de la guerra de Ucrania. Además, en el caso de los menores son las diputaciones las que gestionan los centros de acogida. El Gobierno de Iñigo Urkullu demanda la transferencia de la competencia y, de hecho, el compromiso de Pedro Sánchez para completar el Estatuto de 1979 incluía también un acuerdo en este sentido. Un informe del Ejecutivo vasco plantea asumir las funciones de atención debido a las competencias autonómicas en protección social, salud o educación, aunque la gestión como tal de la frontera, de los permisos de residencia y del régimen regulador será siempre una competencia del Estado. Este lunes, el propio Urkullu ha manifestado en un foro de 'Deia' que siente que ha habido un “escasísimo bagaje” en materia de desarrollo estatutario con Sánchez.

4 - El PNV contra Escrivá

Las instituciones vascas implicadas, Gobierno vasco, Diputación de Álava y Ayuntamiento de Vitoria, están dirigidas por el PNV, aunque el PSE-EE forma parte de todas ellas como socio minoritario. Todas ellas han coincidido en denunciar falta de información por parte de Escrivá sobre los planes en Arana, aunque han admitido que en su día recibieron algunas nociones sobre lo que se pretendía hacer. Defienden un necesario acuerdo interinstitucional y también recalcan que está abierta una negociación sobre el cambio de competencias. En el caso autonómico, el área sobre migrantes recae en la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal. Dejará este cargo en febrero para centrarse en su condición de candidata del PNV a la alcaldía de Vitoria y este asunto le ha golpeado de lleno. No es la primera vez que el PNV encuentra en Escrivá el centro de sus críticas. Andoni Ortuzar amenazó con mandar “al carajo” a Sánchez si Escrivá no accedía a algunos planteamientos de su partido para la transferencia del IMV, que ya se cerró. “Con Escrivá tenemos una discrepancia global, dura y fuerte que, si sigue así, se convertirá en una discrepancia dura, global y fuerte con Pedro Sánchez. No le puedo decir a Sánchez cuáles tienen que ser sus ministros. Sí le puedo decir cuáles son las cláusulas de comodidad y las condiciones que el PNV pone para que la relación política que tenemos funcione bien. Yo no esperaba el cambio de Escrivá porque es amigo personal de Sánchez. También sé que llegará el momento en que esto va a terminar en la mesa de Pedro Sánchez. Entonces vendrá el momento clave de ver si hay o no hay una interlocución especial con el PNV o persiste la crisis”, manifestó Ortuzar a ‘Deia’ después de que en la crisis de Gobierno de hace dos veranos, a pesar de los deseos de los ‘jeltzales’, Sánchez ratificara en su cargo al titular de Seguridad Social.

5 - El “modelo vasco”

Los cargos nacionalistas han argumentado también para oponerse al proyecto del Estado en Vitoria que se trata de un macrocentro y que acarreará riesgo de “guetización”. Colectivos como Cáritas o Zehar Errefuxiatuekin se han pronunciado en términos similares. El PNV ha querido contraponer esto con el “modelo vasco” de acogida, más individualizado e integrado en la comunidad. El Gobierno central le ha respondido que no hay tal “modelo”. Además, en otros ámbitos donde sí hay competencias plenas, como Educación, las acusaciones de “guetización” recaen precisamente sobre el PNV, ya que el sistema de enseñanza concentra a la población vulnerable en la red pública. Cerca de la Clínica Arana de Vitoria hay varios colegios e institutos en esa situación. Y, en materia de Vivienda, una competencia que recae en la parte socialista del Ejecutivo autonómico, también se temía que la concesión del derecho a la vivienda pudiera derivar en situaciones similares. En una pirueta política, el líder de los socialistas vascos, Eneko Andueza, ha alertado de una posible “xenofobia” detrás de estos reparos al centro en Arana. Pero la coalición de Podemos e IU, socia de Sánchez en Madrid, tampoco parece ver con buenos ojos el proyecto. PP+Cs ha registrado una iniciativa en el Parlamento Vasco para que se vote la paralización “inmediata” del plan de Escrivá. EH Bildu también reclama una atención más “descentralizada”. Los socialistas insisten en que no hay que “alimentar sentimientos irracionales de rechazo a las personas refugiadas” frente a quienes se oponen a este proyecto.

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