Denis Itxaso, un año del delegado del Gobierno que habla en euskera y siente haber reforzado el vínculo “emocional” de los vascos con España
El 28 de febrero de 2020, el mismo día en que el coronavirus llegaba a Vitoria y a Euskadi, justamente unas horas antes, uno de los primeros médicos del hospital de Txagorritxu que horas después tuvo que ponerse en cuarentena, el veterano Jesús Loza, cedió el testigo al frente de la Delegación del Gobierno de España al más joven Denis Itxaso, con la ministra Isabel Celaá como maestra de ceremonias. Aunque fue un relevo de socialista por socialista, el cambio ha dotado de mayor protagonismo a la institución, de modo similar a lo que ocurrió con el PP cuando cambió a Carlos Urquijo por Javier de Andrés. El representante del Estado comunica ahora tanto en euskera como en castellano y, según defiende, siente que ha reforzado el vínculo “emocional” de los vascos con España.
“Creo que la gente es más consciente que nunca de la pertenencia a un 'club' que es España y que, en la pandemia, ha defendido los intereses de los vascos”, señala Itxaso en conversación con este periódico, en la que menciona entrega de mascarillas, gestión de fondos europeos y hasta los contratos para el suministro de vacunas contra la COVID-19. Y añade: “Ha habido un deshielo en términos identitarios. Hemos pasado de la desconexión a la reconexión”. El delegado se dice obsesionado por proyectar que las competencias del Gobierno central en Euskadi van más allá de la Policía Nacional y de la Guardia Civil –y antes la lucha contra ETA– y que tienen mucha influencia en la economía, en la industria o en la cultura.
¿En qué se traduce esa “reconexión”? Itxaso pone como ejemplos al Ejército “saliendo aplaudido en Irún o en Vitoria” después de realizar trabajos de desinfección de infraestructuras durante la primera fase de la pandemia o la imagen de la Ertzaintza acudiendo al cuartel de la Guardia Civil de Sansomendi para homenajear a un agente fallecido con COVID-19. “Que el Gobierno de Pedro Sánchez tenga el apoyo político de PNV y EH Bildu es importante. Casi todo el arco político vasco está en el consenso de la investidura y ha estado también en las prórrogas del estado de alarma y en las medidas sociales”, explica Itxaso, que antes de acceder al cargo fue diputado foral en Gipuzkoa.
Itxaso ha sido el primer delegado del Gobierno en conceder entrevistas en euskera a medios de comunicación públicos. “Esto es un elemento fundamental. Que vaya a los medios públicos multiplica nuestra capacidad de comunicación. Nos amplía el abanico de temas y contribuye a que nos vean distintos”, explica el dirigente socialista, que ya prometió que lo haría en la toma de posesión. Como muestra, en el reciente Euskaraldia –jornadas para promover el uso del euskera–, el Ejecutivo español fue una de las entidades participantes y se crearon grupos de trabajo en lengua vasca entre los funcionarios estatales.
Pero el año en el cargo también ha tenido momentos de tensión. Itxaso forma parte de la mesa de crisis de la emergencia sanitaria en Euskadi, un órgano denominado Labi y que está presidido por el lehendakari, Iñigo Urkullu. Se conformó el 13 de marzo pero al día siguiente se vio despojado de la mayoría de sus atribuciones por el mando único decretado por Pedro Sánchez en el primer estado de alarma. Las fricciones entre los Ejecutivos de Madrid y de Vitoria fueron casi constantes desde entonces hasta que la denominada “cogobernanza” se fue engrasando a fuerza de la necesidad del presidente de mantener los votos del PNV en las Cortes Generales. Las polémicas surgieron en Twitter en la desescalada. “Donde las dan las toman”, encajaron en Ajuria Enea. Pero más recientemente también Itxaso ha cuestionado la velocidad de Euskadi a la hora de poner vacunas. Las dosis “no están para ser almacenadas”, ha sido una de sus últimas declaraciones en relación a la estrategia vasca de almacenar por sistema el 50% de todas las remesas que recibe para garantizar la segunda dosis a todos los que reciben el primer pinchazo.
5