Denuncian que la Banda de Música del Alarde de Hondarribia debe firmar un documento en contra de la participación de mujeres

Maialen Ferreira

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Guztion Alardea, asociación que trabaja por la participación igualitaria en el alarde de Hondarribia, localidad guipuzcoana de 17.000 habitantes, ha denunciado la difusión de un escrito que obliga a los miembros de la Banda de Música del Alarde de Hondarribia a “proteger, transmitir y difundir el valor” del alarde “contemplando a la mujer en la participación del acto como representación única de la figura de cantinera”. Es decir, a no mostrarse a favor de un alarde mixto en el que las mujeres puedan participar como soldados y no tan solo como cantineras.

Cada 8 de septiembre en Hondarribia la polémica está servida, al igual que ocurre en la vecina Irún cada San Marcial, donde este año la igualdad se ha abierto paso y el alcalde, por primera vez en dos décadas, ha recibido al alarde mixto y no solo al tradicional, que excluye la participación igualitaria de la mujer en el desfile.

A poco más de una semana del desfile, desde Guztion Alardea han denunciado que “excluir a cualquier hondarribiarra del alarde es inaceptable”. “Los organizadores del alarde de Hondarribia de hoy, además de no respetar la igualdad de género, ponen en jaque la diversidad de sentimientos e ideas de las personas. A quienes han redactado y hecho firmar este documento se les ha olvidado que el alarde es de todos y todas las hondarribitarras”, han criticado para después pedir al Ayuntamiento que “intervenga ante estas actitudes”.

Igor Enparan, que vivirá la semana que viene su primer alarde como alcalde de Hondarribia después de que la plataforma local Abotsanitz ganara las elecciones el pasado junio, aseguró tras su victoria que es tiempo de tender “puentes” y que la compañía mixta Jaizkibel tendrá recepción institucional. Sobre el documento difundido, Enparan confirma a este periódico que desde el Ayuntamiento realizarán “un seguimiento del tema”, sin embargo advierte que por el momento no tienen “ninguna constancia oficial al respecto”, por lo que considera “precipitado” realizar cualquier valoración.

Este periódico se ha puesto en contacto con Alarde Fundazioa, asociación privada que gestiona el conocido como alarde tradicional, pero ha declinado responder las preguntas argumentando que el documento pertenece a la Banda de Música del Alarde de Hondarribia. Al cierre de esta edición Banda de Música del Alarde de Hondarribia no ha respondido a las cuestiones planteadas.

Una recogida de firmas para “buscar una solución”

La falta de acuerdo hace que salgan a la calle dos desfiles, uno, el alarde tradicional, que solo cuenta con hombres desfilando como soldados y las mujeres tan solo pueden ocupar el papel de cantineras y el otro, organizado por la compañía Jaizkibel, partidaria de un alarde mixto e igualitario, en el que tanto mujeres como hombres desfilan escopeta en mano. Por ello, en fiestas, la calle se divide y se desatan enfrentamientos ante la demanda, que ya cumple un cuarto de siglo, de que en el alarde las mujeres puedan participar exactamente igual que los hombres.

Durante el desfile del año pasado, a diferencia de otros años, no se vieron plásticos negros ni se escucharon insultos al paso por el municipio del alarde igualitario de la compañía Jaizkibel, aunque todavía algunos vecinos -principalmente mujeres- le dieron la espalda literalmente a su paso, a modo de protesta por ir “contra la tradición” aparente.

Desde Guztion Alardea han comenzado una recogida de firmas para exigir al Ayuntamiento a la asociación Alarde Fundazioa “que pongan fin y busquen una solución a este largo y doloroso conflicto del alarde”. El documento incluye estar de acuerdo con que “el alarde es patrimonio inmaterial de toda Hondarribia”, que “si una sola mujer de Hondarribia alberga el deseo de desfilar en el alarde, ya sea de un modo u otro, tiene todo el derecho a hacerlo”, que “para garantizar su futuro, el alarde debe volver a estar en manos del pueblo”, es decir, que deje de ser organizado por entidades privadas y, por último, que “el fin del conflicto debe llegar a través del diálogo, ya que es la única manera de empezar a curar las heridas”.