Viernes, 12.30 horas. El tráfico en el puente de Santiago, uno de los que unen España y Francia o Irún con Hendaya es fluido en sentido norte. No hay controles de la Policía Nacional francesa, habituales en los últimos años. Esta presencia policial continua se había convertido en un muro para los migrantes en tránsito, a los que se devolvía en caliente cuando intentaban cruzar la muga. El Ayuntamiento de Irún estima en once las personas fallecidas que, ante la imposibilidad de pasar, exploraban rutas alternativas y peligrosas.
Fuentes municipales indican que, sin explicación oficial, en los últimos meses han desaparecido estos controles, aunque la garita provisional instalada justo en el medio del paso fronterizo permanece en pie. Francia había dado tal importancia a esta operación que llegó a movilizar a agentes jubilados para revisar coches, camiones, furgonetas y autobuses para impedir la entrada a migrantes en tránsito a pesar de ser un punto de paso de libre circulación en virtud dentro de la Unión Europea y del espacio Schengen.
La alerta antiterrorista por atentados como los de París en 2015, el G7 de 2019 o las restricciones durante la pandemia fueron excusas sucesivas para que el Gobierno de Emmanuel Macron mantuviera la presencia constante de la Policía Nacional en un contexto de crecimiento electoral de la ultraderecha. Ahora, al menos a simple vista, ya no hay rechazos en frontera y devoluciones en caliente y eso ha repercutido también en la reducción de la ocupación de los recursos extraordinarios habilitados en Irún, como el albergue de Hilanderas. Desde Navidad la mejora ha sido sustancial, siempre según fuentes locales.
Desde el área de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco, que gestiona las políticas de Migración también, confirman que han caído un 66% entre abril de 2022 y 2023 la utilización de los recursos para personas en tránsito. No obstante, aclaran que aunque los controles no sean visibles se mantienen algunas expulsiones por parte de las autoridades francesas.
Este viernes, a las 12.30 horas, el único control en el puente de Santiago es un Land Cruiser de la unidad de fronteras de la Guardia Civil en sentido sur. La jornada anterior fue festiva en Francia y hay un trasiego importante de turistas, muchos de ellos en descapotables, en busca de precios más baratos.