La Diputación defiende el rescate del Deportivo Alavés en 2011 aunque no haya usado los terrenos por los que le paga
El Deportivo Alavés ha ingresado desde 2011 más de tres millones de euros públicos procedentes de la Diputación por un canon por los terrenos del antiguo colegio internacional de Izarra, a los que no se les ha dado ningún tipo de uso. La Administración, además, ha tenido que asumir el coste de su mantenimiento, principalmente gastos de seguridad. Ahora, en 2023, el diputado general de Álava, Ramiro González (PNV), ha admitido que ese acuerdo con el club de fútbol fue una ayuda para rescatarlo ante una situación económica crítica. También ha informado de que, pasados doce años, es posible renegociar las condiciones y continuar con el derecho de superficie sin abonar un canon salvo que se encuentre alguna actividad para Izarra.
En el pleno de las Juntas Generales de este miércoles, el procurador de IU y de la coalición Elkarrekin José Damián García Moreno preguntaba a González por Izarra. El diputado general ha sido claro: “No se han encontrado usos, pero ha servido para que una empresa alavesa levante el vuelo”. “Esa decisión ha tenido una importancia decisiva para mantener vivo al Deportivo Alavés, como club deportivo y como empresa, y para que el Deportivo Alavés se convierta en lo que es, un club de primer nivel deportivo y una empresa que hace una aportación de imagen, de cohesión social y económica al territorio”, ha defendido González.
Los terrenos de Izarra, en el término municipal de Urkabustaiz, tienen una larga historia que incluye batallas en la Guerra Civil y presencia de los jesuitas después. Desde 1967 hasta mediados de la década de 1990, fue un colegio de elite, primero del fallido emporio Rumasa y después con otras propiedades. Tenía piscina y otras instalaciones deportivas, así como una hípica y una réplica del un templo de la era clásica. En la etapa dorada albiazul, con Gonzalo Antón de presidente y el equipo llegando incluso a la final de la copa de la UEFA (actual Europa League), el club compró Izarra y su decena de edificios para sus necesidades de expansión deportiva. Pero tras los años de Dmitry Piterman -quien será juzgado en breve por el saqueo de la entidad- el Deportivo Alavés tuvo en juego su supervivencia. Y las instituciones salieron al rescate. El acuerdo sobre Izarra llegó a pasar por las Juntas Generales. Gobernaba entonces el PP con Javier de Andrés, ahora nuevo presidente de su partido en Euskadi, pero la medida contó con un amplio respaldo político con casi la única excepción de la marca de entonces de IU, Ezker Batua.
Así lo ha destacado González, que ha repetido que la defensa del “interés público” siempre ha presidido los movimientos con el deporte de elite, que aporta intangibles en forma de promoción de la imagen de la provincia. El canon inicial se fijó en 200.000 euros más IVA. Con las actualizaciones del IPC previstas ahora llega a 239.098 euros sin impuestos, exactamente. García Moreno ha ironizado que se ha abonado ya más que lo que le costó en origen la compra al Deportivo Alavés. Además, ha recalcado que al arrendamiento hay que sumarle los gastos de mantenimiento. Ha citado, por ejemplo, que un informe cifró en 597.000 euros sólo la seguridad durante el período 2015-2019.
González ha replicado que ahora la vigilancia se ha reducido a una cuarta parte y que, al final de este año, ese gasto será de una sexta parte de lo que llegó a ser en su día, hasta 152.000 euros en 2016. En el debate se ha mencionado también que se recurre igualmente a medios propios, en este caso a la Policía foral, los Miñones. Pero ha habido que pagar obras (145.000 euros en ese mismo cuatrienio), impuestos y tasas, suministros y otras partidas. Es por ello que la oposición considera engañoso que González hable ahora de que se seguirá manteniendo el derecho de uso sin coste alguno al desaparecer el canon.
“No hay canon y hay control público para unas instalaciones muy interesantes para la comarca de Gorbeialdea”, ha enfatizado, de su lado, el diputado general. Ha explicado que en los próximos doce años solamente se abonaría dinero al Deportivo Alavés, ahora ya más saneado y dependiente de Saski Baskonia, el grupo de Josean Querejeta, si hubiera un uso para los 112.000 metros cuadrados. Y serían 25.000 euros, “casi diez veces menos que ahora”. La vinculación última expira en 2086.
En Izarra se valoró crear un 'paintball' y otras actividades de aventuras como el 'airsoft'. El propio González criticó desde la oposición que De Andrés quisiera rentabilizar Izarra con juegos militares para niños. También se estudió habilitarlo como espacio de entrenamiento para policías o servicios de emergencias. La idea más, reciente, de 2022, era instalar también allí instalaciones fotovoltaicas. Pero nada ha cristalizado. De hecho, hubo incendios que deterioraron los edificios abandonados. El lugar -pese a la vigilancia- se presenta como abandonado y vandalizado, muy alejado de su imagen elitista pretérita.
Izarra, en todo caso, no es la única ayuda económica para el Deportivo Alavés y para el grupo Saski Baskonia. Los presupuestos forales vigentes de 2023 muestran un patrocinio de 600.000 euros para el equipo masculino -que este año ha regresado a Primera División- y 181.500 para el femenino -que ha descendido-. El equipo de baloncesto, que disputa ACB y Euroliga, accede a 1,6 millones por este mismo concepto. La fundación 5+11 se lleva también 400.000 euros. A esos casi 3 millones anuales se le suma que el Deportivo Alavés juega sus partidos como local en un recinto del Ayuntamiento, Mendizorroza, y que el Baskonia lo hace en uno foral, el Fernando Buesa Arena. Asimismo, históricamente el grupo Saski Baskonia ha dispuesto de un calendario de aplazamiento de deudas fiscales con la Hacienda alavesa. González ha recalcado en las Juntas Generales que no existe trato preferencial. “En todos los casos en que se pueda a ayudar a una empresa, la Diputación siempre lo hace”, ha remarcado.
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