La diputada de Políticas Sociales de Gipuzkoa, Maite Peña, ha rebajado este miércoles el alcance del acta de sus propias inspectoras sobre la situación de la residencia Txara-I de Donostia en la que se aludía a importantes carencias de personal y a que los internos podían pasar hasta 14 horas sin comer entre la cena y el desayuno. Por un lado, Peña ha aludido a las dificultades para contratar personal en período vacacional. Por otro lado, ha asegurado que solamente son 16 de los 116 los mayores que han estado tantas horas en la cama y que en esos momentos les dieron alguna “recena”, aunque estos datos y explicaciones no figuran en el informe oficial de la propia Diputación. Ha aludido incluso a que solamente ocurrió en una ocasión y, abriendo un flanco que en ningún momento aparece en la investigación, ha negado que estuvieran “encerrados” ese tiempo. Finalmente, ha recordado que éste es un informe negativo y que la inspección hace anualmente 325.
La inspección, publicada por este periódico, ha suscitado polémica en Gipuzkoa y Peña ha reunido de urgencia a todos los grupos de la oposición en las Juntas Generales para trasladarles la información disponible después de haber contrastado los datos con las inspectoras. Se da la circunstancia de que las oficinas de Políticas Sociales y de la Inspección están en ese mismo complejo, en este caso en Txara-II. Ambos son recintos públicos aunque su gestión está externalizada a una empresa privada llamada Biharko Gipuzkoa.
La denuncia original partió del sindicato ELA. Desde el comité de empresa de Txara-I rechazan los argumentos de Peña y aseguran que los problemas se dan “a diario”. “Ni es algo puntual ni solamente pasa con 16. Empezamos a acostarles a las 19.30 y hasta las 10.00 ó 10.30 algunos no terminan de desayunar”, insisten estas fuentes. También hay una denuncia sobre la situación de Txara-II, aunque no han llegado aún las conclusiones.
En un comunicado más general, la central ha insistido en criticar las carencias de personal en ésta y en otras residencias y ha añadido que la Diputación abona una cantidad económica a estas empresas por lo que es “responsable” de que se cumplan las condiciones mínimas marcadas. “Todo esto sucede con el amparo de la Diputación”, insiste ELA, que mantiene vivo un conflicto laboral en el sector. Y sobre las 14 horas, añaden: “A la no ingesta de alimentos durante 14 horas se le puede añadir que algunos usuarios, dependiendo del día, pueden ir a desayunar sin haber sido antes limpiados adecuadamente o que otros, debido a la velocidad de trabajo que imponen las empresas, vomiten lo ingerido en la cena porque les meten a la cama nada más terminar de comer”.
Desde la asociación de familiares de residentes Senideak, un portavoz -cuya madre estuvo ocho años en Txara-I- denuncia que los largos períodos sin comidas son “habituales” tanto aquí como en otros recursos. ¿Por qué? “Hay falta de personal. El relevo de tarde se va a las 21.30 ó 22.00 y tienen que tener ya a todo el mundo cenado y acostado. Por lo noche no hay tanto personal y por eso se adelantan las cenas”, señala.
elDiario.es/Euskadi
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