Donostia, Vitoria, Irún y Barakaldo mantienen la cabalgata de Reyes y apelan a la “ilusión” pese a la COVID-19
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Donostia, Jon Insausti (PNV), ha apelado a una obligación institucional de “difundir un poquito de ilusión y alegría” para justificar el mantenimiento de la cabalgata de los Reyes Magos a pesar de que antes de Navidad el Departamento de Salud recomendó su suspensión y de que, desde entonces, se ha producido una explosión de positivos en Euskadi (100.000 en dos semanas). Gipuzkoa es una de las zonas de Europa con más transmisión de la COVID-19, con una tasa de incidencia de más de 5.000 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. También Vitoria, Irún y Barakaldo tendrán visita real y Bilbao se queda como la única de las cinco grandes poblaciones vascas sin cabalgata, como sucedió con el Olentzero, aunque habrá una recepción alternativa en Miribilla.
En todos los casos, se han ampliado los recorridos para ampliar aglomeraciones. Melchor, Gaspar y Baltasar tendrán un kilómetro más en Donostia, no pasarán por el centro en Vitoria o circularán por calles más anchas en Barakaldo. El alcalde de Irún, José Antonio Santano, ha pedido “responsabilidad” a los asistentes, a los que no se les hará entrega de caramelos para que no haya tumultos ni nadie se retire la mascarilla para comer. En Donostia, Insausti ha recordado lo obvio ya regulado por la normativa estatal: que el uso de la mascarilla es obligatorio en todo momento. En Vitoria se confía en repetir la experiencia del Olentzero, en que hubo algunos puntos en que se pudieron guardar las distancias y el uso de protecciones era mayoritario, si bien la celebración de ahora congrega a muchísimos miles de personas más, hasta 100.000 según algunas estimaciones.
Por otro lado, en Donostia se ha abierto ya el debate sobre el día de San Sebastián. Los responsables municipales se reunirán finalmente el próximo viernes por la tarde con los responsables de las tamborradas de adultos e infantil para abordar la celebración o no de la Tamborrada, la fiesta grande de la ciudad de cada 20 de enero. Insausti no se ha querido mojar y, formalmente, no está suspendido porque el Gobierno local va “batalla a batalla” y, hasta después de los Reyes Magos, no decidirá sobre la siguiente festividad. No obstante, algunas tamborradas de adultos ya han decidido no desfilar por motivos de precaución sanitaria, informa Europa Press. El concejal ha insistido que, con este caso, analizará no solamente la situación epidemiológica sino también la “parte emocional y sentimental” de la fiesta.
0