La indefinición jurídica que existe sobre cuál será la protección final que tendrá la costa en las marismas de Urdaibai, en el entorno el que está previsto levantar el nuevo Guggenheim, tiene ya consecuencias sobre la remodelación de este entorno para adaptarlo a la estructura de un museo con dos sedes, una en Gernika y otra en Murueta, unidas por una vía verde. El Gobierno vasco tiene en marcha un proyecto de restauración ambiental de la marisma y la construcción de una pasarela para permitir el paso sobre ella. Una obra que inició su tramitación en julio de 2024, pero que en estos momentos tiene el proceso de licitación paralizado hasta que “se resuelva la actual inseguridad jurídica” sobre la concesión de ocupación del dominio público marítimo-terrestre por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, según señala el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, del que depende el área de Medio Ambiente en una respuesta parlamentaria.
Hay que recordar que la Dirección de Costas, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, redujo a protección de esta zona a sólo 20 metros frente a los 100 que estaban establecidos hasta ahora. Esta decisión se ha recurrido ante la Audiencia Nacional por Greenpeace y otras dos organizaciones Stop Guggenheim Urdaibai y de Zain Dezagun Urdaibai, por lo que esta decisión se encuentra en estos momentos en suspenso.
En respuesta a la parlamentaria de EH Bildu, Amancay Villalba, el consejero explica que la 'Ejecución del Proyecto de Restauración ambiental y puesta en valor del patrimonio natural y cultural del estuario superior de la Ría de Oka, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia NextGenerationEU', que se decidió finalmente el pasado mes de septiembre no adjudicar y no celebrar el contrato, depende de una concesión de ocupación del Dominio Público Marítimo-Terrestre de unos 1.760 metros cuadrados. “La concesión solicitada fue obtenida, pero el proceso de licitación para la ejecución del proyecto aún no se ha resuelto. Esto se debe a que, durante la tramitación, posibles modificaciones en los plazos de la concesión de ocupación del dominio público marítimo-terrestre por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico podrían afectar la ejecución del proyecto”, señala el consejero.
En este sentido, señala que la dirección de Patrimonio Natural y Cambio Climático considera que “la modificación de los plazos afecta significativamente el desarrollo óptimo del proyecto. El plazo original para la ejecución de las obras estaba estimado en 18 semanas, pero la intervención no sería viable durante el período de reproducción y cría del visón europeo, que abarca de marzo a agosto, conforme a lo establecido con el órgano ambiental de la Diputación de Bizkaia. Un retraso en el proceso administrativo más allá de noviembre comprometería la posibilidad de llevar a cabo la obra en su totalidad en plazos. Por lo tanto, en tanto se definan los plazos de la concesión, la Dirección de Patrimonio Natural y Cambio Climático resolvió desistir del expediente de contratación, postergándolo a que se resuelva la actual inseguridad jurídica”.
En concreto, señala el consejero que los trabajos de “restauración” tenían cuatro fines: por un lado, revertir el espacio de tierra ganada al mar a su estado natural consistente en hábitats de marisma. “Esta actuación está descrita como de prioridad alta, dada la importancia de este tipo de hábitats para la mejora de la biodiversidad”, señala en la respuesta. Por otro lado, se prevé “eliminar la vegetación invasora (Baccharis halimifolia y Cortaderia selloana) por inundación del espacio antropizado, facilitando el avance de especies autóctonas típicas de hábitats de marisma”. A la vez, con las obras se pretendía “mejorar el comportamiento hidráulico del estuario, rebajando el riesgo de inundación en varios puntos próximos a la actuación, entre ellos, el municipio de Forua”. Por último, y para “continuar con la estrategia de movilidad lenta en todo el espacio de la reserva de la biosfera, mediante el trazado de senderos periféricos únicos que eviten la profusión de caminos alternativos”, se prevé “enlazar el camino ahora existente sobre la muna con el resto del sendero en su trazado más al norte. Al romperse la muna la única solución de conexión del camino es realizar su paso mediante una pasarela en palafito”. Una solución que permite “la inundación natural del espacio antropizado al facilitar el paso del agua en fases de pleamar”.
Es precisamente en este proceso de demolición de la muna y la sustitución del paso sobre ésta por una pasarela en palafito que permita la inundación de la zona, para lo que se solicitó la concesión de ocupación del Dominio Público Marítimo-Terrestre, y que finalmente ha derivado en la paralización del contrato. Por último el consejero señala que no existen otros contratos o proyectos en el departamento relacionados con la construcción del Guggenheim de Urdaibai.
De hecho, fuentes del departamento consultadas por elDiario.es/Euskadi, han desligado por completo este proyecto, ahora paralizado, con el Guggenheim de Urdaibai. “Se trata de un proyecto de mejora ambiental, que no está vinculado al Guggenheim. Nuestras actuaciones están totalmente desligadas del proyecto Guggenheim. Se lleve adelante o no el Museo, este proyecto lo hacemos por el bien de la Reserva de la Biosfera del Urdaibai, y no prepara el camino a ningún otro proyecto”, han señalado.