Las encuestas empiezan a sucederse en Euskadi y, aunque varían en los datos concretos y no son coincidentes al medir la posición de los partidos más pequeños (básicamente si seguirá o no Vox en el Parlamento Vasco o cómo quedará la división entre Elkarrekin Podemos Alianza Verde y Sumar), sí apuntan una tendencia. El PNV presenta una trayectoria descendente y EH Bildu marca una línea ascendente. En el cuartel general de EH Bildu confían claramente en el sorpaso y buscan una campaña en la que alejen el voto del miedo intentando exhibir capacidad de gestión. Así, los alcaldes participarán en la campaña mostrando el día a día de sus municipios y varios exconsejeros de diferentes etapas ya se han dejado ver con el candidato, con Pello Otxandiano, en un acto que ha tenido lugar este fin de semana. “He podido constatar que la regeneración política cuenta también con la experiencia y el bagaje político de quienes, desde diferentes tradiciones políticas, han contribuido a la construcción de este país. Somos cada vez más”, solemnizó Otxandiano.
Ni siquiera el lugar era casual. EH Bildu eligió el palacio de Miramar de Donostia, donde cada año los lehendakaris inician el curso político con un Consejo de Gobierno extraordinario. Allí Otxandiano se sentó en torno a una mesa con cuatro exmiembros del gabinete de Juan José Ibarretxe, del PNV, y una más del del Patxi López, del PSE-EE. Tres de ellos -Joseba Azkarraga, Tontxu Campos y Esther Larrañaga- proceden de EA, un partido que gobernó con el PNV pero que ahora está integrado en la coalición EH Bildu, Javier Madrazo lideró la antigua marca de IU, la ya extinta Ezker Batua (EB), y la quinta es Gemma Zabaleta, ex del PSE-EE y que también ha participado ya en varias campañas abertzales.
Azkarraga, que inició su trayectoria política en el PNV antes de la escisión que dio origen a EA, fue consejero de Justicia, Empleo y Seguridad social con Ibarretxe. No se ha alejado de la primera línea porque ahora, con 74 años, lidera el colectivo Sare que reivindica los derechos de los presos de ETA. Campos fue responsable de Educación también en aquel gabinete. Larrañaga fue viceconsejera de Azkarraga y luego asumió en primera persona la cartera de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente. Su presencia es muy simbólica porque hace justamente dos años se erigió como líder del sector crítico de EA, que tiene como una de sus reivindicaciones la denuncia de que Sortu, el principal partido de EH Bildu, no da protagonismo a los otros socios de la coalición soberanista.
Madrazo no es nuevo en apoyar a EH Bildu después de la abrupta ruptura con IU acusaciones de corrupción mediante, como las llegadas desde Álava de la mano de Xabier Agirre del PNV. Tras un intento de entrar en Podemos, finalmente lleva varios años en la órbita de lo que la coalición que lidera Arnaldo Otegi llama “frente amplio”. Se da la circunstancia de que otro de los socios de EH Bildu es Alternatiba, un partido creado por Oskar Matute como escisión del 'madracismo'. Madrazo fue consejero de Vivienda y Asuntos Sociales con Ibarretxe. Días atrás, ya movilizó a otros ex de la vieja EB como Kontxi Bilbao o José Navas.
En el caso de Zabaleta, ya anunció hace años que se daba de baja del PSOE por haber apoyado el 155 en Catalunya tras la declaración unilateral de independencia de 2017. Zabaleta fue consejera de Empleo y Políticas Sociales con López y su mandato se caracterizó por el acuerdo con el PP de Javier Maroto para endurecer el acceso a la renta de garantía de ingresos (RGI). EH Bildu denunció durante años esos recortes. Sin embargo, ya en las elecciones forales de 2023 hizo campaña en Gipuzkoa con Maddalen Iriarte y antes ha estado en otros actos con Otegi. También recibió EH Bildu entonces el apoyo de un exconsejero del propio Iñigo Urkullu, Ángel Toña.
Se de la circunstancia de que la fotografía de Otxandiano con los exconsejeros de Ibarretxe -y con Zabaleta- llegó unos días después de que el propio lehendakari entre 1999 y 2009 participara en un acto electoral con el candidato del PNV, Imanol Pradales. Ha exprimido también el encuentro en sus redes durante el fin de semana.
En este contexto, EH Bildu ve al PNV “nervioso” ante la posibilidad de que haya un vuelco en las urnas, aunque no es menos cierto que el PSE-EE ha apostado por reeditar sus acuerdos con los nacionalistas y ha recalcado que nunca haría lehendakari a Otxandiano. “Lamentablemente, nos vemos en la obligación de denunciar que el PNV ha lanzado acusaciones que son falsas sobre algunas de nuestras propuestas”, ha escrito en X (antes Twitter) la portavoz de campaña de la coalición, Oihana Etxebarrieta. Y ha añadido: “EH Bildu hizo un llamamiento al inicio de la precampaña por elevar el nivel del debate político, y hacer una campaña de altura. Hoy, cuando nos aproximamos al inicio de la campaña, queremos apelar, al menos, a la honestidad, el rigor y el decoro [...]. El nuevo ciclo político exige a todos los partidos políticos un mínimo de rigor y responsabilidad. Ya que, si queremos ser útiles a la ciudadanía y plantear un horizonte esperanzador al país, debemos alejarnos de la política del ruido”.