El sindicato ELA, que formuló una denuncia sobre la situación de la residencia de ancianos de Donostia Txara-I que dio lugar a una inspección que reveló que los usuarios pasaban hasta 14 horas sin comer entre la cena adelantada y el desayuno tardío, ha hecho públicos más testimonios de trabajadoras de la red de centros de ese territorio que coinciden en que “el trato que se les ofrece a las personas usuarias deja mucho que desear”. Afirma la central que ello es consecuencia de un modelo de privatización, con personal insuficiente y con condiciones precarias. “Las conclusiones a las que ha llegado la Diputación tras una inspección en el centro residencial de Txara-I son extrapolables a la casi mayoría de los centros del territorio. En casi todas las residencias pasan las personas usuarias unas 14 horas encamadas, con una pequeña recena en el mejor de los casos”, ha denunciado ELA.
El caso de Txara-I, publicado por este periódico, ha llevado a ELA a intentar mostrar que el problema no es aislado, en la línea de lo sugerido por la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, que aludió a que esta inspección negativa es una de las más de 300 que se hacen anualmente. Asimismo, matizó que únicamente 16 de los más de 100 usuarios de ese centro pasaron 14 horas sin alimentos y que pudo haber sido solamente en una ocasión, extremos ambos no recogidos en el informe de las inspectoras, que dependen de la propia Diputación. Profesionales de este centro indican que son más de 100 las personas que pasan “encamadas” 14 horas por la noche y que esas 16 incluso podrían estar más horas así.
Pero han puesto ejemplos de más residencias. En el caso de Villa Sacramento, también en la capital guipuzcoana, “hay usuarios que pueden estar hasta 20 horas en la cama” con un turno de desayunos que se alarga en ocasiones hasta las 11.00 de la mañana. Txara-I está gestionada por Biharko Gipuzkoa, como Alai-Etxe. Allí los turnos son idénticos. “Por lo tanto, casi todos los usuarios, unos 70, pueden llegar a estar más de 14 horas en la cama”, según las denuncias de los profesionales recopiladas por ELA. En cuanto al recurso San Juan de Zumaia, del grupo Zaintzen, “cuatro o cinco usuarios son levantados, aseados y les dan el desayuno a las 5.30 de la mañana”.
“La situación diaria de las residencias de Gipuzkoa es indecente e inhumana. Los trabajadores de las residencias llevan más de tres años en huelga. La ecuación es sencilla: cuanto mejores son las condiciones, mejores serán los servicios y cuidados que puedan ofrecer a las personas usuarias en los centros residenciales. La situación es insostenible y ya es hora de empezar a recorrer el camino para mejorar el día a día de las residencias. El incremento de las plantillas y la firma de un convenio digno para los trabajadores son elementos clave para ello”, considera el sindicato ELA.
elDiario.es/Euskadi
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