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Álava te descubre 7 maravillas naturales: del Salto del Nervión al Parque Natural de Izki

El Salto del Nervión, una de las siete maravillas de Álava para visitar

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Álava se postula ante visitantes nacionales e internacionales como un territorio plagado de espectaculares atractivos turísticos, gracias, entre otros, a su naturaleza, su patrimonio cultural y su enogastronomía. En poco tiempo ha pasado de ser un territorio casi desconocido a convertirse en un destino de turismo sostenible, cercano y seguro, y como tal se presenta como referente para visitantes y agencias de viajes. Siempre es buen momento para perderse por sus rincones más llamativos y descubrir algunas de las joyas que atesora. Caminar por Álava es la mejor forma de conocer sus rincones y secretos y descubrir sus maravillas naturales. Aquí te proponemos siete, con información detallada sobre cada una de ellas.

1.- Salto del Nervión

Te proponemos descubrir este monumento natural y el espectacular paisaje que lo rodea a través de la nueva ruta senderista que se adentra en el cañón de Delika, horadado sin prisa pero sin pausa desde hace milenios por el río Nervión, en la norteña comarca de Ayala.

Para afrontar la Senda Verde de Delika debemos acercarnos al pueblo del mismo nombre perteneciente al municipio de Amurrio. Este recorrido, de fácil acceso y perfectamente señalizado, está indicado para todos los públicos, ya que presenta una distancia de cinco kilómetros y un desnivel suave que acumula 115 metros. Hablamos de un plan ideal para disfrutar en familia y con niños y, de hecho, más de la mitad de la ruta puede realizarse en bicicleta.

La ruta arranca en Delika y remonta poco a poco el curso fluvial del Nervión con los paredones de la Sierra Salvada como telón de fondo. Sus cinco kilómetros dan para mucho y bueno: prados, bosques, roquedos, cascadas, saltos de agua… Dos hitos son el mirador sobre varias cascadas y la zona de descanso junto al puente de piedra de Zalborondo.

2.- Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz

Hace años, Vitoria-Gasteiz apostó todo al verde y la jugada fue un éxito. El premio fue un anillo, verde por supuesto, de casi 32 kilómetros de longitud que la rodea, protege y da sentido. Por sus más de 700 hectáreas se puede andar, correr, pedalear, pero sobre todo disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. 

El Anillo Verde es la sucesión de cinco parques (Armentia, Salburua, Zabalgana, Olarizu y Zadorra) que conforman un pulmón natural y se complementan ofreciendo alternativas para todos los amantes de lo natural. En ellos podemos disfrutar de observatorios de aves y fauna, lagunas, cerros, bosques, centros ambientales…

De los distintos enclaves del Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz, hay dos que destacan sobre los demás: el bosque de Armentia y los humedales del parque de Salburua.

El bosque de Armentia es una masa forestal en la que abunda el quejigo, árbol autóctono de la zona. Se halla situado entre el núcleo urbano y los montes de Vitoria, principal sistema montañoso del municipio y lugar habitual de esparcimiento de sus habitantes.

Sin embargo, es el gran parque de Salburua y sus más de 200 hectáreas de terreno el que atrapa a los visitantes. Está formado por varias lagunas –siendo Betoño y Arcaute las principales- conectadas entre sí por pedregosos senderos y rodeadas de prados húmedos, choperas y un pequeño robledal. Son, precisamente, esas lagunas las que dotan de una vida y color exuberantes al parque.

Más información en este enlace.

3.- Sierra de Entzia

En el borde nororiental de Álava, como una prolongación de la sierra de Urbasa, surge Entzia, una altiplanicie con bruscas caídas hacia la Llanada Alavesa y el valle de Arana. Su formación kárstica ha creado curiosas formas, como los laberintos de Arno o Katarri, mágicos recorridos que harán las delicias tanto de niños como adultos. 

Hoy es refugio de rapaces, mamíferos y anfibios. Las hayas centenarias levantan sus troncos al sol mientras, a sus pies, el suelo calizo crea formas curiosas por la acción del agua. El subsuelo de Entzia alberga grandes reservas de agua, que salen a la superficie en múltiples formas. 

No hay una única ruta para explorar Entzia. La puerta de entrada es el Puerto de Opakua, pero son numerosos los caminos que nos llevarán hacia diferentes tesoros naturales o prehistóricos. 

Muy cerca, las campas de Legaire albergan menhires, túmulos, dólmenes y un pequeño Stonehenge formado por un círculo de piedras megalíticas datado hace más de 5.000 años.

Visitar el barranco de Igoroin, entre Musitu y Roitegui, el enclave kárstico de Katarri o las cascadas de Zarpia son citas obligadas en un lugar en el que el tiempo parece deternerse.

4.- Parque Natural de Izki

El Parque Natural de Izki, situado en el sudeste de la provincia, constituye un lugar ideal para realizar senderismo si queremos disfrutar de recorridos sencillos, en los que podemos conocer sus frondosos bosques de encinares, robledales y abedules.

Izki es una extensa zona eminentemente forestal recorrida por el río Izki y bordeada por montañas, con la cota más alta en el Monte Kapildui (1.176 m). Es un rincón ideal para realizar turismo ornitológico, paseos y excursiones a pie, en bicicleta o a caballo.

Este espacio protegido alberga la reserva de “Quercus pirenaica” mayor de Europa y en su seno se ha desarrollado una peculiar cultura rural digna de conservar y conocer.

Desde Korres puedes atravesar el Barranco de Izki y llegar hasta Bujanda. La espectacular foz del río Izki y una amplia zona recreativa te permitirán disfrutar en solitario y familia.

En su entorno llaman la atención las cuevas eremíticas de Laño, Faido y Marquínez. Merecen también una visita las hoces y roquedos de Arluzea y la villa de Peñacerrada.

En el Centro de Interpretación del Parque Natural de Izki en Korres se puede obtener información sobre rutas y otras peculiaridades de Izki.

Más información en este enlace.

5.- Complejo Lagunar de Laguardia

Cuatro lagunas forman el Biotopo Protegido de Laguardia, un importante humedal de gran importancia tanto desde el punto de vista geológico como por la flora y fauna peculiar que acoge. No en vano, está incluido en la Red Natura 2000 y cuenta con la calificación de Zonas Húmedas de Importancia Internacional.

En ellas habitan especies como azulones, fochas, zampullines, somormujos o aguiluchos laguneros, así como una colonia de martinetes y garzas reales e imperiales, asentada desde hace décadas en sus carrizales.

Más información en este enlace.

6.- Playas de Interior de Landa y Garaio

En Álava sí es posible tener un día de playa y dejarse envolver por algo más que arena y agua salada, porque en Álava las playas son de interior, pero muy recomendables para una desconexión del asfalto y una buena conexión con el entorno natural.

Tres mares interiores adornan Álava. En ello, se reflejan montes, prados y caseríos. Son ideales para pasear, pescar, hacer deporte y también, por qué no, visitar sus playas. Varias de ellas lucen incluso banderas azules, que refrendan la calidad de sus aguas y servicios.  

A unos 15 km de Vitoria-Gasteiz el embalse de Ullibarri-Gamboa acoge tres de ellas. 

Es el caso de las playas de Garaio Sur y Garaio Norte, rodeadas de zonas arboladas y de esparcimiento que forman el parque de Garaio, con 116 hectáreas de superficie. También la hermosa playa del Parque de Landa es un entorno idílico.

Los amantes de los deportes náuticos pueden practicar además remo, windsurf, vela ligera y pesca deportiva en el embalse de Urrunaga; el de Albina es perfecto para piragüismo; y el de Ullibarri-Gamboa para kayak, esquí acuático y vela.

Tienes más información aquí.

7.- Parque Natural del Valderejo

La naturaleza recibe al visitante en Álava con los brazos abiertos y lo hace enmarcada en cinco espectaculares parques naturales. En el oeste, el Parque Natural de Valderejo se ubica en el interior de un espacioso valle cercado por empinadas laderas. Está atravesado por nueve sendas, entre las que destaca el hermoso desfiladero del río Purón, la joya paisajística de este parque. Entre su variada fauna se encuentra la colonia de buitre leonado más numerosa del País Vasco.

Valderejo fue declarado primer Parque Natural de Álava en 1992 y consiguió en 2013 la Q de Calidad Turística, siendo el primer espacio natural protegido de Euskadi en obtener esta certificación.

El Parketxe o Casa del Parque, en Lalastra, ofrece información básica sobre los valores naturales y culturales del parque.

Los amantes de las emociones tienen muy cerca una buena ocasión de encontrarlas en las vías ferratas de Sobrón. Aquí el mundo se vuelve vertical. Imponentes muros se levantan sobre agrestes valles donde se ubican las dos únicas vías ferratas del País Vasco.

La primera, Cresta Sobrón, discurre sobre una arista de roca, con un recorrido de 550 metros con varias subidas y bajadas y un desnivel de 100 metros. Está dividida en tres tramos: uno de iniciación de 50 metros, otro de nivel medio de 250 metros y otro más difícil de 250 metros. 

La segunda, Harri Gorri, está calificada como K5 -para personas con experiencia-, cuenta con paredes verticales de ascenso y descenso y dos puentes de 45 metros cada uno. 

Más información sobre el Parque de Valderejo en este enlace y sobre Sobrón en este otro.

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