La Ertzaintza busca helicópteros incluso de segunda mano por tener una flota reducida y “obsoleta”
La sección de helicópteros de la unidad de vigilancia y rescate (UVR) de la Ertzaintza dispone únicamente de dos aparatos matriculados en 1996 modelo EC-135 T1. Un informe del Departamento de Seguridad admite que presentan una “aviónica obsoleta y unas prestaciones, en días de alta temperatura, que requieren ser mejoradas para la configuración de misión de rescate”; y en 2021 otro documento planteaba incluso la necesidad de la que flota fuese de tres unidades. Fuentes internas añaden que uno de ellos lleva meses con un servicio mínimo porque le quedan muy pocas horas de vuelo antes de que sea imprescindible una revisión integral que costaría cientos de miles de euros. Pero, como ha ocurrido con otros concursos para la renovación del parque móvil -coches-patrulla o furgonetas-, también el proceso de adquisición de nuevos helicópteros ha sufrido retrasos por todo tipo de vicisitudes y está obligando desde hace años a alquiler por días aparatos no rotulados para hacer algunas intervenciones. Ha ocurrido dos veces en el último año.
Hasta principios de este mes de julio, por ejemplo, ha estado sujeto a recursos y revisiones el proceso para adquirir en 'renting' una aeronave puntera anunciada a bombo y platillo en febrero de 2021 y para la que había un presupuesto de 14,4 millones de euros. Ahora, además, se ha iniciado un nuevo proceso de compra de dos aparatos por 9 millones de euros, lo que parece diseñado para que sean de segunda mano y no nuevos. “Los nuestros están muy bien mantenidos, pero son carentes de muchos sistemas de seguridad y de potencia”, informa una fuente de la UVR que conoce la situación de los helicópteros, que están destinados a labores de rescate en montaña o en el mar o también a coberturas aéreas de grandes operativos, como por ejemplo la visita del jefe del Estado. La base de la UVR está en el complejo policial de Iurreta.
Desde la UVR reclaman “ayudas” para “vuelo estacionario” -el aparato planeando en estático mientras los rescatadores actúan-, que “ahora se hace a ojo”. Verían deseable igualmente más potencia, ya que el combustible supone peso y se han dado casos o de tener que repostar menos volumen y tener que parar tras el rescate en los aeropuertos de Foronda u Hondarribia a pesar de las pocas distancias existentes en la comunidad autónoma. “Debido a los márgenes de potencia, se ha decidido subir un único rescatador de montaña y no dos junto con el piloto, el copiloto y el operador de grúa. Cuando no pueden llegar otras unidades de tierra, se reduce un 50% la capacidad”, explican desde la UVR.
Según los informes oficiales, los EC-135 T1 tienen matrícula EC-GNA y EC-GMZ y llegaron el 1 de diciembre y el 15 de noviembre de 1996, respectivamente. Tienen entre 6.500 y 6.600 horas de vuelo. Internamente remarcan que, además, son “prototipos” y no unidades de serie, lo que dispara los costes de mantenimiento. Hay una tercera unidad, un Dauphin SA365C3, pero lleva años como una pieza de la colección de vehículos de la Ertzaintza sito en las instalaciones de la academia de la Ertzaintza de Arkaute. Quedó obsoleto y fue retirado después de que hace una década se intentara su venta para financiar nuevas adquisiciones. La unidad llegó a tener cuatro aparatos. El último era un Ecureuil AS-350-B2 que tampoco pudo ser vendido y que acabó siendo donado.
Los propios informes de Seguridad enfatizan que solamente con nuevas adquisiciones “se podrán mantener los actuales procedimientos de operación y rescate, pudiendo ser optimizados en aras de mejorar la seguridad operacional gracias a las mejores prestaciones de las versiones elegidas”. Estas reflexiones se recogen en la 'Memoria de necesidades para el expediente de modernización de la flota de helicópteros de la Consejería de Seguridad del Gobierno vasco', consistente en la adquisición de dos unidades, y está firmado por el jefe de sección de Proyectos, Consultoría y Servicios, Julio Ezkur Olarra. Este contrato se hizo público el 13 de julio y se pretende que los dos aparatos estén operativos el 15 de diciembre de 2022. El adjudicatario se encargará de su traslado hasta Iurreta y deberán llegar rotulados para la Ertzaintza.
El Ejecutivo asume que, con el presupuesto limitado que plantea (4,5 millones por aparato), las empresas podrán entregarle unidades “nuevas” pero también “de segunda mano”. En la UVR asumen que esta vía ofrece “un modelo menos bueno que el del 'renting' pero menos malo que los actuales”. Además, apostilla: “Los de segunda mano son de entrega inmediata y los necesitamos para antes de ayer”. Serán también EC-135 pero T3 -la última versión- o T2+ -más comunes en el mercado-. Formalmente, en todo caso, el contrato de los 14,4 millones ya tiene todos los parabienes y Seguridad no renuncia a él para contar con una flota más versátil, ya que se apuesta por otro tipo de modelo.
De momento, en los registros de contratos de Seguridad constan dos alquileres por días tanto para noviembre y diciembre de 2021 como para mayo y junio de 2022, coincidentes con paradas programadas para mantenimiento de los equipos propios. En 2019 y 2020 fueron cuatro esos arrendamientos extraordinarios. No es infrecuente ver un helicóptero amarillo ambulancia que en su día fue de Osakidetza -el de matrícula EC-LAX del vídeo- con una pegatina de la Ertzaintza. Antes de la pandemia, la estimación era de unas 200 actuaciones con helicóptero al año aunque ahora esas cifras se han elevado ligeramente y en 2020, y pese al parón del confinamiento, ya fueron 220. En la UVR entienden que los alquileres no son la mejor solución ya que, por ejemplo, hay que instalarles la radio policial.
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