La Agencia Vasca del Agua (URA) ha contratado a una consultora para elaborar un informe sobre las posibles “afecciones” derivadas de las obras de construcción de la alta velocidad a su paso por Udalaitz, un macizo que separa Gipuzkoa y Bizkaia. Estas actuaciones incluyen también el estudio de “propuestas” de “medidas compensatorias”. Explica en el Parlamento Vasco la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, de quien depende URA, que la Administración ha de “velar por que, una vez concluida la perforación de los túneles, en la medida de lo posible, se recuperen los niveles piezométricos del acuífero y la calidad del recurso hídrico de que dispone la unidad hidrogeológica tanto en su componente cualitativo como cuantitativo”.
Según consta en el perfil del contratante, el 31 de enero de 2024, el director general de URA, Antonio Aiz, firmó una adjudicación directa a la empresa Ingek Ingeniería Geológica y Geotecnia, domiciliada en Bilbao. Se trata de un contrato sin concurso porque es inferior a 15.000 euros sin IVA. En concreto, se ha presupuestado en 14.500 euros, 17.545 euros con impuestos. La consultora dispone de tres meses estimados para entregar su informe.
Unas semanas después, el 20 de febrero, la consejera Tapia envió al Parlamento Vasco más información sobre este encargo a instancias de EH Bildu. Es uno de los últimos documentos del Gobierno que han llegado a la Cámara porque, con la convocatoria de elecciones, se paraliza toda la actividad de control ordinaria. En su respuesta a la oposición, Tapia explica que se ha contratado una “asistencia técnica especializada para el apoyo en el análisis y valoración de la documentación geotécnica e hidrológica relacionada con las obras de construcción del tren de alta velocidad a su paso por el macizo de Udalaitz”. En concreto, se analizarán estudios de la situación previa a la tunelación, los proyectos de ejecución, las informes de ejecución y los controles de Adif “durante” los trabajos. La denominada 'Y vasca' es una infraestructura estatal y la sociedad estatal Adif construye los ramales de Bizkaia y de Álava, así como el nudo de Bergara. La parte de Gipuzkoa la ha construido -y terminado en lo tocante a la infraestructura- el Gobierno vasco a través de la entidad ETS.
Con este estudio se realizará una “determinación, en su caso, de las medidas compensatorias para la restitución de los recursos que hayan podido verse afectados” y se citan expresamente el acuífero de Udalaitz, manantiales y aprovechamientos hídricos, es decir, tomas de agua autorizadas. Y añade Tapia que “la determinación de las medidas compensatorias y de su cuantía, así como de los posibles 'beneficiarios', será el resultado del análisis de toda la información anteriormente indicada”, sin que se pueda adelantar nada. Explica el Gobierno que es URA quien realiza esta tarea porque tiene la encomienda de gestión del control de las cuencas internas de la comunidad autónoma, lo que incluye el seguimiento de que se mantienen las condiciones hidrológicas previas una vez finalizada cualquier obra.
A inicios de 2022, este periódico ya recogió que en la zona lindante entre Gipuzkoa y Bizkaia, en concreto en el valle de Angiozar, una quincena de caseríos de la zona (25 residentes y actividades ganaderas), vio en riesgo su suministro de agua corriente por las obras de la 'Y vasca'. En octubre de 2021, un baserri llamado Goronsarri empezó a necesitar que un camión cisterna le llevase agua al depósito porque los trabajos habían secado un manantial del que bebía. Entonces eran catorce las casas en la zona que recibían insumos de manantiales cercanos y que temían verse afectados igualmente por los avances de las constructoras. Solamente en Gipuzkoa, los trabajos del AVE afectaron a una treintena de pozos, fuentes, arroyos, regatos o manantiales naturales. La lista incluía las localidades de Antzuola (tres), de Ezkio/Itsaso (dos), de Ormaiztegi (uno), de Beasain (uno) de Aduna (cuatro), de Andoain (ocho), de Urnieta (cuatro), de Zizurkil (tres) y de Asteasu en lo tocante a los trabajos realizados por ETS. En cuanto a la parte de Adif, desde 2010 ha habido afecciones en Bostiturrieta/Bostate, El Fraile (pozo Sukia) y Kobate“. La zona de Udalaitz y del entorno de Arrasate-Mondragon es la más afectada.
Un año después, en 2023, espeleólogos de esa misma comarca denunciaron que las obras del AVE habían “afectado” y estaban “destruyendo” una cueva hasta ahora no catalogada como tal en un tramo de otra cueva conocida como Lezetxiki. Adif ha llegado a tener que paralizar los trabajos en ese entorno, como cuando se hizo para preservar la reproducción de murciélagos. La cueva ha sido considerada históricamente como uno de los tesoros de la zona, ya que se estima que tiene más de 150.000 años. Excavada por primera vez entre 1956 y 1968 por el sacerdote José Miguel de Barandiarán, se han hallado conchas marinas transportadas por los neandertales (en algún caso, desde el Mediterráneo) u objetos de adorno.
La llegada del AVE a Euskadi se empezó a planificar en la década de 1980. No fue hasta 2006 cuando se puso la primera piedra de la infraestructura, a las afueras de Vitoria. Desde entonces se han ido retrasando las fechas de inicio de las operaciones. No hay ahora tampoco un calendario definido aunque sí la constancia de que las llegada a Bilbao y Vitoria se harán con soluciones provisionales y no con las obras de soterramiento finalizadas. Siguen pendientes igualmente las conexiones a Francia, a Pamplona y a Burgos, aunque este fin de semana 'El Correo' ha publicado que se acelerarán algunos tramos con licitaciones que podrían activarse este mismo 2024.