Y ETA (y el spray pimienta) entró en campaña
Ninguno lo vimos venir. La violencia es así, como las guerras, estallan sin pedir permiso. El candidato a lehendakari de EH Bildu, Pello Otxandiano había conseguido que la violencia terrorista hubiera pasado con sordina en la larga precampaña y, sobre todo, en la campaña electoral. En la primera tuvo el error de calificar a ETA como un “ciclo político”, pero la desmemoria de ese mundo sobre su complicidad con la violencia armada de ETA se había desvanecido casi por completo en campaña. ¡Y mira que ha habido entrevistas al candidato soberanista! (aunque no para todos los periódicos).
Hasta que se escuchó una pregunta sencilla:
-¿ETA fue un grupo terrorista?
-ETA fue un grupo eh armado ehh umm, bueno las consideraciones o la denominaciones pueden ser diversas, ehhh la violencia de Estado también puede tener diferentes ehhh bueno títulos…
No transcribo toda la respuesta (ni la repregunta del periodista Aimar Bretos, de la Cadena SER). En total son 2:37 minutos. Y no lo hago porque está llena de circunloquios, de titubeos y de hablar acerca de lo que no le preguntan. Cita incluso -sin nombrarle- los más de seis años y medio de cárcel de Arnaldo Otegi.
El ataque de esta tarde-noche con un spray pimienta contra el candidato peneuvista, Imanol Pradales, ejecutado por un varón de 49 años, ha terminado por ponerlo todo patas arriba en la aburrida campaña vasca. Y faltan cinco días para que los 1,7 millones de vascos voten el próximo domingo. Pero no condicionó el debate en ETB2.
“Cobardía”
Toda la jornada fue una sucesión de críticas, sobre todo de las asociaciones de víctimas, de buena parte de los candidatos a lehendakari, de calificativos -donde el que más éxito tuvo fue el de “cobarde”. Esa fue la idea -“cobardía”- utilizada por el ministro del Interior y otrora magistrado de la Audiencia Nacional y látigo de los terroristas, Fernando Grande-Marlaska y por la portavoz del Ejecutivo español. Hasta el lehendakari Iñigo Urkullu planteaba si ese era “el modelo del cambio de ciclo de EH Bildu”. “ETA fue terrorismo”, zanjó el presidente vasco en el acto de Barakaldo (Bizkaia), tras el que se produjo la agresión a Pradales.
Pero el ciclón del “terrorismo” terminó por rebotar como un boomerang contra el Gobierno socialista por las declaraciones laudatorias que ha realizado desde que pactó con [EH] #Bildu -que fue trending topic en la red X-. Acuerdos que han supuesto un blanqueamiento por la vía de los hechos de la coalición soberanista, sobre todo los pactos sellados en las instituciones (el último en el Ayuntamiento de Pamplona), el talón de Aquiles del candidato socialista Eneko Andueza. Las redes sociales estuvieron ‘on fire’, incandescentes durante horas en un debate que para unos (la mayoría) es vital a la hora de construir una convivencia sana en este país y, para otros, es una “turra” o ese hámster que da vueltas como un loco a toda velocidad en su rueda para llegar siempre al mismo.
El asunto aterrizó en el debate en ETB2, cuya celebración estuvo en el aire tras el ataque al candidato peneuvista. Pradales, justo antes de entrar en el plató televisivo, calificó los hechos de “susto desagradable”. Y quiso dejar claro que “no representa lo que es la sociedad vasca”. El ataque, a falta de la investigación de la Ertzaintza, parece no tener una motivación política, aunque habrá que esperar a los datos que obtenga la policía vasca de la declaración en comisaría del detenido, acusado de lesiones. Diversas fuentes confirmaron, avanzada la noche, a este periódico que la agresión estaba relacionada con la “retirada de la custodia de menores” por la institución foral vizcaína.
Nixon y Kennedy, en 1960
Lo bueno de peinar canas es que puedes echar la vista atrás y acordarte de debates en campañas electorales realmente memorables. Y no, no me quiero remontar al cara a cara por antonomasia, que inauguró además el poder taumatúrgico de la televisión en el lenguaje político y electoral: el del entonces senador demócrata J.F.K, contra el vicepresidente de D. Eisenhower, Richard Nixon. Ahí empezó todo, un 26 de septiembre de 1960: 59 minutos que cambiaron las campañas electorales para siempre. Pero eso es la prehistoria.
En realidad, la gente no sabe que fueron cuatro debates, no uno, aunque el que marcó la diferencia fue el primero: un Kennedy bronceado, mirando a la cámara -al pueblo estadounidense, de hecho- muy seguro de sí mismo. Un sudoroso Nixon, ataviado con un traje claro que pronunciaba aún más sus ojeras ¡y sin maquillar!. Dicen las crónicas de la época -y los libros que se han escrito sobre el primer debate político televisado- que sólo permitió que le pusieran un poco de ‘lasy shave’. Luego se arrepentiría, claro.
También fue sonada la frase que dejó Kennedy para la historia: “Tengo 43 años y soy el candidato más sano a la presidencia de los Estados Unidos… No voy a morir en el cargo. Así que la vicepresidencia no significa nada”. ¡Quién iba a pensar que unos pocos años después su asesinato en Dallas pasaría a la historia como el magnicidio del siglo XX! Nadie.
Esta noche en la radiotelevisión pública vasca también se ha hablado de terrorismo en el único debate televisado en el que participaban todos los candidatos a lehendakari. VOX fue lo primero que aportó al debate en sus primeros 30 segundos: “la banda terrorista ETA” y luego acusó a “Bildu” de estar “alentando el terrorismo” durante toda su historia. “Es inadmisible que una persona que opta a presidir este país no califique a ETA de terrorismo”, volvió a decir Amaia Martínez en el bloque de pactos.
Lo que está claro es que siempre se gana el debate cuando no se cometen errores. Pero, sensu contrario, también se puede ganar cuando se arriesga. A veces se gana mirando a la cámara, como Kennedy, y a veces interpelando como martillo pilón a tu principal oponente. Imanol Pradales, con el ojo izquierdo tocado por el ataque, ha buscado el cuerpo a cuerpo esta noche con Otxandiano. Hasta le ha llegado a acusar de ser deudor de un modelo económico “al estilo venezolano”, “controlador de las empresas” y de Kutxabank. El candidato soberanista ha repetido en varias ocasiones que “la situación no es catastrófica” en Euskadi, pero que hay que “revertir” muchas de las políticas de los últimos años del PNV-PSE-EE. La visión catastrofista se la dejó a la candidata de VOX, Amaia Martínez.
Ya lo hizo Pradales la víspera en el organizado por el Diario Vasco y, por el contrario, no lo hizo la pasada semana, en el de ETB1 en euskera, donde mostró un nerviosismo impropio de un candidato al que entonces las encuestas no le daban aún como caballo perdedor. El CIS abrió esa espita justo horas antes del debate en euskera con su vuelco frente al sondeo anterior, y el fin de semana, el resto de encuestas, incluida la de este periódico, ya daba ganador, con mayor o menor diferencia, a EH Bildu.
La candidata más joven, Alba García, fue la sorpresa -por su frescura y atrevimiento al interpelar con decisión y sin ningún miedo reverencial al candidato del PNV (que no era Imanol Pradales) en el celebrado en Bilbao para TVE. En el de esta noche, habló de la Euskadi real en materia de alquiler de vivienda -le acusó a Pradales de mentir en materia de Vivienda-, al tiempo que reprochaba a los candidatos del Gobierno el no estar pisando la calle. Eneko Andueza estuvo sobre todo propositivo, haciendo preguntas a diestro y siniestro y más y más propuestas en Osakidetza, Vivienda… “¿Y qué han hecho en estos cuatro años?”, le preguntó García a Andueza.
Pero en materia de ayudas y de RGI, fue la candidata de Podemos, Miren Gorrotxategi, la que acusó al candidato popular, Javier de Andrés de airear “bulos”. “¿Sabe usted a cuánto asciende la RGI?” Hubo un silencio y la propia candidata morada respondió: “840 euros”. “Y si suma la ayuda de vivienda, 1.100 euros”, le contestó el candidato popular. “No puede ser que esa gente [los perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos] siga sin aportar nada a la sociedad”, remachó el popular, mientras la morada le acusaba de lanzar bulos.
Seguimiento en redes y audiencias del debate
El cruce de propuestas y de interpelaciones directas entre candidatos fue importante. Luego están el seguimiento de los electores y la incidencia real de los debates electorales. El de TVE -en el que faltaban Pradales (PNV), Otxandiano (EH Bildu) y Gorrotxategi lo vieron en el País Vasco solo 20.000 vascos, aunque la audiencia, sumados La 1 y TVE 24 horas, alcanzó los 83.000 televidentes (un 14,2%). Y el de ETB1 llegó exclusivamente a 24.000 vascos.
Con un formato similar, el celebrado hace ahora cuatro años, el 7 de julio, en plena pandemia, en ETB2 alcanzó una audiencia total del 11% y un total de 276.000 personas conectaron en algún momento con el debate (lo que no quiere decir que lo vieran en su totalidad). El censo para estas elecciones del próximo domingo 21 de abril es de 1.712.324. El primer debate entre Kennedy y Nixon lo vieron 70 millones de una población total de prácticamente 180 millones de personas, entonces EE.UU era el tercer país más poblado del mundo.
Pero para debates decisivos, para debates antológicos, no hay nadie como el periodista y moderador Hilario Pino en “el debate con mayúsculas, ”el Debate… bate. Felipe González y José Maria Aznar, frente a frente, cara a cara…“. Siglo XX.
Son poco mas de 11 minutos descacharrantes. Yo que ustedes no me lo perdería.
Ya mañana leeremos (y debatiremos) sobre el debate de ETB2, sus consecuencias, los memes, los minutos de oro, las audiencias, la incidencia real en los electores… O cabe también que, en esta campaña de tanta atonía y encefalograma plano general hasta el revolcón de este martes, el debate se diluya “como lágrimas en la lluvia”, el famoso monólogo del replicante gigante Roy Batty en la escena final de Blade Runner.
Hagan sus apuestas.
0