Euskadi consigue que 500 personas sin hogar de las más de 4.000 que hay no regresen a las calles tras la pandemia
Cuando la pandemia llegó a Euskadi una de las estrategias que puso en marcha el Gobierno vasco fue tratar de que las personas sin hogar estuvieran resguardadas, al menos, durante la noche, para evitar así los contagios por coronavirus. En el caso de Bilbao, la ciudad vasca que más personas sin hogar acoge, desde el 14 de marzo, día que el Gobierno de España interpuso el estado de alarma y el confinamiento, se habilitaron polideportivos municipales y albergues para acoger a estas personas durante las noches y unos espacios extra que les atendieran durante el día.
Tal fue el éxito de la medida, que a los pocos meses de implantarla, el total de las 636 plazas que ofrecían el Ayuntamiento de Bilbao y el Gobierno vasco para acoger a estas personas llegaron al 100% de su capacidad, por lo que se estimaba que cerca de unas 200 personas que se quedaban fuera de estos albergues. No obstante, el Gobierno vasco ha informado este sábado de que la mayoría de las personas sin hogar atendidas en los refugios desde el confinamiento, cerca de 586 personas, no regresarán a la calle.
“Fruto de las restricciones socio-sanitarias impuestas por las autoridades para frenar el avance del virus y de las necesidades de las personas más vulnerables, el Gobierno vasco impulsó entonces el fondo Inor Atzean Utzi Gabe, que constaba de diferentes programas específicos, entre ellos, Lehen Urratsa. Esta iniciativa proporcionó refugio a las personas que dormían en la calle durante el confinamiento y propició que se pudiera trabajar con ellas para evitar que regresaran al sinhogarismo; asimismo, mejoró su calidad de vida e impulsó su proceso de inserción social a través de un itinerario personalizado”, han indicado desde el Gobierno vasco.
Para lograrlo, según han explicado, han llegado a acuerdos con Ayuntamientos locales como el de Bilbao, el de Getxo, el de Barakaldo y, ahora, con el de Donostia, aprobado en el Consejo de Gobierno celebrado el pasado martes. “Queremos seguir atendiendo a estas personas. Tenemos que aprovechar el camino que ya hemos recorrido y el trabajo realizado, la evolución de estas personas; y bajo ningún concepto podemos permitir que vuelvan a la calle”, ha señalado la directora de Servicios Sociales del Gobierno vasco, Marian Olabarrieta.
Entre las medidas que han llevado a cabo después de la pandemia desde las instituciones vascas se encuentra 'Trapezistak', programa que busca sacar de la exclusión social a jóvenes sin red familiar y en riesgo de exclusión. Gracias a esa iniciativa, 115 jóvenes sin red familiar, la mayoría extranjeros, que viven en distintos pueblos y ciudades de Bizkaia y Gipuzkoa han accedido a 17 asociaciones que les han acompañado, les han dado alojamiento, les han formado y les han ofrecido prácticas laborales.
La cifra de personas sin hogar en Euskadi supera las 4.000
A pesar de ello, según los últimos datos publicados por el Instituto Vasco de Estadística (EUSTAT) la población sin hogar atendida en centros de alojamiento y en comedores sociales en 2022 llega a las 4.456 personas. Es decir, de cada 1.000 personas en Euskadi, dos no tienen hogar. En concreto, el 72,4% de las personas sin hogar atendidas en dichos centros tiene nacionalidad extranjera, dato que ha aumentado en la última década, ya que en el año 2012 representaban el 60,1%.
Un 43,7% de estas personas se encuentran en Bizkaia, siendo Bilbao la capital que más personas sin hogar atiende. En Gipuzkoa, la mayoría de las personas están en Donostia, casi la mitad, mientras que en Álava solo se ha recibido a personas sin hogar en la capital. Según los datos aportados, las personas atendidas en Gipuzkoa en la última década han aumentado un 180,4% y en Álava un 123,3%. La subida en Bizkaia, aunque menos significativa también es relevante, ya que supone un 70,9% de personas sin hogar. Casi cuatro de cada diez de estas personas, un 37,5%, lleva más de tres años sin tener un alojamiento propio.
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