Euskadi arranca una campaña foral y municipal mirando a Vitoria y a Gipuzkoa y con temor a la abstención
Este viernes arranca oficialmente la campaña electoral en Euskadi, pero también un ciclo electoral que se prolongará un año y que incluirá igualmente generales en otoño, europeas en mayo de 2024 y autonómicas en una fecha indeterminada aún. Se renuevan las Juntas Generales, los Parlamentos forales con importantes competencias de Álava, de Bizkaia y de Gipuzkoa, que suman en total 153 escaños. Y, con permiso del 'nasciturus' Usansolo, hay 251 alcaldías en juego, y 431 concejales en Álava, 1.244 en Bizkaia y 986 en Gipuzkoa. Los pueblos de Ereñotzu en Hernani y de Itziar en Deba votan también los vocales de su entidad local menor. Gipuzkoa será el escenario más evidente de la pugna por la primacía entre PNV y EH Bildu y Vitoria la gran batalla municipal con PSE-EE y PP muy cerca también, según las encuestas. Sin embargo, nadie oculta que el precedente de la bajísima participación en las autonómicas de 2020, de apenas el 50%, hace temer que la abstención, sea deliberada o sea por dejadez, pueda ser la fuerza 'más votada' en Euskadi.
Al margen de Vitoria y Gipuzkoa, las próximas dos semanas deberán contribuir también a resolver otras incógnitas. ¿Logrará el PNV mayoría absoluta en Bizkaia y en Bilbao? ¿Y la retendrá en Hondarribia con un nuevo candidato, un conocido remero, tras las denuncias de irregularidades en la contratación realizadas por la oposición en los últimos años? ¿Continuarán los acuerdos de izquierdas capitaneados por EH Bildu en Galdakao, Errenteria o Durango? ¿Mantendrá el PSE-EE sus feudos de Irún y Eibar, donde ha explorado acuerdos con otros partidos distintos al PNV? ¿Qué ocurrirá en Barakaldo, gran conquista 'jeltzale' tras ser años 'cinturón rojo'? ¿Se animarán los socialistas a apoyar a otros alcaldes que no sean del PNV? ¿Premiará el electorado la apuesta local de Podemos por la confluencia en puertas de la creación de Sumar o su declive es imparable? ¿Ha tocado suelo el PP, que vuelve a aparecer en solitario ya sin Ciudadanos? ¿Son reales sus aspiraciones en Vitoria, su gran feudo en el pasado? ¿Continuará la ultraderecha de Vox completamente al margen de las instituciones locales vascas? ¿Y logrará José María Gorroño en Gernika ser alcalde con GH después de serlo con EA de Eusko Alkartasuna, con EA de Eusko Abertzaleak, con EH Bildu y con el PNV?
Pero también hay ya algunas certezas. El PNV ha feminizado sus candidaturas y ello reducirá las corbatas de la fotografía institucional del país. Mientras en Navarra ha habido tres presidentas de manera consecutiva, ninguna mujer ha sido lehendakari, ni diputada general ni alcaldesa de las capitales. Amaia del Campo, en Barakaldo y a propuesta de la formación 'jeltzale', es la que ha liderado el municipio más grande. Hay una excepción histórica: en el tardofranquismo el régimen impuso a Pilar Careaga como alcaldesa no electa de Bilbao. Ahora, en 2023, habrá por vez primera una alcaldesa en Vitoria. El PNV ha decidido relevar a Gorka Urtaran por Beatriz Artolazabal, exconsejera de Iñigo Urkullu. Pero incluso si no ganara el PSE-EE, EH Bildu, el PP y Elkarrekin -que es el nombre oficial de la coalición de Podemos, IU, Berdeak Equo y Alianza Verde- llevan también mujeres como cabezas de cartel. En Bizkaia la única favorita es Elixabete Etxanobe. En Gipuzkoa, compiten Eider Mendoza contra Maddalen Iriarte, que deja de ser la líder de la oposición en el Gobierno vasco para dotar de fuerza política al gran objetivo de EH Bildu.
En las elecciones municipales de 2019 hubo una participación del 66% con el PNV por encima de los 408.000 votos (36%). EH Bildu logró 279.000, el PSE-EE 181.000, lo que ahora es Elkarrekin del orden de 85.000 y el PP 66.000. En las elecciones forales votó también el 66%. El PNV llegó a los 434.000 apoyos, EH Bildu a los 266.000, el PSE-EE a los 191.000, Elkarrekin a los 111.000, el PP a los 80.000 y Ciudadanos -sin representación- a 14.000. Algunos partidos no llegan a tener candidaturas en todos los pueblos y eso altera los resultados, aunque en alguna medida existe también voto dual deliberado. El PNV, por ejemplo, estima que es de cinco puntos la de diferencia entre los que votan al partido en Vitoria para las forales frente a los que lo hacen para las municipales.
El experto Endika Núñez ha afirmado en Euskadi Irratia que “se espera una abstención alta”. “Los que están en la abstención hoy serían el partido más votado”, ha ironizado. Entiende que va “en la línea de las elecciones de los últimos años” y no solamente en el ámbito vasco. Consultadas por este periódico, las candidatas guipuzcoanas Mendoza e Iriarte y la vitoriana Artolazabal han exhibido su preocupación por este fenómeno. No resta legitimidad a las instituciones pero sí reduce la “afinidad” de la ciudadanía con las medidas que se tomen, describe Mendoza, del PNV. Según Núñez, hay una bolsa importante de indecisos en en la abstención. Es decir, potenciales no votantes a los que toca convencer. Entiende que “PNV y EH Bildu son los que más podrían captar de esa bolsa”. Hasta un 25% de los indecisos podrían engrosar el botín del PNV y un 16% el de EH Bildu, según sus datos.
Significativamente, de los cinco principales partidos tres abren la campaña en Vitoria. Son el PNV, el PSE-EE y la coalición Elkarrekin. El PP opta por Donostia y EH Bildu ha hecho un lanzamiento conjunto desde Pamplona, donde concurren también en las autonómicas. El menguante Ciudadanos solamente se presenta en las capitales y ni siquiera va a las forales, donde se requieren cuadros empadronados en Euskadi para conformar listas. PP y Ciudadanos concurrieron unidos en las autonómicas. Mantienen formalmente el grupo conjunto en el Parlamento pero uno de los dos electos naranjas, Luis Gordillo, ya saltó al PP mediada la legislatura.
El PNV, que desde el miércoles ha montado una gran carpa en el centro de la ciudad, ha arropado una muy ovacionada Artolazabal con Ramiro González, que aspira a continuar por tercera legislatura como diputado general de Álava, y con su tándem dirigente, Andoni Ortuzar e Iñigo Urkullu. Eneko Goia y Juan María Aburto anhelan a repetir como alcaldes en Donostia y Bilbao, respectivamente. El CIS ha dado por hecha la victoria en la villa. Al PNV se la ha cruzado en plena campaña una huelga en Osakidetza. Los gestores de la Sanidad pública, con la consejera Gotzone Sagardui a la cabeza, niegan tajantemente que haya recortes y desmantelamiento pero, acabada la pandemia, la preocupación social por la materia se ha quintuplicado y es el segundo problema solamente por detrás de la economía.
Y también sigue latente la corrupción del 'caso De Miguel', que se ha cerrado con elevadas penas de cárcel para exdirigentes y excargos del partido. Las condenas previstas no se están terminando de ejecutar pero al partido le empieza a pasar factura que ahora el principal acusado, Alfredo de Miguel, empiece a pedir un indulto político. Y, ¿qué sucederá en Alonsotegi? ¿Perderá el PNV este municipio después de las investigaciones judiciales por irregularidades económicas que han afectado a tres exalcaldes de la localidad? “Os pedimos honestidad total para que vuestra gestión sea éticamente impecable 24/7”, ha apelado Ortuzar a sus bases.
Sin embargo, el mensaje principal del PNV en la campaña -donde hará bandera de la salida del Tour de Francia desde Euskadi con metáforas, un vídeo lleno de ciclistas y referencias constantes- es que la abstención no puede ser la de 2020. “No es lo mismo votar que no votar”, ha resumido Urkullu, quien también ha implorado que los debates huyan de los temas que marcan la agenda “en la Meseta”.
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Desde EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha pedido que la campaña huya “del barro y de la mediocridad” y pase a hablar de “política”. “Frente al barro y al ruido, planteamos soluciones”, ha asegurado. La coalición se ha encontrado como protagonista del arranque de la campaña en España. La presencia de exmiembros de ETA y de otros condenados en las listas -44, según Covite- ha servido para que la derecha azote a Pedro Sánchez por sus acuerdos con la izquierda abertzale. Fuentes internas entienden que son dinámicas españolas que en el ámbito vasco están superadas, aunque reconocen que les gustaría que se produjeran otro tipo de debates.
Gipuzkoa y Vitoria son los dos grandes objetivos para la coalición. “Ganas, ilusión, equipo y ambición: tenemos una hoja de ruta clara para responder a las necesidades de la ciudadanía gipuzcoana”, ha dicho la candidata Iriarte, que hasta ahora había sido jefa de la oposición en el Parlamento Vasco. “EH Bildu es la única alternativa progresista posible en Gasteiz”, ha apostillado Rocío Vitero, la apuesta para Vitoria tras la etapa de Miren Larrion, que acabó de manera abrupta por una condena judicial. “Feijóos, Adaneros, Sayas o Ayusos: si está en manos de EH Bildu no gobernaréis ninguna institución”, ha abundado Otegi.
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“Euskadi no se reparte entre el PNV y EH Bildu. El PSE-EE después del 28 de mayo va a ser más determinante que nunca. Es el momento de elegir, de pelear cada voto, de sacar a la gente de sus casas para que llene las urnas de puños y rosas”, ha solemnizado Eneko Andueza como idea-fuerza del arranque electoral. Desea “teñir” el mapa de “rojo” y que deje de tener tantas tonalidades “verdes”, más oscuras o más claras, ha dicho sobre los colores corporativos de su partido, de PNV y de EH Bildu. El PSE-EE espera este lunes a Pedro Sánchez para mostrar sus políticas en una de sus primeras actuaciones en campaña tras llegar de estar con Joe Biden en la Casa Blanca. Esa visita, como de la de José Luis Rodríguez Zapatero para abrir la campaña, será a Vitoria, la gran aspiración. Pero Portugalete, Ermua, Nanclares de la Oca o Andoain son también otros puntos críticos. Y Lasarte-Oria, donde las urnas medirán el efecto de la confesión de la eterna alcaldesa Ana Urcheuguía, que ha admitido nueve años de delitos en la gestión de los fondos de cooperación a Somoto, en Nicaragua.
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Elkarrekin ha logrado en Euskadi unir a todas las fuerzas no nacionalistas a la izquierda del PSE-EE. Podemos, al menos aquí, cree en Sumar e incluso traerá a Yolanda Díaz. La confluencia se ha dado en 66 municipios y solamente en Pasaia Podemos e IU van por separado. Irene Montero e Ione Belarra harán paradas en la campaña, así como otros cargos de los partidos de la coalición como Enrique Santiago. Podemos lidera las listas en las tres diputaciones y en las tres capitales, mientras que IU lo hace en Barakaldo. En Vitoria, Equo ocupa el segundo puesto. Alianza Verde, la cuarta pata, es solamente Juantxo López de Uralde, que es diputado en el Congreso por la circunscripción de Álava. La defensa de los servicios públicos emerge como el gran eje de la campaña. Durango, Errenteria o Galdakao son los puntos en los que esta coalición ha sido influyente en los últimos años, aunque en privado asumen que puede llegar un nuevo bajón que aleje todavía más aquellas victorias en las generales al PNV cuando Pablo Iglesias montó Podemos.
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Mientras Carlos Iturgaiz mantiene al PP muy pegado a la crítica al “sanchismo” y con alusiones a ETA, la gran novedad es la rehabilitación de su predecesor, Alfonso Alonso, que se marchó asegurando que hacía falta un PP más pegado a la nueva sociedad vasca. A Alonso se le espera este fin de semana en un acto de campaña en Vitoria con la candidata a alcaldesa de la capital vasca, Ainhoa Domaica. “Es una cosa puntual”, dicen desde el PP vasco. Y también recalcan que es algo natural. Es “compartir la experiencia de un alcalde con una aspirante a alcaldesa”, explican estas fuentes. Pero, desde el PP de Álava, Iñaki Oyarzábal entiende que es una gran noticia para dar impulso al intento de recuperar un feudo. “Genera muchísima ilusión y confianza que después de tres años reaparezca para apoyar a Ainhoa Domaica y para apoyar el cambio en Vitoria. Da mucha importancia a lo que para nuestra ciudad supone el 28M. Él, que se había apartado, que está en la empresa privada, ha decidido dar un paso, volver a su casa -nunca se ha ido de Vitoria- y pedir el voto para tratar de unir a esa mayoría social que le dio el respaldo a él. Alfonso viene a apoyar el cambio en Vitoria y a explicar lo importante que es el 28M para apoyar desde todas las ciudades el cambio en España”, indica a este periódico.
En Donostia, Borja Corominas aspira a retener parte del efecto de Borja Sémper en 2019. Poco antes de dejar el PP -al que ahora ha vuelto- y con una campaña personalista en la que contó hasta con Mikel Erentxun, dio a su partido un resultado excepcionalmente positivo en un contexto general a la baja. Ahora el PP solamente tiene dos alcaldías, los minúsculos pueblos de Navaridas y Baños de Ebro en la Rioja Alavesa, que no llegan entre los dos a los 500 habitantes.
Iturgaiz ha abierto la campaña en Donostia. Cerrarán en Vitoria y la noche electoral será en Bilbao, para buscar un equilibrio territorial, según explican desde el PP vasco. Alberto Núñez Feijóo participará en una cena-mitin en Vitoria este domingo y pasará la mañana siguiente en Bilbao. El partido contará también con Isabel Díaz Ayuso el 20 de mayo en Bilbao, donde simbólicamente cierra la lista. Y el expresidente José María Aznar ha sido igualmente invitado. No se prevé que vuelva a tomar la palabra Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta madrileña y último en la lista de Durango, tras su controvertida intervención en la localidad vizcaína.
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