Euskadi arranca este martes el curso político con el primer Consejo de Gobierno tras las vacaciones de verano con los ertzainas en pie de guerra. Tres sindicatos de la Ertzaintza, ErNE, Sipe y Esan, han convocado en unidad de acción a sus afiliados a una concentración ante el Palacio Miramar de Donostia, donde se celebra tradicionalmente la primera reunión del Gobierno vasco tras el periodo estival, y fletarán al menos tres autobuses desde Álava y Bizkaia para intentar que sea lo más multitudinaria posible. La intención es lanzar un claro mensaje a Urkullu: que los agentes está dispuestos a complicar al lehendakari el último tramo de esta legislatura si no se atienden a sus reivindicaciones, entre ellas un nuevo convenio.
De momento no hay convocado ningún encuentro con el departamento de Seguridad que dirige el vicelehendakari Josu Erkoreka, algo que, según señalan desde los sindicatos, “muestra el talante” del Gobierno a la hora de buscar solución a este conflicto. La última reunión se celebró a finales del mes de junio con nulo éxito. Apenas 25 minutos después de arrancado el encuentro, los sindicatos se levantaron de la mesa y rechazaron la propuesta del Gobierno vasco que ofrecía subidas salariales a través de los complementos y no una subida lineal en nómina. Los sindicatos exigen una equiparación salarial con el cuerpo local mejor pagado, que es el de Muskiz, lo que supondría unos 300 euros mensuales de media y el desarrollo de la carrera profesional como en Osakidetza (lo que implica entre 1.740 y 9.409 euros anuales). El vicelehendakari Erkoreka criticó tras esta reunión las peticiones sindicales por “irreales” e “irresponsables”. El departamento había aceptado movilizar 18 millones para mejorar la situación laboral, pero según los cálculos del Gobierno el plan de los sindicatos superaría los 100 millones. Difícil, de momento, encontrar un término medio.
Las posturas enfrentadas parecen abocar el conflicto a enquistarse en el tiempo. Los ertzainas llevan doce años sin renovar el convenio, -aunque como ha señalado el consejero en determinadas ocasiones, sí han mejorado sus condiciones laborales en este periodo- y el Gobierno vasco asegura que las exigencias sindicales son imposibles de cumplir. Pero además, la irrupción en escena del colectivo 'Ertzainas en lucha', un movimiento al margen de los sindicatos -y enfrentado abiertamente con ellos, está tensando aún más las relaciones y agudizando el conflicto. Este colectivo tiene convocada ya una primera movilización para el lunes día 4 de septiembre en modo de caravana de coches, de las que ya ha realizado varias complicando los accesos a las capitales. Esta vez la caravana será en Behobia en Irún y hasta la frontera con Francia.
Todo el conflicto ha enrarecido las relaciones ya de por sí difíciles entre el departamento de Seguridad y las centrales, con acusaciones del consejero de bajas laborales en masa durante el Tour, llegaron al 15% de la plantilla, después de que se amenazara con paralizar la salida de la carrera desde Euskadi -aunque finalmente no hubo ningún fallo de seguridad- o manifestaciones ante el Parlamento Vasco que se han saltado los límites permitidos sin que sus compañeros de servicio actuaran como lo hacen con otras manifestaciones convocadas ante la Cámara vasca para impedir que se sobrepase un perímetro determinado.
“Lo que queremos es que se sienten a negociar para conseguir la paz social. El conflicto no es bueno para nadie. Pero si no se negocia el convenio a Urkullu se le va a complicar mucho el final de esta legislatura”, señala Iñaki Uranga, del sindicato Esan, que recuerda que no es único conflicto laboral que el Gobierno vasco tiene abierto y “las elecciones autonómicas no están tan lejos”. “No vamos a parar hasta tener convenio”, advierte.
Las reivindicaciones de los ertzainas van más allá de la subida salarial. Quieren más y mejores medios. A lo largo de las últimas semanas de fiestas en las capitales vascas han sido continuas las quejas de saturación de las comisarías y de falta de medios ante un incremento de la delincuencia, según han denunciado.
“Las fiestas de este verano en Euskadi han constatado el caos en el que está sumido el Cuerpo”. “El ostensible aumento de las denuncias registradas ha evidenciado la falta de medios, de personal y de formación” que sufre la Policía vasca ha señalado el secretario general de ErNE, Sergio Gómez de Segura a Europa Press. “Ha quedado demostrada este verano que la implicación de nuestros compañeros es total porque, con malos medios, salen a la calle y logran unos resultados buenísimos, en cuanto a detenciones, pese a que están dejados de la mano de Dios, porque no hay una apuesta real desde el Departamento por este cuerpo”. Retomando las movilizaciones quieren forzar a las instituciones a “apostar por una seguridad pública de garantías y de calidad”. “Desde la unidad sindical que representamos estos tres sindicatos, nuestra intención es seguir adelante hasta la firma de este convenio, que después de una década vemos que es totalmente necesario”, ha concluido.