Euskadi asume la competencia de Costas el 1 de abril en plena batalla de Donostia contra el Estado

Los toldos de la playa de La Concha han acaparado titulares esta semana. El nivel del mar está subiendo y la zona de arena se reduce. Costas, un organismo del Gobierno central, ha obligado a reducir esos puestos, como ya ocurriera en 2010. De 1.000 a 440 y ahora a menos de 300. El alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha elevado el tema a la categoría de asunto de Estado. Literalmente. Sostiene que Costas está haciendo “la vida imposible” a la ciudad. Además de los toldos, intentó paralizar el proyecto de reurbanización de los antiguos cuarteles de Loiola y ha abierto expedientes por problemas con las licencias de locales ubicados en primera línea de mar, algunos de ellos muy conocidos. Dice el alcalde que Costas ha retrasado también los planes para el Peine del Viento, un icono de Eduardo Chillida cuyo centenario fue el pasado año. “Es una maldición”, ha cargado. Pero, en muy pocos días, el 1 de abril, el Gobierno vasco asumirá parte de las competencias de Costas. ¿Cambiará algo?

El PNV apoyó la investidura de 2023 de Pedro Sánchez, entre otras cosas, tras arrancar al PSOE el compromiso de completar los puntos pendientes del Estatuto de 1979 antes de 2025. En estos meses, se han ido ya acometiendo tras pasos con diferentes resultados. Desde el 1 de enero, por ejemplo, la Administración autonómica controla el servicio de Cercanías de Renfe. Hay acuerdos también en materias relacionadas con inmigración y parece inminente la regulación de la convivencia entre la agencia estatal meterológica, Aemet, y la vasca, Euskalmet. Por el contrario, el Tribunal Supremo acaba de anular el acuerdo político que hizo que la comunidad autónoma asumiera la homologación de titulaciones universitarias obtenidas en el extranjero. Todavía se negocia cómo se acometerá, además, la cesión de la gestión económica de la Seguridad Social, a lo que se le acompañan las políticas pasivas de empleo (las prestaciones de paro) y las funciones pendientes de la Inspección de Trabajo.

El cambio del primer al segundo trimestre de 2025 fue el momento acordado para efectuar el traspaso de la gestión del litoral. No tiene un gran componente económico (4,3 millones de euros) y tampoco de personal (14 funcionarios del Estado pasarán a ser plantilla del Gobierno vasco) o de medios materiales (apenas tres furgonetas). Pero, a la luz de los últimos acontecimientos, está adquiriendo un mayor carácter simbólico y político. El alcalde Goia ha dicho que esta temporada de playa la asignación de toldos en la más famosa de las playas de su ciudad y de Euskadi se hará con los criterios del Estado pero que, quizás, en próximos años ese criterio cambiará. El PSE-EE, que cogobierna con el PNV en Donostia y que dirige Costas, ha matizado que la propuesta “no es un capricho”.

El Ejecutivo autonómico, según explican fuentes conocedoras del acuerdo, controlará también concesiones como La Perla, el Tenis, Zmare o el Club Náutico, por ejemplo, sobre los que se ha puesto la lupa en los últimos años. El Gobierno central, eso sí, mantendrá algunas competencias en materia de Costas, aunque no ya tan amplias. Un decreto detalla qué hará cada organismo a partir de ahora.

La nueva consejera de 'Costas' será Amaia Barredo, del PNV. Ella dirige la cartera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca. En los últimos días se ha preparado un decreto para modificar la estructura de su cartera. Así, se ha acordado que el viceconsejero de “Pesca y Desarrollo Litoral” lo sea ahora de “Pesca, Puertos y Litoral” y que el director de “Desarrollo Litoral, Puertos y Asuntos Marítimos” lo sea de “Puertos, Asuntos Marítimos y Litoral”. Actualmente ocupan estos cargos Leandro Azkue y Koldo Goitia, respectivamente. Los nuevos 14 funcionarios se ubicarán en los servicios de Puertos autonómicos de Bizkaia -en la calle de Juan Sebastián Elcano de Bilbao- y en Donostia -en la propia zona portuaria-.