Euskadi asume la gestión de Cercanías: continuidad de Renfe, billetes gratuitos y 500 millones en inversiones

Quizás haya viajeros en las áreas metropolitanas de Bilbao o de Donostia que, esta Nochevieja, acudan a cenar o a una fiesta en un tren de Cercanías de Renfe. Si se alarga la noche y deciden volver a primera hora de la mañana en este mismo medio de transporte, no notarán cambio alguno pero, con las campanadas, se habrá producido uno muy relevante desde el punto de vista jurídico. Desde las 00.00 horas del 1 de enero de 2025 Euskadi asume la gestión de este servicio después del acuerdo político entre los Gobiernos central y vasco de la pasada primavera. El traspaso fue valorado en 92,7 millones y el Estado se compromete también a realizar a partir de ahora casi 500 millones en inversiones, lo que incluye la renovación de 25 de los 44 trenes más antiguos.

El cambio afecta a 22 millones de viajeros (22.802 cada día en Donostia y 58.096 en las líneas vizcaínas) que usan alguno de los 426 servicios diarios. Son 182 kilómetros de red -aunque las vías seguirán siendo de Adif ya que son empleadas para otros servicios de media y larga distancia- y hay 95 estaciones repartidas en 43 municipios con unos 1,1 millones de habitantes, el 50% de la población de la comunidad autónoma.

Renfe tenía un contrato hasta 2027 para operar cuatro líneas en el entorno de Bilbao -tres de ancho ibérico y una heredada de la antigua FEVE en vía estrecha o ancho métrico- y otra en Donostia y así seguirá siendo, aunque el control de sus horarios, frecuencias o tarifas pasa al área de Movilidad Sostenible del Gobierno vasco. Es un modelo similar al de las Rodalies de Catalunya, de gestión autonómica pero con el mismo operador estatal de siempre. Al menos transitoriamente, en Euskadi ni siquiera se va a cambiar la decoración o el nombre en los trenes.

Ni tampoco va a variar el coste. De hecho, si en Euskadi el conjunto de los medios de transporte operados por la comunidad autónoma, las diputaciones o los ayuntamientos seguirán al 50% en el primer semestre de 2025, el Estado ha garantizado que continuará manteniendo la gratuidad total en Cercanías de Renfe, un modelo estrenado en 2022 y que se ha ido prorrogando varias veces. Fuentes del Gobierno vasco remarcan que funcionará exactamente igual que con Rodalies en estos tres años de bonificaciones.

Nueva línea en Vitoria

Euskadi ya había recibido hace décadas una transferencia parcial de Cercanías. De hecho, las nuevas líneas complementarán a las explotadas por el operador autonómico Euskotren. Se trata de las antiguas líneas de ancho métrico internas y que operan en Bizkaia y en Gipuzkoa, aunque el conocido como 'topo' pasa a Hendaya.

En Vitoria, la capital de la comunidad autónoma, desapareció hace medio siglo el conocido como 'vasconavarro' y no han ofrecido servicios ferroviarios de proximidad ni Euskotren ni Renfe -que sí llega en alguna de las líneas de Bilbao a Llodio o Amurrio porque acaban en Orduña- y la transferencia incluye el compromiso de crear una nueva ruta que llegará hasta Miranda de Ebro al oeste y hasta Alsasua en el este. Se han alcanzado ya acuerdos con Castilla y León y con Navarra para ponerlo en marca. Se prometen igualmente mejoras en las Encartaciones.

“Entre las mejoras que se implementarán en 2025, el Departamento de Movilidad Sostenible ha acordado con Renfe el diseño de un nuevo servicio de Cercanías en Álava, con trenes entre Miranda de Ebro y Alsasua que prestarán nuevos servicios diarios y de fin de semana a primera hora de la mañana, mediodía y última hora de la tarde; así como con la prolongación de varios recorridos que hoy en día finalizan en Vitoria, sin atravesar la Llanada alavesa. Se prevé que estas mejoras se activen en los primeros meses del año, en primavera. En Bizkaia, Carranza contará con nuevos servicios que conectarán con Bilbao a través de una lanzadera ferroviaria a Aranguren que constará de cinco servicios diarios en ambos sentidos y que se pondrá en marcha una vez que ADIF realice las obras de electrificación necesarias”, ha explicado el Gobierno vasco.

“Asumimos un servicio importante en el día a día de muchas personas y lo hacemos con el afán de no conformarnos con lo existente y de avanzar”, explica la consejera del ramo, la socialista Susana García Chueca, en una tribuna en este periódico sobre la transferencia de Cercanías. La titular de Movilidad Sostenible asume que el cambio de gestión “no es tarea sencilla”, pero pone en valor la “capacidad contrastada” y la “tenacidad” de los gestores autonómicos, así como la colaboración con Adif y con la administración del Estado. De hecho, el secretario de Estado es vasco, el exalcalde de Irún, José Antonio Santano, y al frente del administrador ferroviario estatal está el exviceconsejero vasco Pedro Marco.

El acuerdo de transferencia comporta igualmente un paquete de inversiones en Euskadi. Han sido años de quejas de los usuarios, también por problemas de accesibilidad en las estaciones. Inicialmente, se aludió públicamente a una inyección de 400 millones de euros. Ahora, en un documento enviado al Parlamento Vasco a instancias del PP, se eleva a 494,2 millones para “98 actuaciones”.

El documento es de Adif y está cerrado en octubre. En él se apunta a que 8 de las 98 inversiones ya están “en tramitación”. Son 167,6 millones ya movilizados. Por zonas, el grueso del dinero va al núcleo de Bilbao, con 51 obras valoradas en 292.8 millones. En el de Donostia son 46 y 197,1 millones de euros. Se incluyen 4,3 millones para el nuevo ramal de Carranza y Aranguren y no hay menciones a la nueva línea de Vitoria. Como principales ámbitos, el 30% del dinero va a estaciones, el 23% a infraestructuras, el 21% a telecomunicaciones y el 17% a electrificación.