Euskadi busca acercar a la sociedad la posibilidad de solicitar la eutanasia para que no se produzca “tan al final de la vida”
“A veces los plazos son excesivos. Quizás tendríamos que empezar a cuestionarnos por qué se piden tan tarde este tipo de prestaciones, quizás los ciudadanos tenemos mucho que hacer y llegar a la enfermedad pensados”, se ha planteado en unas jornadas
Una mujer agarra la mano de su marido antes de una eutanasia en Vitoria NURIA GONZÁLEZ
En el año 2024, un total de 54 personas que solicitaron en Osakidetza la prestación de eutanasia fallecieron antes de que esta pudiera llevarse a cabo. A pesar de que los tiempos de espera se han reducido desde la entrada en vigor de la normativa estatal, que es de 2021, la media de atención de estas solicitudes es de 49 días de espera. Entre las razones para ello, desde el Departamento de Salud argumentan que se debe al proceso que lleva a cabo la comisión compuesta por 25 profesionales de los ámbitos sanitario y jurídico, que garantizan la seguridad clínica y jurídica del proceso para aceptar o denegar las solicitudes según el caso, y al hecho de que la ciudadanía solicita la eutanasia “muy al final de la vida”, por lo que días posteriores a realizar la solicitud acaban falleciendo de forma natural.
Con el objetivo de acercar esta posibilidad a la ciudadanía Euskadi creará “a lo largo de este año” un Sistema de Información de Eutanasia. “Desde Osakidetza nuestro objetivo es trabajar en la accesibilidad a esta prestación para quien la necesite. Que nadie, cuando tenga la decisión clara, tenga que andar pereguinando para encontrar un médico responsable”, han informado la directora de Asistencia Sanitaria de Osakidetza, Maite Martínez de Albéniz,y la presidenta de la Comisión de Garantía y Evaluación de la Eutanasia de Euskadi (CGyEE) de Euskadi, Itxaso Bengoetxea, médica de hospitalización a domicilio y cuidados paliativos de la OSI Barrualde-Usansolo de Osakidetza, durante la I Jornada de reflexión sobre eutanasia en Euskadi, celebrada este jueves en Bilbao.
El Sistema de Información de Eutanasia de Euskadi contribuirá a optimizar la gestión de los datos y permitirá disponer de una visión completa e inmediata sobre la aplicación de la prestación. “Esta mejora tecnológica se acompañará de un aumento de los profesionales dedicados a la gestión de la prestación, reforzando así la capacidad del sistema sanitario vasco para garantizar el acceso al derecho a solicitar y recibir la ayuda necesaria para morir de acuerdo con el marco legal vigente”, informan desde el Departamento de Salud.
Durante la jornada, además de anunciar el nuevo Sistema de Información de Eutanasia, se han abordado cuestiones como la salud mental en los pacientes crónicos, el trabajo de los sociosanitarios y el personal de enfermería y la objección de conciencia y el no abandono al paciente. En este sentido, han explicado que es el médico el que tiene que realizar el trabajo de “abrirse al paciente y conocer su situación social y familiar” para poder atenderle de la mejor manera posible y, en el caso de ser objetor de conciencia, facilitar lo antes posible un médico que esté dispuesto a llevar a cabo el procedimiento. “La objeccón de conciencia es un derecho individual y todos los médicos y profesionales asistenciales sanitarios tenemos el derecho a objetar por razones éticas. Cuando tomo esa decisión tengo que facilitar que otro responsable asuma esa prestación”, ha insistido Bengoetxea que ha informado de que en Euskadi actualmente hay 570 profesionales inscritos en el registro de objetores de conciencia.
I Jornada de reflexión sobre eutanasia en Euskadi celebrada este jueves en Bilbao IREKIA
Este jueves también se ha presentado el último Informe de prestación de ayuda médica para morir en Euskadi del Departamento de Salud que recoge que en el año 2024 se recibió un total de 74 solicitudes de eutanasia, pero finalmente se realizaron 49 procedimientos. “Se deniegan entorno al 9% de las solicitudes, siempre detrás de toda la solicitud de prestación de eutanasia hay un sufrimiento insoportable, pero no todos los sufrimientos insoportables cumplen los requisitos que establece la ley. Tienen que cumplir una serie de requisitos clínicos y de otros tipos. Clínicamente puedes solicitar la prestación cuando tienes un sufrimiento insoportable, bien porque tienes una enfermedad incurable avanzada con un pronóstico de vida limitado, como puede ser, por ejemplo, una enfermedad oncológica o un padecimiento grave crónico invalidante que te produce limitaciones para las actividades de la vida diaria. Eso tiene que estar demostrado. Hay padecimientos crónicos e invalidantes que igual no inciden en las actividades de la vida diaria, pero sí producen un sufrimiento insoportable, pero le falta ese último componente que es la limitación de la vida. Cuando hay una denegación es que alguno de esos requisitos no se cumple o que la persona solicitante no es capaz para tomar esa decisión”, ha detallado Martínez de Albéniz.
¿Qué tiene que hacer una persona para solicitar la eutanasia? “La prestación de la ayuda para morir se podrá realizar en centros sanitarios públicos o privados, y en el domicilio de la persona solicitante, entendiendo éste también como residencias de personas mayores y residencias de personas discapacitadas”. De hecho, a lo largo de 2024 el 32,6% de los procedimientos de eutanasia se realizaron desde el domicilio, un 53% desde el hospital y un 14,3% desde las residencias sociosanitarias. La edad media de las personas solicitantes de la eutanasia se sitúa en 74 años, teniendo 100 años la persona de mayor edad y 33 la menor. El 37% de las personas que han realizado la solicitud padecían una enfermedad neurológica, la mayoría relacionadas con la demencia, y el 36% fueron pacientes oncológicos“, según recoge el informe.
Para ello, el Departamento de Salud y Osakidetza proporcionan a profesionales sanitarios que así lo requieran formación sobre los procedimientos, los protocolos de actuación y el manual de buenas prácticas en la prestación de ayuda para morir; así como apoyo al conjunto de profesionales, a través de los equipos de referentes implementados en todas las OSIs, que con su vocación y compromiso atienden en conciencia a las personas que residen en Euskadi, desde el principio hasta el final de su vida. Cabe destacar que desde su puesta en marcha, la ley ha obtenido una acogida “positiva” por parte de las y los profesionales del ámbito sanitario, indica el Departamento de Salud.
Según han explicado durante la jornada, la solicitud de prestación de ayuda para morir deberá hacerse de manera voluntaria, autónoma y por escrito, en un documento fechado y firmado por el paciente, en presencia de un o una profesional de la salud, que también lo firmará e incorporará a la historia clínica. El “médico responsable” deberá informar adecuadamente y establecer un proceso deliberativo con el paciente y responder personalmente, también por escrito, en un plazo máximo de cinco días. Tras esta primera solicitud, el paciente deberá reiterarla por segunda vez y deliberar nuevamente con su “médico responsable” sobre su decisión de continuar o desistir de la solicitud de prestación de ayuda para morir. Entre las dos solicitudes deberán haber pasado, al menos, 15 días. Si tras ello el paciente decide continuar, el “médico responsable” consultará con un “médico consultor” que comprobará el cumplimiento de todas las condiciones establecidas en la ley. Una vez cumplidos todos estos requisitos previos, la Comisión de Garantía y Evaluación los verificará e informará de forma definitiva al “médico responsable” para que pueda proceder con la prestación de ayuda en sí. “En términos generales, una solicitud puede aplazarse o revocarse en cualquier momento. Además, podrá denegarse en el caso de que la solicitud no cuente con el amparo de la ley”, han detallado.
Es por ello que el procedimiento suele alargarse más de lo esperado por el paciente que ya toma la decisión de recibir ayuda para morir. Sin embargo, de cara al trabajo de los profesionales sanitarios, son más efectivos este tipo de procedimientos porque se trata de una decisión tomada entre varios y con el respaldo de una comisión. “Cuando eres el médico que asiste te sientes cómodo cuando existe un garante y no es decisión tuya, hay compañeros y una comisión que lo refrendan y eso lleva un plazo”, ha explicado Bengoetxea para refelxionar después sobre por qué se solicita esta ayuda tan tarde. “Es verdad que a veces los plazos son excesivos. Quizás tendríamos que empezar a cuestionarnos por qué se piden tan tarde este tipo de prestaciones, quizás los ciudadanos tenemos mucho que hacer y llegar a la enfermedad pensados”, ha concluido.
elDiario.es/Euskadi
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