Apenas 24 horas después de que se haya completado la constitución de las instituciones locales y forales salidas de las elecciones de mayo con la designación de Elixabete Etxanobe como diputada general de Bizkaia, arranca una nueva campaña electoral, esta vez la de las generales convocadas por Pedro Sánchez para el 23 de julio. Euskadi ya conoce lo que es votar en pleno verano, ya que las autonómicas de 2020 fueron un 12 de julio tras tener que ser retrasadas por la primera ola del coronavirus y, entonces, la participación se desplomó casi al 50%. Los partidos preparan formatos imaginativos desde repartos en playas y pantanos hasta 'merchandising' más refrescante, incluso helados. A nadie se le escapa que la cercanía con los anteriores comicios los convertirá en una suerte de segunda vuelta, particularmente para el PNV. Los de Andoni Ortuzar ganaron, sí, pero perdieron terreno frente a EH Bildu y han requerido de pactos con el PSE-EE pero también de apoyos del PP para retener poder institucional en plazas como Durango o Gipuzkoa.
Mientras la coalición abertzale airea la posibilidad de un “cambio de ciclo”, el PNV asegura que el voto perdido es porque no se movilizó y que han tomado “nota” del mensaje para ofrecer otras respuestas. Si la composición de las diputaciones sirve como termómetro de su voluntad, ha presentado gabinetes altamente feminizados (hasta al 80% en el caso de Bizkaia) y más jóvenes. Sin embargo, al principal partido vasco le coincide el arranque de campaña con la entrada en prisión de Alfredo de Miguel, ex 'número dos' del PNV alavés y líder de una trama de corrupción, y de su colega Koldo Ochandiano, así como con el fenomenal revuelo interno en la Ertzaintza y con la investigación abierta contra la nueva diputada alavesa de Medio Ambiente, Amaia Barredo. Por el contrario, el Tour de Francia en el que tantas esperanzas habían depositado las instituciones ha sido un éxito de público, un “sueño”, a juicio de sus organizadores.
El PNV se presenta a la reválida con uno de sus mayores activos como candidato. Aitor Esteban es considerado casi como un hombre de Estado en algunos ámbitos. La lona de Sabin Etxea adelanta cuál será la idea-fuerza de los 'jeltzales'. El 23J no va solamente de elegir entre Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo. En Euskadi -aseguran- hay una tercera opción, la del PNV. El “grupo vasco”, como así se denominan en las Cortes Generales, representa la “voz” de los intereses exclusivamente de Euskadi en Madrid. De hecho, aunque rechazan que se les ubique como aliados potenciales de un hipotético Gobierno del PP, son también muy críticos con Sánchez, particularmente por haber incumplido el calendario de transferencias pendientes del Estatuto de 1979, como es el caso de Cercanías. Andoni Ortuzar no oculta que les toca “reconectar” con el electorado en esta convocatoria si quieren que el bajón del 28M no sea tendencia el 23J y condicione la carrera hacia las autonómicas de 2024.
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En EH Bildu también hay continuidad en las candidaturas, capitaneadas por la dupla de Mertxe Aizpurua y Oskar Matute. La coalición llega a las urnas tras adquirir notoriedad en la villa y corte, donde se ha visto cómoda por vez primera haciendo políticas para toda España, como las negociaciones sobre pensiones. La pugna entre PNV e izquierda abertzale ha sido evidente. ¿Quién ha sacado más réditos de su relación preferencial con el Gobierno de Sánchez? La coalición, que parte con la ventaja de tener más opciones de lograr sumar también en Navarra, donde el PNV forma parte de Geroa Bai, busca dar continuidad al tirón de Maddalen Iriarte o Rocío Vitero y exprimir también que no se les ha permitido gobernar en ciudades como Vitoria o en Gipuzkoa, donde ganaron. Si el lema era “Egingo dugu” el 28M ahora es “Berriro egingo dugu”. En precampaña, pidieron disculpas por haber asimilado al PNV con el fascismo en un vídeo promocional.
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En el PSE-EE interpretaron tras las municipales y forales que en Euskadi habían tenido un resultado satisfactorio en un contexto de pérdida general de poder para los socialistas en España. Ahora gobiernan en la capital, en Vitoria, por ejemplo. Las generales son habitualmente el mejor escenario para este partido, en 2019 fueron segunda fuerza y los sondeos no descartan incluso una victoria. Su candidato principal es Patxi López, lehendakari entre 2009 y 2012 y en los últimos meses portavoz en el Congreso del PSOE. El partido no ha confirmado ninguna visita durante la campaña del presidente del Gobierno y candidato a la reelección. En su argumentario introducen la idea de que votar a Sánchez es el único voto útil para parar a la “alianza de extrema derecha”, su definición de PP y Vox.
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Sumar ha ocupado el espacio de Unidas Podemos con una candidatura única que en Euskadi no sorprende porque ya lo fue en las elecciones forales y municipales. Sin embargo, el matiz político es que los referentes de Yolanda Díaz -que está a expensas de concretar una posible visita- son quienes en su día salieron de Podemos. El propio exsecretario general, Lander Martínez, es el candidato por Bizkaia, el único puesto de salida asegurado, y con él han regresado a la primera línea, entre otros, Andeka Larrea o Cristina Macazaga. Este grupo cohabitará con la actual cabeza visible de Podemos en Euskadi, Pilar Garrido, que es la candidata en Gipuzkoa. Más tempestuosa ha sido la candidatura de Álava. En el Congreso, se cae Juantxo López de Uralde, de Alianza Verde, no fructificó la opción de enviar a Roberto Uriarte de Bizkaia y, finalmente, se ha optado por el responsable morado en Vitoria, Guillermo Presa, sin gran perfil público hasta ahora. En el Senado, el mismo día en que se anunció el fichaje de Aitor Abecia, alcalde independiente durante cuatro legislaturas en Zambrana, trascendió que había sido juzgado por violencia de género, unas acusaciones de las que luego fue absuelto.
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El PP busca dar continuidad al ciclo ascendente iniciado en las municipales y forales. Tras lustros de caídas, el partido dirigido por Carlos Iturgaiz ganó en votos y en representación, pero también en influencia. Ha vuelto a entrar de lleno en el juego de las negociaciones y ha condicionado plazas como Vitoria, Durango y Gipuzkoa. En las generales, quiere aportar a la candidatura de Núñez Feijóo -al que sí se le espera- un mejor resultado que el paupérrimo escaño en la prórroga de Beatriz Fanjul en 2019. El mínimo será la recuperación del diputado por Álava, una dolorosa pérdida en el anterior ciclo electoral. Para ello, regresa a la primera línea Javier de Andrés, exdiputado general y exdelegado del Gobierno. En Gipuzkoa las opciones son más limitadas. La candidata es Joana Arce.
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Encuestas y resultados de 2019
Han sido dos las encuestas que han analizado en detalle es el escenario en Euskadi en los últimos días. Por un lado, el Sociómetro de Ikerfel para el Gabinete de Prospecciones Sociológicas del Gobierno vasco apunta a un triple empate a cinco escaños entre PNV, EH Bildu y PSE-EE, a una subida del PP hasta los dos diputados y con Sumar con apenas un representante. Por otro lado, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del Gobierno de España sitúa al frente a los socialistas con entre cuatro y siete representantes, segundos a EH Bildu con entre tres y seis, tercero el PNV con entre tres y cinco, Sumar con posibilidades mantener los tres que obtuvo Unidas Podemos en 2019 y el PP también con opciones de crecer a dos.
En 2019, el PNV fue claramente el partido más votado con 379.002 votos, un 32,19% y seis diputados. PSE-EE y EH Bildu empataron a cuatro con un volumen de votos muy similar (entre 220.000 y 230.000), Unidas Podemos obtuvo 182.674 apoyos y tres escaños, el PP apenas rebasó la barrera de los 100.000 sufragios y logró salvar su único escaño en el recuento posterior a la noche electoral y Vox y Ciudadanos obtuvieron porcentajes por debajo del 3%. La candidatura de Más País fue un fracaso y apenas atrajo a 8.500 personas.
Con estos resultados, 17 de los 18 diputados vascos han formado parte de una u otra manera de la mayoría gubernamental, mientras que la 'popular' Beatriz Fanjul ha sido la única en la oposición. En el Senado, el PNV se llevó nueve escaños, el PSE-EE dos y EH Bildu uno. Estos mismos partidos suman uno más por designación autonómica.